6 en lugar de 12, la estrategia comercial definitiva
¿ Conocéis una serie de televisión llamada 24 ? Esa en la que se narra una historia en tiempo real a lo largo de 24 capítulos de una hora de duración cada uno. Si habéis visto la primera temporada os dará la impresión de que a la mitad de la misma la serie parece que se acaba, vamos, que tiene un falso final. Eso paso porque los que hicieron la serie no sabían si iban a ganar un duro con ella por lo que en primera instancia sólo hicieron 13 capítulos para ver que tal funcionaba ante la audiencia. Es decir, a una serie le dan el nombre de 24 y sólo hacen 13 capítulos, es una de esas ideas absolutamente geniales. Todo este rollo es para que hablemos de un caso que ha sucedido en nuestro mercado editorial, de la estrategia comercial definitiva.
Bien, tomad nota que os voy a proponer una estrategia de ventas buenísima. Lo primero que hay que hacer es anunciar una serie limitada de 12 números, pero a la hora de la verdad editas sólo seis números. Los publicas y dejas colgado a todo el mundo. Si la serie ha vendido estupendamente pues perfecto, sacas los seis números que faltan, pides disculpas por el retraso, quedas como un señor y a forrarse. Si no vende nada, tranquilo, no pasa absolutamente nada, simplemente ignoras que faltan seis números por publicar y a frotarse las manos ya que a partir de aquí todo viene rodado. Si nadie se queja de que no se ha publicado toda la serie es que realmente la leían cuatro gatos y a nadie le importaba. Enhorabuena, te has ahorrado los costes de imprimir seis números que no se iban a vender un carajo. Pero, ¿ y si los cuatro que la compraron son de esos que quejan una y otra vez por todos los foros de Internet posibles ? Pues enhorabuena otra vez tienes un éxito seguro entre las manos. A partir de ese momento se creará una especie de leyenda urbana en torno a esa colección. Todo el mundo contará como un chiste lo de “6 de 12″ y se reirán jocosamente de lo mala que es la editorial. Tranquilo, prepara bien el saco para guardar el dinero porque vas a forrarte a lo grande. Lo que tienes que hacer es vender los derechos a una editorial de esas pequeñas, de esas que caen tan simpáticas al aficionado. Les dejas caer que publiquen lo que tú ya has publicado en un tomo añadiendo un poco de material extra para obligar a los que ya lo tenían a comprárselo otra vez. Y eso es todo, el tomo se agotará, se venderá como churros y será imposible encontrarlo en las estanterías. Resultado: ganas se mire por donde se mire. Si hubieras seguido adelante con esos 12 números, a lo mejor (seguramente) te la hubieras pegado pero bien grande. Pero de esta manera eres el rey de los negocios. Son esos pequeños trucos de empresario que te hacen salir siempre a flote. No lo olvides, nosotros fuimos los que te lo contamos, lo leíste aquí primero.
Realmente en este post yo iba a hablar del Kane de Dolmen. Pero entre tantas novedades aún no me ha dado tiempo a leerlo y claro, como no me compre la edición de Planeta pues todavía no me la había leído. Pero vamos, cuando tenga un hueco me lo leo, una colección de tanto renombre no puede ser dejada de lado así como así. Ay, lo que hay que inventarse.