No es baladí la ancestral traidición mágica de atribuirle poder a los nombres. Ya en la Noche de los Tiempos™ los místicos sabían que conocer el nombre de una entidad implicaba tener dominio sobre ella. Y es que aunque a veces no lo parezca el Cosmos es un ente que escucha.
Es por ello que debemos de tener cuidado con qué palabras lanzamos a lo que creemos el inanimado vacío del éter.
Porque si nos hacemos una pregunta en voz alta por muy retórica que sea tarde o temprano, de una manera o de otra, el Universo la contestará.
Si alguna vez llegais a ser un prometedor autor de cine, punta de lanza de la normalización de lo friki, sabed tres cosas. Una, si os ofrecen colaborar en un absurdo proyecto de película sobre Superman aceptadlo porque vivireis durante décadas de contarlo. Dos, nunca rodeis con Bruce Willis.
Y tres, ni se os ocurra preguntaros por la naturaleza y forma de los genitales de la Cosa.
Porque quién sabe de qué terrible y devastadora manera la Realidad podría responder décadas después…
"¿QUÉ GENITALES?"
Oh, ya veo refunfuñar allá al fondo a los escépticos de siempre.
Para vosotros todas estas evidencias incontestables no son más que simples coincidencias y meras serendipias ¿verdad?
Tan listos que os creeis que sois y seguro que ninguno os habeis fijado que la compañía que figura como co-productora de los Cuantro Fantásticos que se pasean por nuestras pantallas estos días es Constantin Films. De hecho figura aunque no haya estado implicada en el rodaje porque los derechos cinematográficos de los personajes les siguen pertenciendo a ellos, incluyendo las tres películas anteriores.
Contrariamente a lo que pudiera parecer no estamos hablando de una productora fundada por un ex cantante punk británico con debilidad por las magufadas sino de una de las más importantes empresas cinematográficas alemanas. Una verdadera institución con una larga y GENIAL! trayectoria que incluye obras cumbre como la saga Resident Evil, Pandorum o Pompeya.
Además de ser la productora de la adaptación cinematográfica…
…de La Historia Interminable…
Adelante, decid que es una casualidad…
Creo que aún tengo por ahí el 45 pulgadas con «Color of My Days»…
Digo, 45 RPM. En qué estaría yo pensando…
O más bien «en quién» ¿eh, picaruelo? (guiño-guiño)
Cuando lei el comiezo del post pense que se venia un post de «El nombre del viento».
¿Mea sentado?