Todo es adaptable. Lo que pasa es que hay veces en las que esas adaptaciones no se parecen en absoluto al original. Es una paradoja porque, a veces, cosas que no están pagando esos dineros por adaptar algo resulta que sí que se parecen. Homenajes, los llaman. Pero ya sabéis cómo va esto, sobre todo gracias al cine.
Uno se pone a mirar películas españolas recientes y cuando no salen de una película francesa (Le sens de la famille, Jusqu’ici tout va bien, Mes très chers enfants, Un peu, beaucoup, aveuglément!, Attention au départ!) lo hacen de una italiana (Perfetti sconosciuti, Il campione, Odio l’estate, Song ‘e Napule) o alguna latinoamericana (Mamá se fue de viaje – Argentina, No se aceptan devoluciones – México, Sin Filtro – Chile) así que, en realidad, no debería de extrañarnos.
Porque, además, en el cómic español tenemos nuestros propios éxitos. Así que es lógico que haya quien eche un ojo a lo que aquí tenemos y decida que si no lo va a adaptar lo va a homenajear.
De ahí que no pueda deja de acordarme de uno de los nuestros…

…cada vez que miro a qué se están dedicando ahora los estadounidenses.

Aunque esto abre toda una serie de puertas, porque está claro que no se han atrevido a hacer un cómic sobre Paella. ¿Será esa la auténtica línea roja de la narrativa gráfica?
Si la cosa va de un taco, más que ‘homenaje’ serán ‘taquiones’
Bravo.
Italomejicanos, se dice italomejicanos.