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El embeleso de la Mujer Araña
Cuando Sony decidió que iba a hacer películas con los personajes de Spider-Man una de las primeras cosas que anunció era que tenían un proyecto para que lo protagonizara una mujer. Rápidamente las apuestas fueron a por La Gata Negra, Tía May y, por algún motivo, Spider-Woman. Al final la película que ha salido adelante ha sido Madame Web. Y si para eso han tenido que hacer cambios en los tebeos, pues se hacen.
Bien es cierto que durante tiempo no se sabía qué iban a hacer. Entre noticias y rumores, además de la famosísima Black & Silver co-protagonizada por Black Cat y Silver Sable, y que ahora mismo se supone que va a ser tres películas (una para cada una y luego la peli juntas) pero para cuando termine el año posiblemente no sea ninguna; también se supone que se pensó en un thriller con Jessica Drew, en una peli juvenil con Spider-Gwen o con May Mayday Parker, en algo parecido a Spider-Verso pero con mujeres y, por motivos que solo puedo atribuir a una Singularidad de la GENIALIDAD!, a Trouble.
La decisión final parece haber sido hacer un batiburrillo. Lo que, como poco, resulta consistente. Sobre todo con el personaje de Spider-Woman. Porque para eso va a ser de lo que hablemos hoy. Y para los que se quejan de los post kilométricos y que me voy a terminar el espacio de internete he tenido una nueva idea para contar esto. ¡EL POST DENTRO DEL POST!
PERO… ¿QUIÉN FUE LA PRIMERA SPIDER-WOMAN?
La primera Spider-Woman en aparecer lo hizo en 1975 y se llamaba Valerie. Valerie la Bibliotecaria, en concreto. Era parte de The Electric Company, ese programa en el que Spidey aparecía regularmente. Un programa educativo y que mostraba bastante diversidad, por lo menos en la parte racial, y de ahí que sacaran Spidey Super Stories, el mismo nombre de su sección en el programa. Si aquella era una versión de ‘imagen real’ -la primera de Spidey– su paso a los cómics nos permitió cosas como esta imaginación de una Spider-Woman. La pesadilla de los malhechores y de los Republicanos: Mujer, negra, bibliotecaria.
No apareció mucho, eso sí. Aunque la colección duró 57 números. Lo que lo sigue poniendo en la parte de arriba de las series de Spidey. Y, como veis, demostró ser una serie innovadora y presciente en muchos aspectos.
Pero muchos,
muchos.
DE ARAÑA A MUJER
Por lo demás, podemos avanzar dos años. Hasta el Marvel Spotlight #32 en el que la visión de Stan Lee llegó, una vez más, a los quioscos -o donde sea que se compraban en los setenta los cómics- demostrando su pensamiento privilegiado. Y su decisión de no callárselo. Por ejemplo, cuando le hicieron una especie de entrevista en la Universidad James Madison que luego fue reproducida por The Comic Journal.
Y en la que dice, directamente:
Ah, sí… ¡DEPRISA, AL ALTAVISTAMÓVIL!
ASKERGEN: Esto es en un nivel un poco más inmediato. En algunos artículos que Marv Wolfman ha publicado en un par de fanzines, menciona de pasada que quería hacer algunos cambios en el personaje de Spider-Woman…
LEE: Ni siquiera he leído esa maldita cosa. [Risas] Puede que lo haya dicho y no lo recuerdo, tal vez fue el disfraz o algo así.
ASKEGREN: ¿Qué tipo de pensamiento entró en ese personaje? ¿Fue solo un nombre que apareció?
LEE: Sí… ¿sabes por qué lo hicimos, de verdad? De repente me di cuenta de que alguna otra empresa podría publicar rápidamente un libro como ese y afirmar que tiene derecho a usar el nombre, y pensé que sería mejor hacerlo muy rápido para proteger el nombre. Así que eliminamos uno rápidamente y eso es exactamente lo que pasó. Quería proteger el nombre, porque es el tipo de cosas que alguien podría decir: «Oye, ¿por qué no sacamos una Mujer Araña? No pueden detenernos».
