La editorial, siempre atenta a las necesidades de sus clientes, pidió disculpas y prometió que tomaría las medidas necesarias para que no volviera pasar; y si lleváis suficiente tiempo en este blog ya sabéis lo que eso significa: que no cambió absolutamente nada.
Pero los chicos de Manhattan Cómics no son de los que se rinden fácilmente y montaron la camapaña #ECCGate (for your consideration for Picadlos 2014 Awards) acudieron a todos los blogs y medios de comunicación que quisieron atendarles para explicar lo que consideraban un claro ejemplo de competencia desleal, aunque en su (lógica) indignación igual no eligieron los mejores argumentos en su defensa (porque ese "la fnac vende pilas y pilas de cómics y cuando les faltan mandan a sus trabajadores a comprar en nuestra tienda" igual no es la mejor baza que puedes esgrimir ante una editorial para que deje de favorecer a la gran superfície y se fije más en tu pequeño negocio, pero ese es otro tema.
Ahora, tres meses después del inicio del escándalo, es cuando tenemos distancia histórica suficiente—tres meses en tiempo twitter equivale a cinco años y medio en el mundo real—para analizar con calma la clave real del problema conocido como #ECCGate.
Por una parte el #ECCGate es una putada, puesto que es innegable que disponer de las novedades antes que el resto no puede considerarse una competencia limpia, pero por otra el #ECCGate es el futuro, una vez la lectura de cómics sea algo socialmente aceptado las pequeñas librerías serán arrojadas a competir contra los mastodontes comerciales e inevitablemente la mayoría saldrán malparadas.
Así que esa es la cuestión que hay que resolver ¿Las grandes venden cómics porque ya han aceptado al noveno arte como un producto cultural más en igualdad de condiciones con el cine y la literatura, o simplemente están exprimiendo una moda a costa de los pequeños libreros? La primera opción supondrá una reestructuración del sector tan poco deseable como imparable, la segunda supondrá que comprar en grandes superfícies en vez de en pequeñas juga en nuestra contra, porque el día de mañana, cuando las pelis de superhéroes hastíen al personal, las grandes superfícies dejarán de vender tebeos dejándonos un páramo sin apenas librerías especializadas a las que acogernos.
Ante esta situación ADLO Novelti Librari (Obra Social) se ha desplazado hasta el Corte Inglés de la Avenida de Francia (Valencia) para hacer balance de cual es el tratamiento que la gran superfície por excelencia le da al noveno arte en uno de sus centros más elitistas puesto que está situado justo al lado de la ex-cosa blanca:
Lo primero que nos llama la atención es que los cómics tienen ahora muchos estantes, como de sección propia, eso está bien. Y además están divididos por secciones:
Cómic de autor. Está muy bien, está muy bien, nos gusta el detalle de que los gafapastas puedan tener su propio espacio sin mezclarse con el resto, y de hecho contemplamos con alegría como se ha cuidado hasta el último detalle.
Pero donde nos han llegado al corazón los chicos de El Corte Inglés es en su apuesta por LA SENCILLEZ! un concepto normalizador que apuesta por despojar el mundillo de sus barreras léxicas, que impiden que el gran público pueda acercarse a las delicias que le ofrece el cómic.
Frente a palabras como Absolute, Omnibus, Companion, Gold Edition, Essentials, o incluso retapados El Corte Inglés propone la SENCILLEZ!: usar una sola palabra que defina a todas estas recopilaciones que ofrecen las editoriales recogiendo su espíritu de una forma que cualquier entienda.
AVIV ETAGCCE!!!
Y yo sin FNAC en la que comprar Jabato de oferta. Ódioos.
Muy localista.
Aahhhh, el gran truco de usar un spray de pintura sobre los pales de tomos para convertirlos en teoricamente «defectuosos» y poder saldarlos como y cuando te da la gana.
Un clasico que nunca pierde vigencia. 🙂
Por lo que podemos apreciar, en El corte Inglés los tebeos son tratados y clasificados de igual modo que los libros esos raros que sólo llevan letras.
Hombre, un montón de superhumores con punto rojo… qué hambre me está entrando.
Localista nada, que para eso pone El Corte «Inglés». Que como todos sabemos, eso quiere decir mundial. ¿O era Norteamericano…?
Je je
Por otra parte recuerdo mis còmics de Vértice de Marvel con esas rayitas rojas y que no supe por qué las llevaban hasta muchos años después. Qué mayor soy…
Uy! Esto sí que ha sido localista. Sorry.
Juan Salda Dos
Yo trabajo en la Fnac 10 años y nunca me han mandado a comprar cómics. Ni a manhatan, ni a futurama ni a ninguna.
Un detalle sin importancia: Estáis completamente seguros que esas fotos tomadas en el Corte Inglés son legales?
Yo trabajo en la Fnac 10 años y nunca me han mandado a comprar cómics. Ni a manhatan, ni a futurama ni a ninguna.
Un detalle sin importancia: Estáis completamente seguros que esas fotos tomadas en el Corte Inglés son legales?
Vaya, Judaica Popular me acaba de quitar las ganas de tuistear una queja que tenía sobre Gil Stauffer…
Pero al menos me ha aclarado una duda: la FNAC no encarga a sus comiuniti manallers trabajos pesados. Mola. ¿Sabrías decirme dónde tengo que enviar mi curriculum? 😀
Será él el mitico personaje de la boslsa de su tienda? Al fin hallaremos respuesta o debemos encargarselo a Allan Moore como hizo con Jack el Destripador siglos despues?