Llevamos un par de semanas que el mundillo del celuloide no nos da más que disgustos. No no, hablo de lo de Harvey Weinstein. Quién lo hubiera dicho, si era una bellísima persona, casi tan bueno como Robert Redford. O más. ¡Cómo será de gordo… digo lo de sus delitos… que en esos 15 días nadie se ha incorporado y luego abandonado el proyecto de película de Batman!
Pero bueno, esto es un blog de tebeos ¿no? Así que hablemos de tebeos y de los hombres que los escriben. Como Ron Zimmerman.
Y no dejamos el tema de autores que saltan del séptimo al noveno arte y luego de vuelta porque ahí donde lo veis el hijo del matrimonio Zimmerman tiene a sus espaldas una larga carrera de guionista de la cosa audiovisual, con destellos como un episodio de Los Simpson en su etapa cumbre (la de ahora) o uno de la mismísima VIP. Si hasta tiene su propia página de fans en Facebook. ¿Verdad que no extraña nada que Cher se lo agenciara?
(aquí cantando rodeada de marineros, con su siguiente disco dió una GRAN SORPRESA al reinventarse como icono del mundo gay)
Pero, como ya he dicho, este es un blog sobre tebeos y los hombres que los escriben. Y a principios de siglo (XXI) Ron tuvo a bien honrar al spiderverso marveliano con su presencia. Un paso que se plasmó primero en un serial en Marvel Comics Presents y después en una miniserie protagonizada por el (entonces) único vástago del (entonces) fenecido Kraven el Cazador y referencialmente titulada Get Kraven.
En ella nuestro homónimo protagonista decide mudarse a la Ciudad de las Estrellas LALALAND para producir una película. Siendo un guión escrito por un residente de dicha urbe no resulta extraño que la historia esté trufada de poco disimuladas referencias a la gente del Negocio del Show pero el mérito de Zimmerman es no olvidar que transcurre en un universo superheroico. Y ya sabemos que la medida del (super)heroe la da su (super)villano.
Y pocos tan inolvidables los ha habido como los Hermanos Rothstein.
Dos infraseres repugnantes tanto física como moralmente que sólo podrían existir en el mismo mundo de fantasía en el que viven Dormmamu, el Doctor Muerte y Howard el Pato.
Porque al fin y al cabo uno podría entender que intenten sabotear el proyecto de Kraven por aquello de la territorialidad pero su maldad va mucho más allá. No conoce límites, como los plazos del procés y el contraprocés. Los Rothstein tienen por costumbre adquirir guiones y… ¿estais sentados…?
¡REESCRIBIRLOS!
Es mérito de la pluma de Zimmerman mantener un delicado equilibro entre el Más Grande que la Vida™ y la credibilidad. Sus villanos nunca resultan exagerados por mucho que cometan atrocidades imposibles en el mundo real como amenazar a actores, incumplir acuerdos…
…o violar a la novia de Kraven.
En estos tiempos de recopilatorios y reediciones sería interesante recuperar Get Kraven, sin duda una pequeña joya semiolvidada, ejemplo de que las narraciones de distopias pesadillescas que muestran un reflejo tenebroso de nuestro mundo no siempre requieren un apocalipsis previo para tener lugar. Quizá eso podría volver a atraer a Zimmerman al spiderverso e incluso regalarnos una historia sobre ese villano al que sólo osó mencionar de pasada en su miniserie.
Un tal «Kevin Smith»