¡Santos Inocentes, Batman! (7)

EL PERITO


Cap.1

La tenue luz de una débil bombilla iluminaba el almacén. El propietario de la tienda y su empleado, sentados en cajas de cartón, observaban al hombre que tenían ante si. Aunque su apariencia no decía gran cosa, era uno de los mejores analistas que el dinero podía comprar, y sus servicios no estaban al alcance de cualquiera. Supo prosperar durante la época de las puntocom, comprando stock options y revendiéndolas como papel al peso. Amasó una fortuna añadiendo colores a los Heroclix amarillos y vendiéndolos como ediciones limitadas. Se rumoreaba que también estaba detrás de una conocida compañía que evaluaba el estado de conservación de los cómics, y que vendía por eBay ejemplares del número uno del Spiderman de McFarlane por cantidades obscenas. Era una leyenda viviente, y D. Mandante, propietario del establecimiento, sabía que no era digno de estar en su presencia.

-Podría dejar de babear y explicarme mi misión.

-Sí, sí » respondió nerviosamente Mandante, ofreciéndole una caja de cartón para sentarse » aunque supongo que quien le contrató le habrá puesto ya en situación.

-Yo no sé nada, yo no digo nada. Yo sólo le conozco a usted.

-Entiendo. Necesitamos que evalúe cuánto dinero hemos dejado de ganar por el tiempo que D. Mandado ocupó nuestro dominio en Internet.

-Comprendo su situación, se trata de algo vergonzoso. He visitado la web hace poco y es un caos, no hay forma de aclararse ni de encontrar nada. Esto puede causar un perjuicio muy grande y entiendo que hayan interpuesto una demanda.

-No, si la web la hemos recuperado y hace tiempo que la estamos gestionando nosotros. Nos la programó un amigo.

-Oh, vaya. Pues deberían mirar un poco más la accesibilidad.

-La cuestión es que D. Mandado registró el dominio a nombre de su compañía, y nosotros consideramos que nos pertenecía. Además teníamos el apoyo de la compañía que había registrado una marca similar en los años ochenta. Le estoy hablando de » Hizo una pausa dramática

-¿De? » preguntó el hombre.

Hubo un largo silencio. Los hombres se miraron. La tenue luz se debilitó todavía más . Mandante miró a su alrededor antes de contestar.

-Puñeta » susurró.

-Aaaahhhh….ahora lo entiendo. «Puñeta Cómic».

-Sí, lo registran todo por sistema aunque no lo vayan a usar. Puñeta Cómic, Revistas Puñeta, Puñeta Directo, Puñeta Video… son cuatro duros y nunca se sabe. Llevamos la cuestión del dominio a un arbitraje y Puñeta lo ganó. Ya sabe cómo funcionan esas cosas.

-Sí que lo sé, sí. Y tanto. «Respondió al tiempo que asomaba una sonrisa en su rostro. Tenía tantas anécdotas divertidas sobre compañías expropiando dominios a particulares…

-Esto fue fácil, aunque costó un dinero. Lo delicado viene ahora. Si el dominio ya no pertenece a D. Mandado podemos considerar que el tiempo que lo gestionó lo hizo de forma ilegal y que debe pagar por ello.

-Hombre, poder se puede, claro…

-Se podrá, disponemos de los mismos abogados que Puñeta.

-Vaya, les tendrán que salir por un buen pico.

-Pues no crea «intervino el otro empleado- resulta que ¡uy!

No continuó hablando, pues recibió de Mandante un codazo en las costillas, y cayó hacia unas cajas de cartón que contenían tebeos atrasados.

-Estaba hablando yo con el señor, no seas maleducado. Yendo al grano, seguramente Mandado dirá que manejó el dominio durante un mes. Nosotros diremos que fueron siete u ocho, esperamos que nos concedan cuatro o cinco.

-Sí, en estas cosas siempre hay que tener margen para regatear…

-Y lo que queremos es que usted perite cuanto hemos dejado de ganar durante ese tiempo. Sería más fácil si Mandado hubiera dado el juez sus ingresos mientras estuvo con nosotros, pero no lo ha hecho.

-Hay algo que no entiendo. Si eran ustedes los que le pagaban ¿qué necesidad hay de que yo evalúe nada? ¿no bastaría con que fueran ustedes los que aportaran datos?

-No, eso nosotros no podemos hacerlo «volvió a intervenir el empleado, apoyado en unas cajas de cartón, todavía palpándose las costillas » es que resulta que ¡AY!

No llegó a terminar su explicación, pues una certera patada giratoria lo envió al fondo de la mal iluminada estancia, yendo a chocar contra una pila de cajas de cartón.

-No podemos justificar nuestros movimientos financieros porque eso obligaría a dar cifras de venta » dijo Mandante – Y en nuestro negocio las cifras de venta son secretas.

