En 1994 Roy Thomas escribió un especial del Capitán América llamado «The Medusa Effect» en que mandaba a los Steve Rogers y Bucky Barnes de 1943 a darse un paseo por Madrid, con la excusa de buscar a una mujer que podría tener cierta información estratégica importante para la guerra
Y aquí es donde Rascally Roy empieza a desplegar todos los tópicos en que caen los guionistas anglosajones cuando hablan de España. El primero, unas ligeras nociones de historia que completan a su modo
¿Nueve de cada diez españoles se muestran abiertamente en desacuerdo con el régimen? ¿Nueve de cada diez? ¿Abiertamente? ¿En 1943? ¿Y por eso Franco no se quiso unir al Eje, para que los españoles no se enfadaran con él? ¿Qué tomas, Thomas?
Segundo tópico: el spanglish. Que sí, que Steve Rogers puede perfectamente equivocarse y decir «busco Miss Janice», pero que el nativo le responda «muchos gracias» es menos justificable
Y esa misma viñeta enlaza con el tercer tópico: una corrida de toros. Eso sí, el guionista deja claro que no le gusta nada esta actividad sangrienta y degradante…
…y tiene que venir un señor de Brooklyn a explicar su punto de vista más civilizado a las iletradas masas hispanas. Porque, tópico número cuatro, los españoles son unos seres primitivos y los americanos (y por americanos me refiero a los de la zona de América que se llaman a sí mismos simplemente americanos) son superiores en todo
El caso es que el Capi y Bucky dan con Janice Dare entre 50.000 personas, seguramente porque era la única rubia de la plaza. Y acto seguido ella se cae de la balconada. Porque claro, si se cae alguien de un balcón tiene que ser guiri (esto no es tópico, es empírico)
Tópico número cinco: los toros se ven atraídos por el color rojo, así que el morlaco sale disparado hacia the woman in red
Y ahí va el Capitán América a salvar a la buena señora. Le ha dado tiempo a cambiarse de ropa, saltar desde el tendido y llegar al toro antes que al resto de personas que podrían haber ayudado. Y eso que el picador va a caballo
Momento escudo que sirve para recordar que BUQUI ESISTE
Y el Capitán América vence a un animal de quinientos kilos de un solo golpe porque para eso va su nombre en la portada de la revista
Al espontáneo, en vez de llevárselo la Guardia Civil, en el mundo de Roy le hacen llegar una espada para que remate la faena, pero este se niega a entrar a matar. Recordémoslo otra vez: los americanos son superiores. En-to-do
Superioridad que se vuelve a demostrar porque, mientras que el Capi, Bucky y Janice se escabullen sigilosamente de la plaza «los miembros de la audiencia más atrevidos irrumpen en la arena y patean al toro muerto». Palabra del niño Roy que pasó así
Y se acabó. La visita del primer vengador a la piel de toro ha durado solo diez páginas de las sesenta y cuatro que tiene el tebeo, pero Roy Thomas las ha aprovechado bien. A pesar de la clamorosa ausencia (esta vez) de un tablao flamenco