PULPa de tamarindo

Cómo no se debe vender un cómic:

Nos encontramos ante una novela gráfica escrita por Ed Brubaker (Fatale, The fade out, Kill or be killed) y dibujada por Sean Phillips (Fatale, The fade out, Kill or be killed) en que los autores nos trasladan a la década de los años 30 en los Estados Unidos, concretamente a la ciudad de Nueva York, donde conoceremos a Max Winter, un escritor de novelas pulp que se haya atravesando varias crisis simultáneas (laboral, de salud, existencial) hasta que conoce a un hombre llamado Jeremiah que le ayuda a reencauzar su vida. Esta obra entraría dentro del género negro en el que tan bien se desenvuelven sus dos autores, y más concretamente bajo el paraguas de la antología Criminal, que aunque nació con otra intención, se ha ido convirtiendo en una marca que el tandem creativo usa para agrupar relatos autoconclusivos sin relación unos con otros. El dibujo de Phillips es tan sólido como siempre, y sabe plastar acertadamente la ambientación en la que nos sumerge la escritura de Brubaker, ya sea en la oscura cara de la ciudad en que transcurre la secuencia principal del relato como en los flashbacks al legendario far west que revive Winters en sus novelas, pero que para el protagonista nada tiene de lejano ni de legendario sino que sigue vivo en sus recuerdos y en sus pesadillas

Cómo se debe vender un cómic:

¡Vaqueros contra nazis! ¡Gente, VAQUEROS CONTRA NAZIS! ¡A TIRO LIMPIO! ¡No digáis que no mola!

¡Autor! ¡Autor!

Nos acercamos al Saló de Barna y con él a uno de los grandes atractivos; Los autores invitados.
Ya sabemos que la ausencia de ROB! rebaja algo el nivel de estos pero aún así siguen siendo mayoría los autores que, en algún momento de su carrera, crearon unas obras rompedoras y GENIALES!

Por fortuna venir a España parece algún tipo de tradición iniciática entre los autores. No puedo más que imaginarme una de esas reuniones entre autores en las que sale el tema de los viajes a Europa. «Yo estuve en Barna una vez» «Pues a mí, además, me llevaron a Avilés» «¿Qué es eso de España, chicos?» dirá el novato minutos antes de sentir cómo, de nuevo, los auténticos profesionales consolidados le hacen el vació. ¿Cabe en alguna cabeza que un profesional de auténtico renombre no haya estado jamás en España? Solo unos pocos lo han hecho, y todos ellos (con ROB! a la cabeza) porque tenían cosas que hacer más… urgentes. Sí. Eso.

Pasemos pues a analizar los cómics que se le pueden llevar a firmar a estos autores para que noten que no hemos olvidado que un día rozaron la grandeza de ROB!.

Starlin y Wrightson crearon a medias una obra que merece nuestra atención. Y no me refiero a «Batman: The Cult«. Estoy hablando de «El Extraño» que es una obra seria. Muy seria. Tan seria que la Liga de Giffen y DeMatteis era tomada en serio. Por separado Starlin sigue haciéndose un nombre entre los ADLáteres de buen corazón con obras como «Factor X: Prisionero del Amor» y Wrightson… logró éxitos como esos complementos de Dreadstar centrados en el Capitan Tan (o la Chilindrina, ya no recuerdo).

Pero hay más autores invitados que merecen un vistazo. Phil Jiménez, por ejemplo. Y no se trata del último tomo de Norma de WW. Jiménez realizó una historia aparecida en los «Green Lantern» de Vid sobre el bar de Guy Gardner… La conjunción cósmica potenciada por la brillante edición hace indispensable que quien lo tenga se lo lleve a las firmas.

J. G. Jones participó con gran acierto en los «Webspinners» de Spiderman, ¿qué mas hace falta decir? Ah, claro, el número.

En este otro número, dentro de esa misma colección, otro invitado, Sean Phillips, realizaba una hiostoria con guiones de Zimmerman. Ese gran protegido de ADLO!. Y es que si algo sabe hacer Phillips es escoger a sus guionistas. Por eso no es extraño encontrarle también dando vida a las ideas de CHUCK! Austen en el «Patrulla X» #106 de Panini.

Que no se diga que dejamos de lado a los guionistas, porque aunque a Brubaker no le vayas a llevar eso de «Sleeper «en el que se destroza a un personaje tan bien manejado como Tao (que ganó mucho en cuanto el barbas ese rescatado por ROB! dejó los guiones) hay cosas como su participación en «Coup D’Etat» (Policía de la Edad en spanglish) que merecen ser recuperadas por esta desorganización.

Mientras tanto Oeming sufre el problema de no haber logrado que le editen en España alguna de sus grandes obras como «Stormbreaker» en la que recuperaba a Billy Rayos Beta o ese «Quixote«, indispensable en este año cervantino que sufrimos. Pero si tienes acceso a una tienda de americano… Y si no tendrás que conformarte con que te firme, por ejemplo, ese brillante tebeo conocido como «El Monje«.

No vamos a alargarnos mucho más. A Ralph Köenig bastará con acercarle un Víbora y dejar que sea él quién contemple a sus compañeros de revista. Suponiendo que venga y no tenga otra enfermedad, como la que le apartó de Barna el año pasado.

Finalmente, tendremos a Adam Hughes. Ya sé, alguno dirá, «Llevadle Star Trek: Deuda de Honor» otros gritarán «No, no, mejor portadas del Tomb Raider» pero nosotros sabemos que lo que realmente hay que llevarle es… no. No vamos a decir su «Monográfico Dolmen«. Sino a los EDITORES de ese tomo igual que no habría problema alguno en que se le acercaran los de Kaleidoskope.. Estoy seguro de que no costará mucho hacerle una foto con ellos (cuando vaya a su stand a firmar ejemplares, por ejemplo)

Aunque todos ellos se verían eclipsado si consiguieran convencer a ROB! de que venga por aquí… a ver si para el Expofriki sacan el tomito de su última mini y tiene lugar el Advenimiento.