ASKEGREN: DC tiene una Power Girl…
LEE: Exacto, y eso me molesta bastante. De hecho, eso me recuerda que tengo que preguntarle a la abogada; se supone que va a iniciar una demanda por eso y no he oído nada. No me gusta la idea… Ya sabes, hace años sacamos a Wonder Man y nos demandaron porque tenían a Wonder Woman, y yo, siendo un caballero [Risas], dije está bien, descontinuaré Wonder Man. Y de repente tienen a Power Girl. Oh chico. Que injusto. Sí, recordaré comprobarlo. [En broma] Rodarán cabezas.
Efectivamente, Spider-Woman aparece en 1977 por el motivo más noble posible: Que una empresa pueda ejercer los derechos de copyright sobre un nombre, sin importarles mucho el contenido.
Os preguntaréis si realmente tenían un motivo para pensar que eso iba a suceder. Y yo os diré que de Web Woman hablaremos otro día.
Así que volvamos a los cómics.
Por obra de Archie Goodwin (en su doble papel de guionista y editor) y Sal Buscema -a partir de un diseño de Marie Severin, ¿podría haber dibujado el número Severin? Eso es otra pregunta.- conocemos a… Arachne. Sí, aún no era Jessica Drew, ya llegaremos a eso. Arachne es…
Una joven con poderes a la que acusan de bruja en un pueblecito centroeuropeo y a la que el odio de sus conciudadanos lleva a unirse a una organización criminal. Un argumento nunca antes visto.
Pronto se convierte en un valioso operativo, especialmente cuando se echa novio, y ese novio es capturado por SHIELD, y ella jura vengarse.
Y lo hace.
Al menos… hasta que descubre que en realidad son… FAKE NEWS.
¡Él nunca la amó! ¡Sólo quería usarla para acabar con Fury! ¡Ni siquiera la acepta, la considera una repulsiva criatura! ¿No es como para cortarle la… ¿Qué? Es de HYDRA, le volvería a crecer. Bueno, sí, le crecerían dos y sería un follón, tenéis razón. Mejor no cortarle la… cabeza.
Total, que se va a hablar con su jefe y este le confiesa que sí, que efectivamente y que, de hecho, tiene un origen secreto. Tiene mucho mérito porque tardar 7 páginas en retconear un origen debe de ser algún récord incluso para Marvel. Total, que descubrimos que detrás de esta joven a la que sus conciudadanos acusaban de bruja y blablabla estaba…
¡EL ALTO EVOLUCIONADOR! Sí, y los Caballeros de Wundagore. No sabemos si Bova la cuidó cuando era pequeña, eso también es cierto. El asunto es que Arachne le queda claro que, en realidad, es una araña con forma de mujer. Y no es el único recuerdo desbloqueado.
Por supuesto ella, como buena superheroín… supervill… como buena pers… como buenamente pudo se lo tomó con entereza.
Más o menos.
La aventura acaba con ella habiendo ayudado a SHIELD a acabar con ese grupo de HYDRA, pero sin cruzarse con ellos. Dando vueltas perdida.
Como buena añagaza editorial podría haberse quedado ahí. Pero estaba Marv Wolfman por medio. Que estuvo convenciendo a Stan Lee de que le diera una oportunidad, que él tenía ideas. Eso le llevó a una aparición en Marvel Two in One que usó durante cinco números, y con Ron Wilson de dibujante, para una miniserie de lanzamiento encubierta que se centraba en lo que claramente necesitaba más. Una nueva revisión de su origen.
Que quede claro que no es una araña convertida en mujer sino… otra cosa… Pero definitivamente una mujer. Ya está bien de discusiones y definiciones.
Una vez que ya estaba claro que era una mujer y no una araña, y por tanto al lector no tenía que darle asco… ahm… leer sus cómics. Eso. Tocaba la segunda parte del plan.
Una vez puestas las piedras para lanzarlo pudo, por fin, hacerse la serie regular.
LA SEGUNDA PRIMERA MUJER ARAÑA.
En la que se hacían algunos cambios claramente necesarios. Y no me refiero a poner a Carmine Infantino a dibujarla. No solo. Por ejemplo, en su origen. Sí, otra vez. Volvemos a Wundagore y El Alto Evolucionador, -que a estas alturas ya debe de ser El Jarto Evolucionador, qué digo, el Jartísimo– pero esta vez…
Y ahí volvemos al momento del Spotlight.
