Si algo malo tienen estos gloriosos dias que vivimos, Edad de Oro de Las Series, del Periodismo y de la Comunicación, es que también están siendo la Edad de Oro de la Censura de los Ofendiditos.
Y como ya sabeis la última víctima inocente de la Censura de lo Políticamente Correcto es esa obra maestra del cine que no falta en ninguna de nuestras videotecas: Lo Que El Viento Se Llevó.
¿Podeis creerlo?
¡Lo Que El Viento Se Llevó! ¡Ese CLÁSICO IMPERECEDERO que ya nos sabemos de memoria porque lo visionamos como mínimo una vez al año!
Inmisericordemente censurado por la presión de los Indignaditos sólamente porque salen esclavos. ¡Es la historia tal como fué! ¡No podemos ignorarla!
Que alguno puede que esteis pensando que os da igual. Que total, es un bodrio decimonónico del que sólo habeis visto el momento de A DIOS PONGO POR TESTIGO que ponen siempre en la tele pero ¡A ESO DIGO NO! Recordad que «primero vinieron a por los judíos…«
Hoy es LQeVsL la víctima de su estalinista censura pero mañana puede ser cualquier otra película que ose mostrar la esclavitud como fenómeno histórico.
Como DJango Desencadenado.
O Espartaco.
¡O incluso El Cuento de la Doncella!
Basta con que uno de los Guardianes de las Esencias chille delatoramente cual ultracuerpo para que CUALQUIERA de estas obras maestras sean cruelmente censuradas por un cartelito de aviso que alargue ocho segundos su duración total. No vengais a llorarme entonces.
Quiero decir ¿os imaginais que alguien intentara aplicar semejante dislate al mundo del tebeo? ¡Tintín en el Congo! ¡Cargemos todos contra Tintín en el Congo!
¡Salen negros, ergo es racista! ¡Ni que los belgas hubieran hecho alguna vez algo malo a los congoleños!
¿Podría alguien concebir que los Comisarios Políticos de la Cultura obligaran al autor a afirmar que se trataba de uno de sus primeros trabajos y que debido a su juventud estaba cargado de prejuicios?
¡Sería INCONCEBIBLE! Tanto como que el propio autor unos años después hiciera un esfuerzo por denunciar explícitamente el racismo ignorante.
Esas cosas sólo pasan ahora, que los tebeos están escritos acorde a agendas políticas, no antes cuando simplemente eran diversión y entretenimiento. No sé vosotros pero yo no quiero vivir en esa distopía orwelliana. Mira, no sigo escribiendo porque me caliento y suelto alguna barbaridad. Además tengo que salir porque me han invitado al preestreno en París de un peliculón. Que vamos, no salen esclavos…
…pero seguro que algún iluminado tarde o temprano se atreve a decir que es racista…