Egit serp (II)

En la entrega anterior de este texto os avisamos en exclusiva de que ibais por fin a conocer La Verdad. Que el oscuro velo que enturbiaba las aguas del conocimiento sería levantado y todo sería aclarado ante vuestros ojos…en cuanto llegara el momento.

Y ese momento ha llegado.

En un simétrico ejercicio de simetría, si primero fuimos los primeros y únicos en avisaros de que esto iba a suceder, ahora somos prácticamente los últimos en avisaros de que ya ha sucedido. Pero hasta esto tiene una razón de ser, pues si todos los medios dan la noticia al mismo tiempo en seguida se olvida, mientras que si vamos alternando tiempos conseguimos refrescar la noticia y que de esta forma la iniciativa se mantenga viva mientras sea necesario.

Debemos decir que no ha sido fácil llegar hasta aquí. Para poder entregaros la ansiada pieza informativa que merecéis hemos tenido que jugar muchas bazas y mover muchas piezas. No es casualidad que justo antes de que se revele La Verdad hayan habido importantes cambios en las principales cúpulas de la prensa escrita española (cambios que, por otra parte, no nos atrevemos a decir si han sido para mejor). Las cosas han cambiado y el panorama ahora es más propicio para que ciertas cosas puedan saberse.

Y es que se acerca el momento de la publicación de la conclusión de La Cuenta Atrás.

Una obra aclamada, reclamada y necesaria. Portela y San Julián van a concluir su visión sobre cómo catástrofes como la del Prestige afectan al tejido de nuestra sociedad y clase política, conformando los cimientos de los acontecimientos que derivan en la actualidad. Para conocer nuestro presente debemos conocer nuestros tebeos.

Como decía, si esta conclusión puede ver la luz precisamente ahora es porque hay cosas que han cambiado. Y una de ellas, clave en su día para paliar los daños de la tragedia ecológica derivada del hundimiento del carguero, ha sido el auge de la importancia de la participación ciudadana. Las iniciativas populares, los movimientos solidarios, el Nunca Mais, el 15-M, las ONGs…y el crowdfunding.

En otros tiempos, para callar una noticia bastaba con tener en la agenda unos pocos números de las principales rotativas, o ser su principal anunciante. Pero hoy, y mientras no vayan más adelante en sus intenciones de legislarlo, elpueblo unido puede conseguir lo que pretende.


 
Estratégicamente, para cosas de tebeos parece que tendría más probabilidades de propagarse si el período de financiación comprendiese alguna charla y anuncio en el próximo Salón del Cómic, pero ojo que no será así porque esta ronda de financiación concluye a finales de Abril. Así que si te interesa conocer La Verdad ve reservando tu entrada anticipada.

Porque triste es pedir pero más triste es ir tirando de subvenciones.
 

Egit serp (I)

Tened por seguro que esta página que estáis visitando se considera un sitio blanco y familiar. Si bien con el tiempo parece que este principio fundacional se ha ido diluyendo o tomando licencias, sabed que no somos nosotros los que nos hemos desdicho, sino la sociedad la que ha ido evolucionando y nosotros con ella.

Así, es cierto que alguna vez os podeís haber tropezado con alguna expresión malsonante, pero no será nada que no podáis encontrar en las emisiones televisivas en horario protegido para el público infantil, por ejemplo. Y otro tanto sucede con lo tocante a asuntos políticos, a los que tenemos por norma no hacer mención. Y si alguna vez lo hacemos es o bien porque es la situación política la que se está apropiando de recursos propios del tebeo (una etapa más de la normalización), o, como en el caso que nos ocupa, cuando la historieta a la que hacemos referencia tiene una profunda carga política.
 

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La Cuenta Atras (parte I), editado por la gallega Faktoria K de Libros de Editorial Kalandraka (tanta K suelta ya sugiere que deben ser unos rojeras) reporta las consecuencias sociales de una marea negra en un pueblo costero. Muestra cómo los gobernantes median en la percepción de los ciudadanos (a fin de cuentas, sus votantes) mediante rápidas ayudas económicas para enmascarar el desastre económico que supondrá el largo parón pesquero, y con abrumadoras campañas mediáticas en que no se escatiman gastos ni artimañas para que no haya voces discordantes. Si no se habla de un problema, éste no existe, y nadie va a morder la mano que le está alimentando. La costa va bien.