En fin, ¿qué podemos decir de todo esto? Además de que un científico que dice «Nunca pensé que el uranio afectaría a Jesse» está, claramente, cerca del Nobel. Ah, sí, porque ya tiene nombre: Jessica Drew. Una chica inexplicablemente sensible al uranio.
Por supuesto, y como hemos visto de antes, Stan Lee tenía opiniones sobre cosas que había que arreglar. Fundamentalmente el traje. ¿Y qué cambia en el traje? Efectivamente, el pelo.
La forma de lograr que no la relacionen es, por supuesto, teñirse el pelo. De esa manera nadie pensará en la chica que… ahm… ahora tiene el pelo teñido también. Parece que aún faltaba para que Hanna Montana les explicara cómo usar las pelucas.
Además, Marv Wolfman decidió escribir una extensa carta explicándose:
Por supuesto lo más interesante es cuando dice cosas como que no han cambiado nada de lo que Goodman escribió, solo añadido. Por ejemplo, Goodman escribió Es una araña convertida en mujer y él solo añade delante Es una chica que ha olvidado su pasado y cree que. Pequeñas cosas que nada alteran.
También explica que no va a tener historias ‘estrictamente‘ superheroicas como Spidey, no va a combatir monstruos como en el Marvel Two in One y, aunque en su texto no lo ponga, ya os digo yo que tampoco va a ser una de espías como en su primera aparición en el Spotlight. Que va a combatir el crimen ‘a pie de calle’.
Ah, y también dedica un buen párrafo a explicar el nombre. Que es el de su hija. Pero porque le convencieron, eh, que él no quería.
En fin, un inicio que mostraba que Wolfman tenía ideas para el personaje.
Muchas ideas.
Y muy variadas.
Qué puedo deciros, los números pares son así.
Lo cierto es que entre la aparición del misterioso Magnus y el ponerle un novio de SHIELD -con el que se niega a colaborar-, más hacer a sus antagonistas gente como los Brother Grimm, The Hangman o El Hombre Lobo parece que hay un cierto interés por lo macabro en la serie. Al fin y al cabo una mujer necesita tener aficiones…
Necesita tener VARIAS aficiones.
Pero bueno, lo importante es que Wolfman siguiera con la… ah, cierto. En el número 9 (1978) decide dejar la colección. Y es raro…
Parecía tener cuerda para rato.
Wolfman había sido guionista y editor de la colección hasta el número 8. A partir del 9 se repartirían el trabajo entre Mark Gruenwald -el guión- y Roger Stern -la edición-. Infantino aguantaría a los dibujos. Gruenwald seguiría con la idea de meter elementos en el lado de lo grotesco, incluyendo la decisión de que las feromonas de Jessica inducían al terror y debía corregirlo. La llegada de Gruenwald coincidía, además, con la aparición de la serie de animación -bueno, más o menos animación- del personaje aprovechando un acuerdo de Marvel. Sería la última serie de DePatie-Freleng Enterprises / Marvel Comics Animation, que ya habían colaborado con la ABC a finales de los sesenta. Y que a finales de los ’70s regresan, en general con la NBC, hasta que Web Woman -sí, ya, prometo hablar de ella en algún momento no tan lejano– puso a Marvel a moverse para sacar adelante esta.
Por suerte este no es un posteo sobre las series de animación de Marvel -apuntadlo para futuros- así que volvemos a los cómics. En los que esta popularidad se vio reflejada en… Nada en absoluto.
GUIONISTAS, DIBUJANTES, EDITORES Y TODO LO DEMÁS
En esos nueve primeros números la serie había pasado de ser una de las más vendidas a una más. Daba igual los esfuerzos de Wolfman o la decisión -suya y de Stan Lee– de mantenerla separa de Spidey. Parecía que eso no ayudaba a las ventas. Y eso llevó a la siguiente decisión. En el número 20, en agosto de 1979, por fin se cruzarían sus caminos.
