Llega Navidad y llegan los Reyes. Como buen aficionado a esto de los monigotes uno se plantea fomentar un poco la cantera. Regalar cómics a los familiares más pequeños no tiene que suponer ningún quebradero de cabeza. Todos sabemos que los tebeos son para niños. Lo hemos escuchado miles y miles de veces así que tiene que ser verdad.
Pero con la psicología hemos topado. Estos días sólo hace falta abrir el periódico, ver la televisión o escuchar la radio para descubrir a un señor o señora ( o peor aún, un estudio de una universidad de vete a saber dónde) dándonos consejos sobre lo que es más adecuado regalar a esos enanos gritones y los peligros que conlleva el errar nuestra elección.
Existen cosas como el síndrome del niño Híper-regalado que viene a decir que si se regalan muchas cosas el crío se convertirá el día de mañana en carne de presidio. Si extrapolamos al mundo del cómic no podríamos regalar más de un tebeo para que luego no nos remuerda la conciencia cuando años más tarde lo visitemos en la cárcel.
Sería preferible que sea un tomo de tapa dura para que quede más aparente una vez envuelto pero que el papel de embalar no sea demasiado lujoso. No tenemos que dar mal ejemplo con signos de ostentación.
No se pueden hacer regalos que contengan, explícita o implícitamente, algún grado de violencia, sexo o que representen actitudes sexistas o racistas. Corremos el riesgo con ello de crear una muchedumbre de adultos degenerados y violentos que sumirán el planeta en el caos.
Con esto ya vamos afinando las cosas. Así nos quitamos de encima el 99% del material americano, japonés, europeo y mundial en general.
Si puede ser, del 1% que queda tendremos que escoger una lectura que fomente valores como la cordialidad, la convivencia, la igualdad y todas esas cosas tan bonitas que si un crío no las lee en un trozo de papel dibujado no se podrá convertir nunca en una persona buena y normal.
Ante todos estos consejos, y teniendo en cuenta que además el regalo les tiene que gustar o como mínimo lo tienen que entender, en teoría no nos quedaría más remedio que tirar de lo de siempre ¿no?
¡Pues no!
¿Astérix? Unos de un pueblo que la emprenden a tortazos con unos extranjeros Descartado por violento y xenófobo.
¿Tintín? No contiene modelos femeninos a la altura del protagonista. Descartado por sexista.
¿Lucky Luke? Muchas pistolas. Apología de la violencia.
¿Mortadelo y Filemón? Porrazos=violento, secretaria=sexista. A los leones.
¿Zipi y Zape? Travesuras, castigos físicos y psicológicos, padre autoritario, madre sumisa… A tomar pol culo. Tampoco vale.
Y así hasta el infinito.
A bote pronto, se me ocurre algún tebeo del pato Donald o de Mickey pero seguro que si se lo propone, alguna eminencia del comportamiento humano encuentra actitudes poco adecuadas para el desarrollo intelectual de los peques de la casa.
Con todo esto, mi gozo en un pozo. Siguiendo todas las recomendaciones que he escuchado y leído estos días no he encontrado ningún tebeo que no cause daños irreparables y me decidiré por algo tan sufrido como unos bonitos calcetines para mis sobrinitos.
Seguro que me escupen en un ojo pero el día de mañana me lo agradecerán. ¿Verdad?