Esperando lo Inesperado

Entre las incontables series de antologias de historias cortas con giro sorpresa Tales of the Unexpected destaca por derecho propio gracias a un conocido hito.

No, no es que hubiera una serie de TV con el mismo título pero que no tuviera nada que ver (y a los que habeis reconocido esta intro ¿ya habeis pedido cita para la revisión de la próstata?).

Y no, tampoco.

Tampoco es porque hubiera OTRA serie de TV con el mismo título pero que no tuviera nada que ver. Avatares del azaroso destino dictaron que una fría y tormentosa noche de Octubre el número 14 de TotU, llevado por una virulenta ráfaga de viento, atravesara la cristalera del dormitorio de un joven e inocente infante…

…marcando su futuro destino blogero y ensuciando su mente para siempre.

Pero no nos engañemos, hay mucho más en la larga andadura de TotU que gorilas verdes que sólo uno puede ver.

También hay gorilas de color normal y perfectamente visibles. Y es que durante su dilatada trayectoria que comenzó en 1956 y terminó en 1978 a TotU le dió tiempo a ser un magazine de historias fantásticas…

…la cabecera contenedora de personajes clásicos e inolvidables…

…como el Ranger Espacial…

…o Robotman el Robotman de la Golden Age Automan…

…hasta terminar siendo otra colección de relatos de terror clásico con portadas de Neal Adams. Y en ese tan extenso como furctífero período tuvieron cabida todo tipo de narraciones. Las que apuntaban a una cierta tensión sexual…

…las que prácticamente anunciaban en titulares su inevitablemente erótico resultado con cuasi pornógrafa alegría…

…y las que, lejos de toda frivolidad carnal, simplemente buscaban explorar nuevos horizontes de la ciencia ficción…

…penetrando sus más remotas fronteras, por así decirlo.

Una trayectoria tan alargada implica necesariamente altibajos en su calidad. No todas las ideas presentadas en TotU germinaron con tanto éxito como las arriba mencionadas. Sus páginas fueron testigo de desvaríos afortunadamente condenados a las nieblas del olvido. Personajes que en este moderno mundo de memes no llegarían ni a la esquina.

Argumentos absurdos como el de ese adolescente terrícola que repentinamente descubre ser el hijo del lider de un lejano imperio galáctico.

Ideas ridículas como ese momento en que un político corrupto teme ser descubierto y planea fugarse a un pais que le acoja favorablemente…

…y el primero en que piensa es España.

O como esta tontísima historia de un Kirby sin duda en plena resaca y con los plazos de entrega echándosele encima…

…sobre un poderoso alieno que viaja por el cosmos coleccionando civilizaciones reducidas guardadas en botellas.

En su debe también hay que incluir los en ocasiones excesivamente prometedores títulos de las historias. Más de un joven de la época debió correr hasta su casa apretando el último número contra su pecho y al llegar a su habitación y abrir ávidamente la página que daba comienzo a «EL SEMENTAL HUMANO«…

…llevarse un chasco sólo superado por aquellos que encargaron por correo unos monos marinos o unas gafas de rayos-X.

Pero sin duda lo positivo sobrepasa a lo negativo. Años y años de historias sólidamente escritas y profesionalmente ilustradas. Estamos ante un quintaesencial tebeo clásico de los que ya no se hacen hoy en día. Una reliquia de tiempos de artistas cumplidores y editores inteligentes e intuitivos. Tan astutos que si de repente la tirada del TotU de este mes había salido con el clásico error de imprenta de inversión de los fotolitos de color y ya era tarde para repetirla…

…lo podían arreglar todo cambiando la portada y reescribiendo el texto de la historia.