De verdad que en cuanto pueda me pongo

David Lapham es un poco Lola Flores. De La Faraona se decía «no canta, no baila, no se la pierdan«. Cuando Lapham escribe para otros o cuando dibuja guiones ajenos, las obras destacables son pocas o inexistentes, pero cuando ilustra sus propias historias ahí es dónde ocurre la Magia.

En un ambiente tan turbulento como el del comic americano de los Noventa, es admirable que una pareja en la veintena pudiese constituir una editorial por su cuenta y sacar adelante en 1995 una publicación de serie negra, Balas Perdidas, con la que consiguieron un Premio Eisner en 1996 (mejor Escritor/Artista, hubo otras cinco nominaciones en la misma categoría en ediciones posteriores) y en 1997 (Mejor recopilatorio).

Vale, ROB! también llevó una editorial al estrellato en los Noventa, con más artistas lastrándole, publicando en color y haciéndose millonario, aparte de que el primer Eisner para Image también llegó en 1996 (un chico al que le dejaron un rincón para publicar su obra, un tal Aragonés). Pero el mérito de Lapham es que consiguió algo parecido sin ser ROB!

Vale, Brubaker y Phillips también hacen serie negra premiada, pero ellos son dos, Lapham tan sólo uno en el tablero.

Así pues, los Lapham dedicaron todo su tiempo, energía y gestor de mail surreal a Balas Perdidas. Veamos el progreso de esa barra de energía con el tiempo:

1995: 7 entregas

1996: 4 entregas

1997: 3 entregas

1998: 3 entregas

1999: 3 entregas

2000: 2 entregas

2001: 0 entregas

2002: 6 entregas

2003: 4 entregas

2004: 3 entregas

2005: 5 entregas

Lento declive en el ritmo desde 1995 hasta 2000, un 2001 de parón total, y reinicio con ganas en 2002 para seguir bajando y luego remontar en 2005 con la llegada de número 40 de la serie.

Dicha entrega comenzaba con algún imperceptible gazapo editorial

y terminaba tal que así:

Finalmente el 41 no salió en Febrero, sino en Marzo. En Marzo de 2014.

Lo hizo además con El Capitán Books como subsello de Image Comics. Esta entrega era la esperada conclusión de una saga iniciada en el número 31 (2003), así que para reubicar al lector y garantizar el compromiso de mantener el título sacaron ese mismo mes un recopilatorio económico ($59.99) con los 41 números, la liberación de las 40 grapas anteriores en formato digital, con las cuatro primeras gratuitas, y el primer número de la nueva saga, que sería una miniserie de 8 números con el título de Stray Bullets: Killers.

(Carefree, Arizona; 3363 habitantes en el censo de 2010. Entre sus residentes ilustres, Eric Bischoff y Dick Van Dyke)

Los ocho números de la miniserie llegaron al mercado en 2014.

Seguidamente (Febrero 2015) se embarcaron en la siguiente miniserie, Stray Bullets: Sunshine & Roses, que concluyó en Agosto de 2020 con 42 entregas. No controlo su energía esta vez, suficiente es ver que el ritmo en estos 5 años dobló el de los 5 primeros.

A fecha de noviembre 2024 todavía no se ha iniciado el arco de Virginia.

Llegados a este punto, el visitante perspicaz habrá percibido algunos hiatos en la publicación de la obra magna de los Lapham, y cabría especular sobre a qué pueden ser debidos. En nuestro país, las primeras 22 entregas de Balas Perdidas pudieron disfrutarse en grapas con portada de cartón de la mano de La Cúpula (1998-2004). Pararon ahí, y en 2018 reiniciaron su publicación forma de tomos recopilatorios, de tal manera que su cuarto tomo, Días Negros, continuaba en 2019 de donde lo dejó en grapa. No en el mismo punto, pero hay un cierto paralelismo con la edición americana.

En este material se ve que todavía no se había mudado de California. Cuando el material del quinto tomo, con la saga del 31 al 41, ya sí:

Y ahora cuadra. Aquí es cuando debo decir: David, te entiendo (yo mismo quería haber subido esto el pasado martes).

En el sexto tomo de La Cúpula, correspondiente a Killers, se aprecia un cambio familiar.

Quiero pensar y espero acertar en que el vástago mayor era un varón y por edad se emancipó del hogar familiar.

¿Pero cómo va a tener un hijo tan mayor ese chiquillo? se podría pensar, es lo que pasa cuando mantienes de siempre la foto de perfil de hace más de cuarenta años.

Y viendo que ahora los Lapham se encuentran en la segunda etapa de barbecho editorial con El Capitán Books, decirles también que tranquilos y paciencia, que al final la Edad del Pavo se pasa.

Y la moraleja de hoy es que aunque tarde un algo, al final las cosas interesante se acaban publicando. Fijaos por ejemplo en lo que se distrae ROB! estos días.

Comenzando a delinear y entintar su parte de viñetas de páginas de Image United ¡ya queda menos!