A principios de este mes se ha cumplido el aniversario de un evento histórico: el estreno de la primera miniserie de V, hace la friolera de 37 años ya.

Se Han Vertido Ríos de Tinta™ sobre todos y cada uno de sus aspectos. El impacto que supusieron en su momento sus valores de producción, la complejidad moral de sus personajes o las profundas lecturas políticas que se esconden bajo una aparentemente simple superficie de clásica historia de invasión aliena, por citar unos pocos.

Y los cromos de la Tele Indiscreta, claro.
Pero, reconozcámoslo por duro que sea, como toda obra clásica V está marcada por la época en que fué creada. Que su intrínseca valía narrativa no nos ciegue ante los elementos que han envejecido innegablemente. Como el concepto de «cromos» o el concepto de «revista de papel sobre televisión por la que la gente paga dinero«. Cosas que sólo habrían sido posibles en los albores de la década de los 80.

Como villanos estelares de escote vertiginoso luciendo pectorales.
Eran tiempos más ingenuos, para lo bueno y para lo malo, con efectos especiales que hoy en día resultarían risibles…

…y hasta lineas argumentales enteras que hoy sólo podrían causar hilaridad por su inocentona simpleza y su más que evidente imposibilidad. Como cuando los Visitantes, con la ayuda de los viles colaboracionistas, logran convencer a la población mayoritaria de que no hay que fiarse de lo que digan los científicos porque son malvados y tienen una agenda oculta.

¡ESO NUNCA PODRÍA PASAR AQUÍ!

Bravo.
Pues yo sí quiero que los científicos a sueldo del PSOE inventen un Bebé Godzilla. ¡No pasarán!
Hombre, hay diferencias. Nuestros lagartos-visitantes no comen ratones, precisamente. Más bien se los reservan para el grueso de la población.
No olvidemos que, al final, los lagartos son derrotados pintando los cielos de rojo…
La única vez que fui a una MOLE comic-con, al ver un stand de un club de fanáticos de V debidamente disfrazados, recordé todos los posts de E. Martín que publicó en su blog, y no evité esbozar una leve sonrisa, mientras mi hermano menor me preguntaba: «¿Y esos quiénes son?»
«Como villanos estelares de escote vertiginoso luciendo pectorales.»
Y el PELAZO que se cargaban varios de esos personajes…