Así lo arreglaban también en Francia

-¡Don librero, don librero!

-Diga, afable lector.

-Que deseo adquirir un ejemplar del último número de la miniserie Sin Justicia, de la liga del mismo nombre. Más todos los ejemplares que tiene aquí expuestos adolecen de la misma tara.

-No, es que la historia y el dibujo son así…

-No, no es por lo de siempre. Refiriéndome estoy a un defecto físico en la parte inferior del paginado que parece afectar a la totalidad de su tirada.

-Cáspita y canastos, cierto es. Más no padezcas, quisquilloso cliente, pues raudo procedo a la devolución de los mismos a la editora, donde serán reeemplazados por unos equivalentes sin mácula en un plazo razonable.

 

Y un tiempo razonable después:

 

-Helo aquí, avezado consumidor, el número que te faltaba, puro y sin defecto.

-Caramba, carambita, que rápidos han sido. No debió afectar pues a todos los ejemplares, ya que tiempo material no tuvieron para volverlos a imprimir.

-Arreglado quedó, mi paciente comprador, de manera que no te cuestiones demasiado cómo lo han conseguido.