No solo eso, sería, además, la señal de un cambio. Otro. Infantino se haría ido de la serie en el 19 y Gruenwald se quedaría solo hasta ese mismo número 20. A partir de ahí se haría cargo de la colección Michael Fleischer. El problema es que seguían teniendo problemas. El número 20 presentaba al nuevo dibujante, Frank Springer, que duraría solo hasta el 22. A continuación Trevor von Eedon aguantaría dos números, hasta la entrada de Steve Leialoha en el 25. Para entonces habría entrado también, por fin, un nuevo editor. Porque Roger Stern se marchó en el 19 y del 20 al 24 había estado ejerciendo Jim Shooter en un doble puesto como Editor en Jefe y Editor de la colección. Hasta que logró meter a Denny O’Neil.
El problema más obvio es que para ese número 25, que debería haber servido para celebrar los poco más de dos años continuados de la serie, el recuento que se hacía era de tres guionistas, cuatro dibujantes y otros cuatro editores. Un carajal que demostraba lo que los lectores notaban: Nadie tenía muy claro qué hacer con el personaje. Algo que se notaba también en los secundarios.
Los dos secundarios de Wolfman: Magnus y Jerry Hunt, habían desaparecido de la serie con Gruenwald, el primero en mitad de una desaparición que nunca se habían molestado en explicar demasiado, el segundo poco menos que en un coche para que se largara. Gruenwald no creó más que a una secundaria, Lindsay McCabe y, en realidad, solo apareció en tres números, dos de ellos hacia el final de su estancia. y su estatus como amigas solo se cimenta… en su último número en la colección.
Cierto es que Gruenwald hizo cosas con otros cabos sueltos de la marcha de Wolfman, como la historia detrás de Brother Grimm. Quizá no muy bien anudados, pero algo era. Le toca a Fleischer organizar las cosas, y primero lo intentó con un espantoso personaje masculino como novio. Con un intento de darle un policía ‘de apoyo’. Con el intento de usar más a McCabe. Y con un secundario que era también para verlo. Además de eso la convirtió en cazarrecompensas.
El resultado fue… digamos que irregular en el mejor de los casos. Para este 25 se había quitado -menos mal- de en medio al novio, también a McCabe, del policía se acordaba a ratos. Así que solo quedaba… el secundario.
Scotty McDowell era un criminólogo en silla de ruedas que reunía la información y ayudaba a Jessica. Un personaje que siempre se estaba quejando de que no se fijara en él más que como ayudante.
Las ideas de Fleischer habían sido… particulares. Incluida una historia con un asesino payaso. No, no un payaso asesino sino algo más cercano a… la realidad, digamos.
O algún nuevo supervillano como… ahm…
Fleischer entró en el número 21 y saldría en el 32. Tras un nuevo intento de que aquello funcionara, que incluía que el ayudante sufriera una transformación en el supervillano The Hornet. E incluía la participación de The Fly en la trama.
De nuevo el final de la etapa coincidió con un intento de relanzamiento por parte de la editorial. Aparición en un Marvel Two in One junto a Hulk, escrito por Steve Grant y dibujado por… Infantino. Así como un cameo en Amazing Spider-Man.
El número 33 fue de transición, con un guión de DeMatteis que entró aquí como podía haber ido en cualquier otro lado y en el que Spider-Woman pintaba poco o nada. Pero todo fuera por preparar al nuevo equipo para el número 34. (Octubre 1980)
Esta vez desembarcaba un peso pesado de la compañía: Chris Claremont se encargaría de la serie. Llevaba desde 1975 en los X-Men, había estado escribiendo números para alguna otra colección y, en general, ¿que es lo peor que podría pasar?
Claremont decidió que había que cambiar su ciudad de residencia, librarse del de la silla de ruedas en cuanto pudiera y convertirla en otra cosa. Por ejemplo, en detective privado.
Por supuesto a los genios hay que permitirles muestras de GENIALIDAD! Como dejar bastante claro que le importaba bien poco lo anterior, que así pueden decir que son RUPTURISTAS. Pero para que quedara claro que en realidad sí que se había leído los tebeos antiguos rescató a Lindsay McCabe como secundaria con, de nuevo, ningún interés por si tenía sentido o no lo que estaba haciendo. ¡Que quedara claro quién mandaba ahí!