El inteligente guión de Carlos Portela (valga la redundancia) está estructurado de forma regresiva, comenzando por el final cronológicamente hablando y retrocediendo un mes en cada capítulo. Así, se nos presentan al principio las consecuencias, y capítulo a capítulo se desgrana el efectó dominó que ha ido conduciendo a la situación y quién ha mediado y cómo para que la cascada de acontecimientos se produzca. Comenzamos conociendo la situación y retrocedemos para terminar conociendo a los causantes y sus motivaciones.

Especialmente significativo es el capítulo titulado "El Reportaje" en que el cronista de una publicación independiente culmina un elaborado trabajo de investigación sobre el vertido y la actuación de los dirigentes ante el mismo.

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Sin embargo, en el transcurso de una comida de negocios con un representante del gobierno se plantean a las claras los inconvenientes de sacar a la luz una verdad incómoda, sobre todo cuando hay en el aire tanto dinero en forma de campañas informativas para convencer a la población de que todo está solucionado.
 

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El resultado es que tras sopesarlo se decide aceptar la inversión publicitaria gubernamental.

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Y el destino del reportaje no es otro que el más oscuro de los olvidos.
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Sin embargo nosotros como espectadores omniscientes tendremos la posibilidad de a medida que retrocedemos conocer las causas que se nos están ocultando. Se nos puede escamotear el reportaje pero terminaremos conociendo La Verdad. La contrariedad del reportero nos motiva aún más si cabe a avanzar en nuestra lectura, a retroceder en el argumento. Queremos saber.

La obra está pensada para ser publicada en dos partes, y la lectura de la primera deja con ganas de más, de seguir ahondando en el juego de retrospección que el guionista nos propone aunque presupongamos que acabaremos bastante indignados. La primera parte tuvo una acogida bastante buena, con numerosas reseñas por la blogosfera,…
 

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…presentaciones, debates y otros saraos,..

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…y Carlos Portela estuvo entre los nominados a guionista español en el Expocómic de aquel 2008. Hay que aclarar que este hecho era especialmente meritorio entonces, pues a estos galardones se nominaba a menos de la mitad de lo que se hace últimamente.

En definitiva, la publicación de la primera parte de La Cuenta Atrás tuvo muy buena acogida.

Sin embargo, más de cinco años después, la segunda y última parte de este elaborado trabajo de investigación en la que se nos iba a contar La Verdad permanece en el más oscuro de los olvidos.

Durante esta espera, varias cosas han cambiado.

Para empezar, no queda rastro de la primera parte de la obra en la web de su editorial.
 

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Antes de realizar esta obra, su guionista era uno de los autores españoles que más vendían, gracias a su labor en Las Nuevas Aventuras de Esther, un título popular dibujado por Purita Campos y editado por la sucursal radicada en Catalunya de una importante multinacional. Poco después de la publicación de La Cuenta Atrás la sede central de la multinacional dejó de apoyar a la sucursal, se dejaron de publicar Las Nuevas Aventuras de Esther, la editorial tuvo que abandonar su nombre original y poco a poco otros autores fueron dejando de apoyarla. En la actualidad, dentro de la gravedad se mantiene estable.

Todavía hay más. Tras la publicación de la primera parte de La Cuenta Atrás, a uno de sus principales valedores en la Red, el izquierdista Álvaro Pons, le bajaron el sueldo, le escamotearon una paga extraordinaria de Navidad y terminó abandonando la vida pública como cr&iacute
;tico de historieta.

El artista Sergi San Julián también pareció desaparecer del mapa tras la publicación, y no ha resurgido hasta hace poco y ha sido gracias al programa especial de testigos de esta desorganización.

Toda una cascada de acontecimientos sin conexión aparente. Así está la situación a día de hoy. Las circunstancias han desperdigado a los actores y no se atisba una posibilidad de volverse a reunir.

Alguno podría pensar que las cosas han sucedido así sin más, y que puede haber motivos para que cinco años después no haya salido a la luz la conclusión de esta historia. Quizá no hay interés por parte del público, o incluso ninguna editorial quiere arriesgarse con este tipo de material, hay que tener en cuenta que la primera parte se publicó en un momento en el que estábamos publicando por encima de nuestras posibilidades.

Pero en Adlo! nos nos andamos con suposiciones ni hipótesis.

Y es por eso que nos hundimos hasta los codos en el chapapote fango en busca de La Verdad.

El resultado es un laborioso trabajo de investigación que desvela las luces y sombras de este prolongado silencio. Sus causantes y sus intereses. Sus motivos y las consecuencias. Una historia que el cuerpo nos pide contar de una maldita vez caiga quien caiga.

Y es algo que os vamos a contar en seguida.

En la segunda parte de este texto.

Próximamente.