Ahora, nosotros también la podremos hacer. Porque no nos pudimos tomar muy a pecho su muerte en aquel especial
Young Justice/Titanes con el que se abrió el fuego de la publicación de
DC en España, pues acabábamos de llegar. Pero como el anterior editor
DC (o lo que fuera) nos avisó de la importancia de ese episodio de cara a
Crisis de Identidad (como hemos podido comprobar –risas–) y a
Crisis Infinita (guardemos las risas unos meses) intentamos seguir en la medida de lo posible (o sea, comprando esta
Biblioteca) la trayectoria vital de la jovial amazonita.
La historia publicada en la Biblioteca DC hace referencia a una niña, unos dioses…algo complicado, pero como quizá veamos por aquí algún día, la cosa se retorció algo más, bastante, con el ir y venir de las sagas, su relación o no con Wonder Woman, si era más joven o más mayor, si su origen es mágico, mistico o nada y todo…con esta chica han hecho cosas que hasta a un adicto a los mutantes le costaría seguir, de veras. En la misma serie de los Titanes le alteraron el origen alguna que otra vez. El origen narrado en este 38 de los Teen Titans ha quedado tan emborronado que ni siquiera en DC conservan el material original y para la edición española se ha tenido que tirar de escáner. Luego, Byrne en Wonder Woman hizo…uf..hizo…hizo…pues hizo el Byrne (WWFan, explicalo tú, por favor), y en otras sagas en las que el Universo DC ha cambiado, se ha aprovechado para liar algo más lo suyo. La de cosas que podrían contarse ella y Hawkman. Y seguro que con la Crisis Infinita y 52 todo lo previo suyo que estemos leyendo lo podremos terminar tirando a la basura hasta nueva Crisis…
Que complicado es todo ¿no? suele decirse que lo mejor es lo más sencillo ¿qué mal había en dejar a Wonder Girl su origen inicial, aquel con el que fue creada? ¿qué obligó a Marv Wolfman a crearle otro origen? O sea, eran los Titanes, los sidekicks de los mayores. Estaban Robin, sidekick de Batman, Speedy (de Flecha Verde), Aqualad (de Aquaman) y Wonder Girl (de Wonder Woman). Fácil ¿no? ¿o no?
Echemos la vista atrás y remontémonos a los años 50 y 60.
Robert Kanigher estaba al frente de

los guiones de
Wonder Woman y, siguiendo el esquema de los títulos de
Superman, creó historias de
Wonder Woman cuando era bebé (
Wonder Tot) y de niña (
Wonder Girl). El público post-Wertham estaba encantado con aquello, tanto que en algunas aventuras de
Wonder Girl su nombre llegó en portada a mayor tamaño que el de
Wonder Woman. Así que
Kanigher dió una vuelta de tuerca con historias
«imposibles» en que las tres versiones de
Wonder Woman salían
a la vez. Y también su madre, para los que les gustaran maduritas, el público de la
DC de entonces tenía unos gustos muy especiales, como hemos ido aprendiendo.

Por aquel entonces (1964), Bob Haney, escritor de The Brave and the Bold incluyó a Robin, Kid Flash y Aqualad en una aventura del número 54 de la serie. El público respondió muy bien bien, de forma que Haney creó en el número 60 a los Jóvenes Titanes, un equipo de sidekicks, con los tres de antes y los que vió que había disponibles. Y como vió en las portadas de los Wonder Woman salía una Wonder Girl que, obviamente, debía ser su sidekick, la incluyó sin siquiera mirarse aquellos tebeos. La historia pasó por el dibujante, el entintador, el colorista, los editores, y todos le dieron el visto bueno.
Y el resto es Historia. Una historia cambiante. Dicen que en las noches de luna llena Marv Wolfman se despierta y aulla en memoria de Haney y Kanigher.

(historia real extraída del imprescindible Comic Book Urban Legends, porque la realidad puede ser maravillosa)