Tomemos por ejemplo el trabajo de Jonathan Hickman en los Cuatro Fantásticos, una cole donde su autor hace denodados esfuerzos por montar una gran saga pieza a pieza, primero presentando cuatro ciudades místico-mágicas, luego desencadenando una guerra entre ellas que acaba con la muerte de uno de los cuatro fantásticos, lo que provoca la creación de una "organización" de infantes sabiondos que acaba teniendo cole propia, para más adelante resucitar a Rayo Negro (bueno, más o menos) y traer de vuelta a la Tierra a los Inhumanos, para luego resucitar a la Inteligencia Suprema que lanza al (antaño) todopoderoso imperio Kree contra la Tierra, desembocando en el retorno de Johny Storm que se trae de la Zona Negativa a unos cuantos amigos para ayudar a la Tierra. Todo ello desarrollándose poco a poco, número a número, con parsimonia, como un puzzle que se va montando poco a poco.
Y es que habrá gente a la que le encante esta manera de montar las sagas. Ese no saber dónde desembocará ese gran plan, cuál será el próximo paso del guionista, cuál será el dibujo de la próxima pieza del puzzle. Pero a mí , y a todo auténtico aficionado al mundo del tebeo que se precie, no nos gusta. Nos provoca cansancio esa incertidumbre a la que Hickman nos somete mes a mes, nos agota ver cómo cada número la trama avanza, lenta pero inexorablemente, sabiendo que en el el siguiente número tendremos un nuevo más difícil todavía.
Es por esto que se deben aplaudir iniciativas como la de Panini, quienes, conscientes de que muchos de sus lectores leen este tipo de tebeos con incomodidad y frustración, han decidido aliviarles de su fatiga. ¿Cómo? Pues fácil: ¿que en el Fastastic Four #601 USA Johny Storm acaba lanzando un contraataque contra los Kree que dejará la Tierra hecha unos zorros y a los lectores un poco más neuróticos por la ya mencionada intriga de dicho final? Pues los de Panini adjuntan justo a continuación de dicho final el #13 de la cole donde se cuentan las aventuras de los niños sabiondos (FF, de Fundación Futuro para los despistados), donde así como quién no quiere la cosa se no cuenta lo que pasará en el siguiente número de la cole principal…

…¡¡y se acabó la maldita intriga!! Ahora pasaré este mes mucho menos neurótico gracias a saber la sorpresa del Fantastic Four #602. ¡¡Gracias, Panini, por pensar en tus lectores!! ¡¡Gracias, Hickman, por descoordinar las dos colecciones lo suficiente para permitir que esto pase!! ¡¡Os quiero, coño!!
Una vez más españoles e italianos muestran a los americanos cómo hacer las cosas.
¿Quién puede dudar que la prima de riesgo sube por pura envidia de nuestro arte, saber hacer, y resultados deportivos?
Cómo cambian los tiempos. Antes, sólo había que competir con las parodias porno hetero u homo; ahora hay que competir también con las parodias porno fetichistas.