Desde aquí repartimos ideas y conceptos para la manipulación creativa y el abuso cultural. Somos el diario de lo genial, y el pensamiento de lo imposible
Fantaseo con que eso sea un plano-contraplano de una escena en una misma sala. O en dos salas separadas por una chapa de acero que funden con sus miradas.
Hay que ser muy malintencionado para ver paralelismos, hombre…
La postura de Frank es mucho más viril, aplatanao y espatarrao, con el culo en el borde en la silla y la mano sobre la huevera. Podría estar perfectamente viendo un Madrid-Éibar o en un vagón del Metro de Madrid, acaparando la bancada.
En cambio a Pérez-Reverte, con esa forma de agarrar la copa y esa manita que le cae distraída sobre el muslo, no se le acerca un violador como no sea con guardaespaldas.
¿Qué sería más GENIAL!, un concurso de beber entre ambos… o un cómic escrito por PÉREZ-REVERTE! y dibujado por FRANK!?
Fantaseo con que eso sea un plano-contraplano de una escena en una misma sala. O en dos salas separadas por una chapa de acero que funden con sus miradas.
Diría que hijoputismo, pero igual queda feo deciros eso.
Hay que ser muy malintencionado para ver paralelismos, hombre…
La postura de Frank es mucho más viril, aplatanao y espatarrao, con el culo en el borde en la silla y la mano sobre la huevera. Podría estar perfectamente viendo un Madrid-Éibar o en un vagón del Metro de Madrid, acaparando la bancada.
En cambio a Pérez-Reverte, con esa forma de agarrar la copa y esa manita que le cae distraída sobre el muslo, no se le acerca un violador como no sea con guardaespaldas.
Lo más insultante que se le podría decir a Frank Miller es que parece que esté dibujado por él mismo.
Peor sería Quitely, o Dillon.
… O, Erica Henderson. El horror, el horror.
Pero… Pero… Sabemos qué está pensando Pérez-Reverte y nadie se ha tmado la molestía de subtitularnos la postura de Miller
Vuelve el hombre.
La imagen de Miller es mil veces más potente que la de Reverte. No hay comparación alguna.
Y ojo, la de Miller es natural. Tiene el aire huraño de los más grandes: Carpenter y compañía.