Sólo un dibujante podría haber llevado a cabo La Conexión Scorpio, la historia esencial sobre nuestro mutante de garras retráctiles favorito.

Y ese alguien era Howard Chaykin.
Y es que frente a los filisteos que adoran al canadiense que dibujaba Byrne o que idolatran al ronin que surgía de los lápices de Miller hay que reivindicar el Logan creado por Chaykin como el Lobezno definitivo.

Al fin y al cabo es lógico. Sólo Chaykin es capaz de plasmar en el papel la esencia misma del personaje.

Porque ningún otro dibujante sabe por experiencia propia…

…lo que se siente al lucir semejante dotación pilosa.
Su cara lo dice todo.
La de ella.
Y no debe oler demasiado bien, que hay otro que se tapa la nariz.