Ancient Rencors

En realidad, también son personas.

Quiero decir, están tan expuestos mediáticamente que con el tiempo acabamos reduciéndolos a su obra o incluso, llegado el caso, al meme. Y la persona queda oculta por el personaje.

No, no es ningún concursante de First Dates. Si alguien no le conoce es ni más ni menos que Giorgio Tsoukalos. Aunque claro que si la foto no os suena, el nombre todavía menos. Se trata del alma mater de un programa televisivo de divulgación científica que lleva desde 2009 en el prestigioso Canal Historia, con más de 220 episodios emitidos, que en nuestra piel de toro es conocido como Alienígenas.

Lo que hace este programa es coger cualquier tema, cualquiera, e ir desarrollándolo con espíritu crítico, darle vueltas, viajar para recoger nuevas evidencias, darles muchísimas vueltas, viajar mucho más por muchos otros sitios, hacer ráfagas de preguntas encadenadas con voz en off, y todo para finalmente destilar la única conclusión posible sobre el asunto: es muy posible que la explicación del mismo sea que pudieran haber seres alienígenas involucrados. De ahí el meme:

Es una de las tres patas que sostiene el Canal Historia, siendo las otras dos los Nazis y las Conspiraciones. Y triunfa porque, televisivamente, es un producto impecable. Hay determinados programas que tienen un algo que engancha, y mientras no se consiga descifrar el secreto de esa popularidad, los que intenten imitar sus fórmulas terminarán estampándose. Muchos han sido los que han intentado hacer también un programa de reformas de casas, o de limpiar hogares-porquerizas con una mezcla de vinagre y bicarbonato, o montar docuseries sobre casa de empeños. Los originales te clavan al asiento, y si tienes la mala suerte de zapearlos durante una maratón en algún canal temático, ya has perdido el día. De media, esto le sucede con Forjado a Fuego a una persona un par de veces en la vida.

En casa tenemos varios placeres culpables televisivos, siendo nuestro principal proveedor de mandanga AMC Networks, con los que picamos dependiendo de la ruleta del mando a distancia, pues nunca sabemos cuándo van a emitirse. Con una única excepción: Alienígenas. Maratón en Canal Historia los domingos desde primera hora de la mañana y hasta que el cerebro aguante. El hilo musical de fondo del final de semana, mostrando restos de antiguas civilizaciones e invitados preguntándose si los alienígenas pudieron haber tenido algo que ver. A lo que la voz en off responde invariablemente, talmente como un salmo: «Los teóricos de los antiguos astronautas dicen que sí«. Y así veinte temporadas, oigan.

El programa, dice wikipedia, está basado en las las obras de Erich von Däniken, autor suizo cuya obra ¿Carros de los Dioses? (Chariots of the Gods?, 1969) fue inspiración directa también para que Jack Kirby realizase Los Eternos para Marvel en 1976.

(Ofrezco este dato, completamente instrascendente para el relato, para que el visitante a este sitio sobre historieta no pierda el interés por la aparente falta de relación entre lo contado hasta ahora y las maravillas del Noveno arte. Hay relación, y mucha)

Tsoukalos es por tanto una estrella, viajando por el mundo para sus reportajes, eventos en vivo, convenciones y eventos con los fanes ¡hasta cruceros temáticos!. Una estrella como los hermanos Scott, como Jaime Oliver, o como el viejo de los oros de la casa de empeños de Detroit. Seres inalcanzables, cuya fama trasciende su humanidad.

Pero siguen siendo personas.

Personas con sus gustos, sus apetitos, sus aficiones.

¿Cómo son, qué les gusta? ¿a qué dedican el tiempo libre? ¿leerán tebeos?

Por lógica estadística, algunos sí.

En el audiovisual patrio, sin pensarlo mucho, nos salen enseguida Alberto Chicote, Estopa, Carlos Areces… Pues allá debe haber también afición por la viñeta más allá de Nicolas Cage.

Tsokaulos nació en 1978, formándose en sus estudios en su Suiza natal hasta 1994, continuando luego hasta 2001 en el Ithaca College de Nueva York. Los Noventa le pillaron pues de adolescente en los States ¿es posible entonces que leyera los tebeos de la época? ¿es posible que conociera a ROB!? ¿es posible que admirase a ROB!? son preguntas a las que trataremos de dar respuesta más adelante.

Son personas, decía. Otra afición, las redes sociales. Seguir a otros. A veces, a otros famosos. No siempre porque los admires en la actualidad, sino conocidos, por ver qué hacen, qué es de ellos, aunque no estés muy conforme con lo que hacen, para estar informado, porque te traen recuerdos, maldita nostalgia. Pero algunos no te caen muy bien. En realidad, hasta les tienes un poco de manía. Es por esa cosilla que les tienes Jurada, una tontería, algo pequeño que no tiene que ver con nada pero llevas metido dentro, pero como no soléis hablar no se lo dices. Pero a poco que algún día te busque las cosquillas y te toque contestarle se lo vas a decir, vaya que si se lo vas a decir, poco importa que venga a cuento o no…y tampoco hace falta que te provoque mucho, bastará con que te sientas mínimamente aludido…

Con este trasfondo y este posible resquemor, podemos volver a las preguntas: Giorgio Tsokaulos ¿es posible que leyera tebeos de los Noventa? ¿es posible que conociera a ROB!? ¿es posible que admirase a ROB!? Pues los teóricos de los antiguos astronautas…

…dicen que sí.