Por supuesto el nuevo relanzamiento sirvió también para sacar al personaje en más sitios: Bubble Funnies Mini Comics que salían en los chicles o en cómics promocionales del 7 Eleven como Together for the First Time. Ya en 1980 habían sacado un disco acompañado por un cuaderno coloreable de actividades que unía de nuevo a Spider-Man con Spider-Woman, así que parecía que por lo menos por ahí podían rascar algo.
Pero, además de esto, empezaron a sacarla en sitios como Uncanny X-Men, que para eso tenía Claremont que intentar algo, también en un Anual de Vengadores, el 10, en el que su participación casual en un momento clave del Universo Marvel facilita que salga en flashbacks de cuando en cuando -vamos, que es la persona que evita que Ms. Marvel se hunda y muera en el río cuando Pícara cuando se dedica a robarle los poderes y tirarla desde el Golden Gate. Un pasaba por ahí como otro cualquiera.-, otro Marvel Two in One, en Dazzler o considerada como Vengadora en el 221 (1982), casi a la vez que el Conquest of Champions.
En la serie regular también se intentaba por todos los medios que aquello funcionara, incluyendo visitas de personajes inesperados…
Pero no había manera. Parecía que nadie tenía muy claro qué hacer con el personaje o cómo tratarlo o qué quería leer la gente. Así que decidieron dar otro volantazo más en el número 46 (Junio 1982). Se llevaron de nuevo a Mark Gruenwald. Pero esta vez de editor. Fue una llamada que podemos resumir en dos puntos: Hola, Mark, hemos decidido que seas el nuevo editor de Spider-Woman. y Por cierto, la cerramos en el 50, tú verás lo que haces.
Lo que hizo fue quitarse de en medio a Claremont -que había estado junto un año, del 34 al 46- y a Leialoha -que estuvo del 25 al 46, superando por dos los 19 números que aguantó Infantino en el título-, y decidir que de perdidos al río, contando con dos jóvenes rupturistas: Ann Nocenti a los guiones y Brian Postman a los lápices. Sería una etapa…
TODA NUEVA.
Lo cierto es que sirvió para foguear a ambos, pero poco más. En cuatro números no da para mucho, sobre todo si el editor quiere que los últimos hagan un repaso por el personaje y la gente con la que se ha encontrado. A ratos un tanto meta. En otras prácticamente Vértigo -un poco pronto, también es cierto-. Lo cierto es que lo más sonado fue la decisión del número final. Ya desde la portada.
Por si os lo estáis preguntando, sí, son Ann Nocenti, Mark Gruenwald y otros miembros de Marvel caracterizándose para este fotomontaje. Por lo menos se lo pasaban bien, supongo.
Pero, además, decidieron irse por todo lo alto. La recuperación de personajes antiguos sirvió, por ejemplo, para que alguien se acordara de Magnus -probablemente Gruenwald, que es el que se lo había quitado de en medio y dejado como ‘ya veremos’- para finalmente contar su historia y pasado poniéndole junto a la protagonista en una batalla contra Morgana LeFey. Al final de la cual…
Sí, el espíritu de Spider-Woman, salido de su cuerpo para la lucha, volvía y se encontraba a su encarnación física muerta. Así que, para que no sufrieran, le pedía a Magnus que la borrara de la memoria de todo el mundo.
Por algún motivo ignoto esto sí que no gustó. Vale que tras 50 números habían tenido a cinco guionistas, cinco editores y seis dibujantes. Pero tanto como para hacer que se olvidara la gente… Con la de problemas que eso da. Por ejemplo, que te pille este número 50 justo en medio de una aparición en Capitán América. Con el último número saliendo después de esa muerte.
Así que Gruenwald, en cuanto tuvo la oportunidad, hizo para que se deshiciera esta situación. De manera literal. Porque si en su época era guionista mientras que Stern era el editor ahora él era el editor de una serie en la que Stern era guionista. Si en el número 50 de su serie (febrero 1983) sucedía esto, en Vengadores 240 (noviembre 1983) sucedía… otra cosa.
