Y una vez los de Progressive Boink demuestran su cenutriez y su estrechez de miras al leer un cómic de Rob! Porque los chicos de esta web no tienen la profundidad de pensamiento necesaria para tratar con la obra del maestro. Su escasa sensibilidad, artística e intelectual, no les da de sí lo suficiente como para buscar las segundas lecturas que hacen de la obra de Rob! el culmen de la historia del cómic. Y este comentario, superficial y falaz, es un magnífico ejemplo de ello.
Porque en lo que no se han fijado los de Progressive Boink es en lo más evidente: este personaje es una MUJER NEGRA.
Y es que Rob!, que se ve impelido por exigencias de guión a incluir en esta viñeta a un personaje nuevo, sin perspectivas de recorrido por delante, aprovecha esta situación de nuevo para lanzar una de sus metáforas sociales por las que es conocido. El personaje podría haber sido un mascachapas hipermusculado. Pero no, es una mujer negra. Discriminada por ser mujer, discriminada por ser negra. Una paria social, un ser humano que atraviesa la vida peleando por su lugar en el mundo desde que se levanta hasta que se acuesta. Una persona frágil que navega en semejantes aguas turbulentas, a la que muchas veces no le queda más remedio que dejarse llevar por la corriente de menosprecio que le rodea. Una mujer que ha aprendido a ser fuerte a base varapalos. De ahí la aparente contradicción en los movimientos: su brazo izquierdo se mueve por donde ella quiera, pero no así sus piernas, empujadas claramente por una fuerza exterior: la del odio y la discriminación. Es por ello también que la tremenda firmeza de la mujer, su aparente postura de fortaleza, se ve compensada por ese desequilibrio entre las dos partes de su cuerpo: la parte superior representa la indomable voluntad de la fémina, pero la mitad inferior cae presa de las imposiciones sociales que intentan no dejarla avanzar libremente, ni desarrollarse plenamente como persona. En su infinita sabiduría, Rob! dibuja la parte superior del cuerpo de su creación con mucho más detalle que la parte inferior, para enfatizar más su elocuente metáfora. La expresión de la cara que, en su absoluto desconocimiento de las convenciones del medio, los chicos de Progressive Boink atribuyen a un estado de embriaguez es claramente una expresión de agotamiento, la de una persona que lucha, y lucha, y lucha, cada minuto de cada hora de cada día de su vida por salir adelante. A pesar de las cuestiones externas que la lastran, ejemplificadas en sus piernas, que no parecen formar parte de su cuerpo al ser una parábolas de la represión que la sociedad impone sobre las mujeres y sobre las personas de color.
Una durísima alegoría social que el dialoguista del tebeo, seguramente deslumbrado por el torrente de ideas que el Maestro Liefeld vuelca en tan diminuto espacio de papel, decide redondear dándole una línea algo poética (“Tempo, quien puede hacer al tiempo volar con ella”) para que el lector casual se dé cuenta de que está ante un personaje especial, cargado de esa energía de la que sólo Rob! es capaz de plasmar en una hoja de papel. Esfuerzo que no sirve de nada con los estultos gañanes de Progressive Boink, quienes harían mejor en dedicarse a otra cosa que a intentar analizar con su escaso intelecto la obra del maestro. Al final y al cabo, no se le pueden echar margaritas a los cerdos.
Tanta poesía en una única frase…
He llorado con el post. Y luego me he cagado encima!