Debo admitir que el otro día igual me precipité al opinar sobre la nueva Witchblade a cargo de un elenco artístico enteramente femenino.
Es decir, igual el hecho de que sólo hubiera aparecido una entrega y no la hubiera mirado más que por encima podría tener algo que ver. Como disculpa, por supuesto.
El caso es que la semana pasada apareció el segundo número (¿veis? ha durado más) y algunas de las incógnitas que podía generar el number anterior podrían quedar resueltas en el mismo. Sobre todo en lo que se refiere a la ausencia del uniforme de esta Witchblade (aunque esta elección de palabras es desafortunada, pues lo de la anterior era uniforme y ausencia de uniforme a la vez). Por lo pronto, el lector calenturiento ya puede formarse ilusiones atendiendo a que en la portada a la chica se le ve «todo lo negro» ahí abajo.
Por fin algo esperable en un tebeo de Top Cow. Estas cosas aportan tranquilidad. Tampoco he leído esta entrega, por supuesto, hago como todos y me espero a la conclusión de un arco para leerlo de un tirón, pero en la primera viñeta nos apuntan el nombre de la sucesora de Sara Pezzini como portadora del guantelete.
Un nombre poco sugerente ¿esto es de Top Cow? me lo sigo preguntando hasta que pocas páginas después hacen la visita típica detectivesca a un depósito de cadáveres y aparece EL PRIMER DESNUDO DE LA SERIE. Ya tardaba, que vamos por el segundo episodio.
Como siempre sucede en estos casos, las partes pudendas son discretamente cubiertas por oportunos efectos de iluminación. Unos de esos trucos de dibujantes que requiere años de práctica para alcanzar maestría y que no quede forzado.
Aunque igual hay que tener en cuenta que en este aspecto se tienen miles de página de ventaja en hacerlo cuando el cuerpo a cubrir es femenino.
Gracias por el ejemplo con la comba, John. Las aventuras de Alexandra Marie Underwood la llevan también a un club de estriptis ¡sí, sí, Top Cooow!
Aunque quizá la definición más adecuada sería un «club de caballeros«, donde tipos sonrientes pueden gozar de manera tranquila, calmada y respestuosa de la contemplación de mujeres en bikini haciendo contorsiones. Y si el espectáculo es de su agrado ondearán de forma no degradante un billete. También pueden ir a tomar sushi y sake.
Llegados a este punto y con toda la evidencia mostrada arriba no pude menos que aplaudir cuando supe verlo. Lo han hecho.
Supongo que os acordáis de Hulka, un personaje que John Byrne reinventó en una descacharrante serie en la que el leiv motif era que el personaje era plenamente consciente de estar dentro de un tebeo y estaba constantemente rompiendo la cuarta pared. A veces de forma tan literal como romper las páginas del cómic y pasar por las páginas de publicidad para escapar de alguna encerrona.
Y he escrito «reinventó» porque aunque por esto es por lo que más se la recuerda, Hulka fue creada por Stan Lee y John Buscema. Es decir, que Stan percibe royalties cada vez que se reedita la etapa de John Byrne, algo parecido a lo de Marv Wolfman y George Perez cada vez que mi hijo visiona un episodio de Teen Titans Go!
Ha habido otros intentos de hacer personajes así, conscientes de lo que son, el más recordado el propio Masacre, algo que le salió de lujo en su primera película. Pero esta serie de Witchblade ha ido un paso más allá: Witchblade es consciente de ser un tebeo de Top Cow hecho por mujeres y actua en consecuencia.
Es la única explicación y además tiene sentido. Caitlin Kittredge y ROB!erta Ingranata son conocedoras de qué espera un lector de Top Cow de un tebeo de Witchblade, y por eso mismo juegan con esas expectativas retorciéndolas. Un metatebeo que invierte los estereotipos del género. Algo que sólo tiene sentido hacerse, precisamente, desde el escenario que supone un título emblemático del sello de la Gran Ubre. Así es como debe entenderse el título de Alexandra Marie Underwood. Hasta el nombre del personaje ha sido meditado, poniéndole uno anodino en vez de hacer como las otras veces en que combinaban un nombre y un apellido de la Porn Actress Database.
Están probando algo nuevo, algo diferente, y eso es bueno. A ver si haciéndolo ver de esta forma la nueva serie dura más. Entretanto, Top Cow saca un nuevo título conmemorativo de su 25 aniversario, nada menos que Cyberforce.
Eso sí, todo tíos. Veremos si esto dura más, aunque yo la veo muy tapada.