Así que, recuperada para la vida, por fin podía Jessica Drew volver a ser la Spider-Woman que… Ah, no, espera. Que en Marvel decidieron tirar por otro lado. Su regreso a la vida iba con el añadido de la pérdida de poderes. Y ella tampoco parecía muy molesta.
En la mini original de West Coast Avengers sale ejerciendo de detective privado en San Francisco, estableciendo que no tenía intención o ganas de mezclarse con asuntos superheróicos de nuevo.
LA OTRA MUJER
Unos meses más tarde, en julio de 1984, en otra serie con guion de Roger Stern, Doctor Extraño, veíamos al doc echándole un ojo a ver cómo iba Jessica, viéndola vestida paisano aunque colaborando con The Shroud (uno de esos personajes que ya llegará su letra) y trabajando de detective.
No fue lo único que salió ese mes. El séptimo número de las Secret Wars nos traía a…
Ya nos habían dejado claro que Jessica Drew había decidido dejar su vida como Spider-Woman, así que nos podían presentar a esta nueva Spider-Woman… de la que, en realidad no se decía mucho -probablemente no lo tenían decidido- más que Spidey usaba un traje negro muy parecido al suyo. Algo que parecía pensado por Shooter para que se especulara sobre lo que pasaba en ese planeta, quién era esa persona, y cuál era su relación con el arácnido. Todas ellas cosas que… no se explicaban.
Y después de eso estuvo -estuvieron, incluso- dos años sin aparece en ningún lado.
Cuando, finalmente, esta nueva Spider-Woman reaparece lo hace como parte de la segunda versión de Freedom Force en The Uncanny X-Men 206, puesta ahí a dedo por Val Cooper. En un número que tiene, además, la particularidad de que los X-Men estaban visitando San Francisco, un par de números antes habían estado con Jessica Drew y, en este número, las dos encarnaciones se encontraban.
No mucho ni para mucho, pero se encontraban.
Y vuelve a estar con FF en X-Factor 8 y en The Avengers Annual 15, en el que rompe con ellos para ayudar a Los Vengadores. Tres meses más tarde reaparece en Iron Man 214 (Octubre 1986), en un número guionizado por Danny Fingeroth en el que el latas cede el protagonismo a favor de enormes cantidades de tiempo para ella. Conocemos su nombre, Julia, y a su hija, Rachel, en un número supervisado por Gruenwald que sirve de prólogo a la miniserie de Danny Fingeroth y Keith Pollard para esta Spider-Woman que anunciaban para muy pronto…
Taquiones mediante, supongo. Porque, en lugar de esa miniserie anunciada la vemos de nuevo, tres meses más tarde, contra el Escuadrón de Demolición en Peter Parker, the Spectacular Spider-Man #125–126. En el que JJJ ha tenido la idea de que si ambos son Spider-Personas deben de estar conectados de alguna manera. Lento pero seguro, JotaJota. En el lado bueno, nos dejaba viñetas… viñetas.
La historia la firmaba, de nuevo, Fingeroth, aprovechando que le había tocado por allí, aunque en los dos números que duró le pusieran a dos dibujantes distintos: Jim Mooney y Alan Kupperberg. Por supuesto esto no evita que acabe, de nuevo, prometiéndonos una cercana serie de Spider-Woman.
La viñeta es casi la misma. Pero ahora, además de sus ganas de venganza, tenemos también la historia de ‘auténtico empleador’. Sea como sea, uno esperaría que, ahora sí, la serie de Spider-Woman -la nueva- estuviera cerca de aparecer.
En lugar de eso, medio año más tarde, ya en junio de 1987, reaparece mencionada de rondó en Web of Spider-Man que escribía… Danny Fingeroth, por supuesto. Y ya lo siguiente, tres años después, fue un cameo en febrero de 1990 en Silver Surfer: The Enslavers.
¿Qué fue, mientras tanto, de Jessica Drew? Pues allá seguía en pequeñas apariciones, en aquello de The Evolutionary War de los Anuales de 1988, y luego, ese mismo año, convirtiéndose durante cosa de año y medio en secundaria de la serie de Lobezno, de nuevo con Claremont por medio, como detective en Madripur junto a Lindsay McCabe. Habiendo recuperado algo de su antiguo poder pero ni todo, ni queriendo recuperar aquella otra vida. 10 números duraría Claremont, 6 la mantendría Peter David. A partir de ahí volvería solo en alguna ocasión a la serie. Y mientras, de nuevo, aparecería aquí y allá. Con los mutantes de Claremont ya con Silvestri dibujándolos, por ejemplo, ya en 1990.