El hombre arqueó una ceja. Esto era nuevo para él. La cosa se ponía interesante.

-Esto me lo tendrá que explicar ¿no pueden decirme sus cifras de ventas?

-Exacto, son secretas y no pueden decirse. Es una tradición.

-O sea, que me tocará adivinar cuánto pueden ganar ustedes para saber cuánto se le debe pedir a Mandado. No es lo más lógico del mundo, pero cuando se entra en abogados estas cosas poco importan ¿en qué consiste su negocio?

-Vendemos cómics. Sí, en serio.

-¿En serio? Oh, perdone, ha sido reflejo.

-Ya, respondo por costumbre, sirve para ganar tiempo.

-¿Y se gana dinero con eso?

-Eso le corresponde a usted averiguarlo. De todas maneras, para hacerse una idea de nuestro volumen de negocio, puedo ponerle en antecedentes » calló un momento y bebió de un botellín de agua que había encima de una caja de cartón » Supongo que conocerá Puñeta y su entramado editorial. Puñeta coloca sus productos en los principales estantes de todas y cada una de las librerías especializadas de nuestro país. Y no se conforma con eso, sino que gracias a una red envidiable de distribuidores tiene la capacidad de estar puntualmente en todos los quioscos y puntos de venta de revistas periódicas de España. Esto es Puñeta, y nosotros somos su tienda oficial. Con estos datos se puede hacer una idea.

-Y tanto que me la hago. En fin, este campo es bastante nuevo para mi, lo de vender tebeos del montón a precio de portada. Trabajo el americano y siempre creí que esos tebeos se publicaban para dar más valor a las ediciones especiales. No pensaba ni que de verdad se pusieran a la venta… De acuerdo, esto supone un reto, lo acepto ¿qué material publican?

-Fabulous Comics » dijo el empleado poniéndose en pie » Puñeta edita Fabulous Comics mmmffffff

Mandante había sacado del bolsillo de su camisa un pequeño tomo en glorioso blanco y negro y lo había lanzado con gran precisión hacia donde estaba el empleado, incrustándose en su boca.

-Actualmente Puñeta se halla en una situación, digamos, delicada en cuanto a que encara una profunda reconversión de su fondo editorial. El material concreto a publicar por lo pronto está en estudio, pero puedo decirle de forma confidencial que en breve Puñeta emitirá un comunicado anunciando que va a publicar el material de Destructive Comics. Eso es lo que ofrece nuestra tienda. Destructive Comics.

-De acuerdo, cómics de Destructive en castellano. Haré una estimación y tendrán noticias mías. Eso es todo, creo que puedo irme. Esa puerta pequeña de ahí ¿es una salida discreta?

-¿Esa? Es la única puerta que tenemos, pero tranquilo que no creo que le vea nadie. Hasta pronto.

Se marchó, dejando en la mal iluminada estancia a Mandante y su empleado confabulando.

-MUA-JA-JA-JA – rió Mandante, apoyándose en unas cajas de cartón dispuestas en una pared de la estancia » Esto pinta muy bien, esbirro. Pero que muy bien. Creo que no nos vamos a conformar sólo con dinero, no señor. Vamos a pedir también que Mandante publique la sentencia y una disculpa en la revista Traca, que por cierto hace tiempo que no nos llega, para que se entere todo el mundillo de quién es quién. Se van a cagar.

Lejos de allí, esta misma escena era observada en un monitor. El ocupante de la lujosa estancia estaba sentado en un sillón de piel y, cachis, estaba de espaldas. Al escuchar las palabras de Mandante asintió con complacencia. Fue hacia el mueble bar y se sirvió un copazo. Volvió al monitor y pudo ver como Mandante salía; el empleado se quedó un momento para recoger unas cajas, saludó a la cámara moviendo la mano y salió también. Luego se oyó un golpe.

En su habitación de hotel, el hombre había encendido su portátil. Buscaba información en Google sobre el material de Destructive Comics en castellano. Encontró una buena web, con el material bien ordenado, todas las portadas, y un eficaz buscador. Sonrió, pensando en el gusto que da que otros hagan el trabajo por uno. Encontró fácilmente el material en castellano de Destructive. Sin embargo no lo editaba todavía Puñeta, como ya le habían avisado. Pero le serviría para hacer una estimación, que era lo que le pedían. Con lo que le habían dicho se podía hacer una idea de qué tirada tendría Puñeta para servir a librerías y quioscos, y lo que encontrara aquí le orientaría el precio del material. Había bastantes tomos, de Superman, Gotham Central, Young Justice… Miró el precio. Abrió mucho los ojos, movió la cabeza y pegó la nariz al monitor. El precio, esos precios…¿aquello eran euros?

-¡Tate! » exclamó. Era una expresión típica de la etnia de su exótica madre, que significaba «¡Conio!».