¡Caso Cerrado!

Bac-1 (vose)

Tras Kylie y Kendall, posiblemente el Jenner más famoso sea Edward. Y hay motivos.

Que vale que aquello de asociar las pústulas en las vacas con la respuesta de superación de determinadas infecciones tuvo su cierto mérito, vale. Y pergeñar que en la sustancia purulenta de aquellas ampollas podría encontrarse el agente que había ganado la batalla al microbio invasor también tuvo su gracia.

Pero lo verdaderamente grande tras aquello (que tal como ha sido contado, los capitanes a posteriori pensarán que tampoco era para tanto, que era bastante evidente), fue convencer a la gente de que dejarse pinchar con una aguja empapada de aquel pus de vaca iba a traer beneficios para su salud (aunque más que de salud o bienestar, entonces se hablaba de supervivencia).

Convencer a la gente. Tarea difícil, pues hay gente para todo.

Algo más de 200 años después, estamos viviendo un ejemplo de sociedad en la que todavía no hay cura para una importante enfermedad de transmisión aerea. Y hay gente que ya manifiesta que cuando se ponga a disposición pública una vacuna contra la misma, no va a someterse a la vacunación.

Exponen motivos para ello, que voy a tratar de condensar en una sola oración: la vacunación masiva de la humanidad es una estrategia promovida por Bill Gates y su mujer Melinda para inocularnos unos nanochips que mediante 5G podrán controlar nuestros cuerpos y mentes.

Si es así, tiene sentido no vacunarse. Pero ¿es así?

Dejando de lado motivaciones malignas que me sobrepasan (¿para qué querría la gente que ya domina el mundo dominarnos todavía más? ¿pura maldad? ¿aburrimiento?) o cómo funciona la próxima tecnología de comunicación, hay un punto en el que el argumentario se cae, que es la posibilidad física de la operatividad de esos malvados nanochips con el propósito que les suponen.

Pues si bien existen desde hace tiempo aparatos transpondedores muy muy muy diminutos capaces de emitir una señal determinada, algo muy diferente es poder recibir una señal controladora y actuar en consecuencia. Los factores limitantes más obvios en este caso son el tamaño de una bateria y de una antena. El chip en ese caso es lo de menos. En cambio, la energia necesaria para su funcionamiento requerirá una pila que superará en mucho el tamaño del chip. Y no hablemos del de una antena receptora. Disimular eso en una solución inyectable no parece factible. El aspecto de la jeringuilla sería el de una botella de licor chino con el lagarto dentro. Si para vacunarnos contra la covid tuviésemos que pasar por quirófano no os diría que no, pero con las leyes de la física imperantes hoy día, chips inyectables con esa intención no son factibles a escala nano.

-Vaya, vaya, otros que se suben a la corriente progre de opinión imperante.

Disculpa, voz en off, pero no se trata de una opinión, que a mi tanto me da, hablo más bien de hechos.

-Sí, sí, de hechos pero sesgados. Pues tú mismo te has limitado a las leyes de la física que nos afecta.

Exacto, es una cuestión de tamaños, pues si un dispositivo así pudiera hacerse, por más miniaturización que haya existen cuellos de botella…

-¿Y que hay del Microverso?

¿ein?

-Esto va de tebeos ¿no? aunque cada vez más tengáis otras agendas. En el Microverso todo es más diminuto ¿verdad? tenemos universos contenidos en el interior de un átomo. Es posible por tanto tener dispositivos de control altamente sofisticados, con sus baterias y antenas, que fabricado en el microverso tuviera allí el tamaño de un autobús y en nuestro universo no pasara de la micra de espesor como mucho ¿estoy en lo cierto o no?

Bueno, me alegra que leas tebeos de los Micronautas.

-Hay que leer para estar enterado. Nuestros argumentos tienen bases fundadas y sólidas.

Pero veo que dejas de lado un factor que no es baladí, que es el acceso al Microverso.

Aunque cambiamos de escala, pues ahora volvemos a hablar de grandes cantidades de energía para acceder a la Fuerza Enigma, como aquel pozo del Profesor Prometheus. Algo futurible en tebeos de 1979, pero no imposible 40 años después. Bill Gates puede hacer eso y más con su fortuna.

Podría estar de acuerdo con eso, pero sigue habiendo un gran problema. Y es que siguiendo la aventura de aquellos tebeos, la Fuerza Enigma para acceder al Microverso no está desprotegida, sino que hay un ente que controla el acceso, el Viajero del Tiempo, que tiene un poder que igual al del mismísimo Capitán Universo. Y no lo digo por decir, me baso en los mismos tebeos que citas.

-¿Me dices que el Viajero del Tiempo les impedira….? BWA-HA-HA-HA-HA!!

Menos risas y más argumentos, que creo que lo haces por no tener otra salida.

¿Pero tu te miras los tebeos que lees? ¿Acaso a estas alturas te tengo que decir…

…con QUIÉN está el maldito Viajero del Tiempo?

-Llevan mucho tiempo planeando todo esto, te lo puedo asegurar.