Alrededor de un año después, en marzo de 1991, sería la segunda Spider-Woman, Julia, la que es recuperada. Aunque aún no para esa miniserie que anunciaban un lustro antes. En lugar de eso acaba apareciendo como invitada en el 70 del que ya era tercer volumen de los WACOs, que ahora habían pasado a llamarse Avengers West Coast. Lo hace, esta vez, de manos de Roy y Dann Thomas y presentándonos, siete años después de su primera aparición, su apellido. Ella es Julia Carpenter.
LA MUJER CON NOMBRE
A partir de ahí los eventos se suceden. Se junta de aquella manera con ellos, le confiesa su identidad secreta a su hija (en el 75), y ya que estaba en el grupo, va asomando por distintas series: Avengers -claro-, Wonder Man, Captain America, Fantastic Four, Infinity War, Darkhawk, New Warriors, Iron Man, Secret Defenders, Super Soldiers (Sí, Marvel tuvo una serie llamada Super Soldiers, ya llegaremos a la S), Infinity Crusade… hasta llegar al Avengers West Coast 100 -treinta números más tarde-, al año 1994 y, finalmente, a la famosa miniserie.
Tan noventero como os podíais imaginar.
En cuanto a esta miniserie, supongo que no hace falta decir que a estas alturas -y por si no os lo imaginabais- ya no era obra de Fingeroth, no digamos ya de Pollard. Fingeroth había dejado de ser editor de Spidey y se había centrado en escribir otras series como Dazzler o Darkhawk. Y dedicarse a cosas más agradecidas como trabajo para museos, asociaciones o lamerle el… escribir diversos libros sobre figuras importantes del cómic. Sí. Eso.
En su lugar estaban Roy y Dann Thomas -que se habían encargado de ella en los WACOs-, y John Czop al dibujo. Así que diez años después de su presentación y ocho desde la primera vez que se habló de darle una mini, por fin había llegado su momento. Cuatro números, eso sí. Y, con ella, un pasado, un origen para los poderes y todas esas cosas. Con lo poco que habían dado de contexto siendo encajado a martillazos, a veces de manera especialmente GENIAL! como el encargado que tenía cuando trabajaba encubierta para Val Cooper, que Fingeroth había dejado claro que tenía que ‘pagar por aquello’ descubriéndose ahora que aquello era…
que el tipo era un antiguo pretendiente de su madre rechazado a favor de su padre.
Un motivo para todo ese odio tan bueno como cualquier otro, sin duda… Pero, en fin, no es lo único que nos encontramos. También que el CSA no dejó que Carpenter se llamara Arachne, por lo visto porque otra persona se había pedido primer.
La mini duró 4 números, entre que había llegado el final de los WACOs con el número 102 y que empezaba su siguiente ‘versión’, de nuevo con Carpenter: Force Works. Bueno, eso y apariciones de fondo en la muy noventera serie de Scarlett Witch, claro.
Lo que no volvió -y decir ‘volvió’ quizá es darle demasiado empaque a la mini- es a tener serie propia. Pero bueno, era 1994, era la Spider-Woman oficial, y estaba saliendo en sitios mientras que Jessica Drew estaba… ¿Dónde estaba?
Pues lo cierto es que no estaba demasiado. Alguna vez alguien contaba lo de Pícara y Ms. Marvel o alguien traía de vuelta a Morgana, y entonces caía un flashback. Poco más. Y si os estáis preguntando por qué no estoy hablando de su participación en 1994 en la -especialmente noventera- The Secret Defenders.
Es porque ESA no es Jessica Drew ni Spider-Woman.
¡Es Shadowoman! Hay que ver, que todas las mujeres os parecen iguales. (Ya hablaremos de ella, pero no será hoy, ni ahora)
Así que Carpenter era la que tenía el… vamos a llamarlo Primer Plano por llamarlo algo. Lo cierto es que ese mismo 1994 se integró rápidamente en esos Force Works que siguieron a los WACOs.
¿Hemos mencionado ya el noventerismo? Nah, posiblemente no haga falta porque no se note.
Eso permitía que siguiera saliendo en algunas viñetas aquí y allí de distintas colecciones y cabeceras, ¡incluso de los propios Secret Defenders! Que la sacaron en sus tres primeros números y no volvieron a acordarse de ella hasta el veinte.
Esa sería la tónica habitual hasta que dos años más tarde Mark Gruenwald decidió recuperar al personaje en una de las historias del Sensational Spider-Man Annual ’96. Por si quedaba alguna duda lo llamó The Return of Spider-Woman, y salía también la versión de Carpenter. Vamos que si salía. En la primerita página.
La historia tenía más miga, porque era el traje animado -por cierto, con pelucón negro- el que iba a buscar a Carpenter. Siguiéndolo llegaba a una casa en la que estaban Lindsay McCabe y Jillian Woods (¡Shadowoman!), que le estaba contando que Drew estaba atrapada en un plano místico. Y allá que se van, traje incluido, para rescatarla y que vuelva a ser Spider-Woman.
Dejemos de lado lo que Jillian le iba a proponer a Lindsay como pago. Lo importante aquí es… no, tampoco quién iba a conservar el nombre. lo importante aquí es el texto de abajo. Ese Keep an eye out for an upcoming issue of Spider-Man Team-Up!
Si habéis estado siguiendo esto ya sabéis que Julia Carpenter y un texto anunciando una próxima aparición suya suele acabar mal. En este caso acabó en tragedia.
Para cuando se publicó el anual Mark Gruenwald había muerto. Falleció en agosto de 1996 con 43 años y, claro, no pudo seguir adelante con sus ideas para recuperar una vez más a Jessica Drew. Hasta el punto de que para Marvel esta historia está fuera de la continuidad. Más que de costumbre, quiero decir.
Así que cuando la volvemos a ver -dentro de una especie de escuadrón de mujeres controladas mentalmente por Viper en Lobezno 125- sigue sin llevar su traje clásico. Diría que casi ningún traje, pero iban todas de verde. Ningún traje, eso si, lleva en Héroes de Alquiler 18 y 19 a finales de 1998.
Julia Carpenter por su parte, seguí en lo mismo, apariciones más en grupo que sola en series como Ultragirl (¿Qué? Sí, otra para el alfabeto) hasta la llegada en 1997 de ese nuevo volumen de los Vengadores de Busiek y Pérez que en sus primeros números sacaron gente como si aquello fuera ¿Dónde está Wally?, ella incluida. Para dejarlos ir para el 4. Y por la que no volvería a aparecer más que en flashbacks.
Lo que nos lleva a 1999. Y con ese año…
Una tercera Spider-Woman. De John Byrne.
NO HAY DOS SIN TRES
La historia es… no diré que sencilla porque ya sabemos que esa época de Spidey no fue sencilla, fue GENIAL!
En este caso arrancamos a mediados de 1998. En Spectacular Spider-Man 262 Norman Osborn está preparando La Reunión de los Cinco, una ¿historia? ¿evento? ¿patatas con carne? en el que está reuniendo distintos elementos poderosos que cuando se juntan otorgan o dones o maldiciones. La idea era unir las cuatro colecciones del trepamuros de cara a un relanzamiento. Y así, mientras Norman Osborn busca arriba y abajo y asistimos a media docena de tramas secundarias y terciarias -siendo probablemente la más GENIAL! la de que la enfermera que robó el bebé de Peter y MJ y que reaparece para… Bueno, da igual, ya hemos hablado lo suficiente de gente que mirar el papel pintado de la pared durante años-. Volvamos a Spider-Woman. Porque en uno de los números llama a uno de los dueños de esas piezas, el tipo se niega a participar, pero alguien acecha en las sombras. Alguien que se presenta ante Norman para sorpresa de este que dice It can’t be! Not you! Como esto es un ejemplo de ladillismo pulguero editorial -es decir pequeños puntos saltarines por todas partes que no tienen más objeto que demostrar molonosidad- ni se nos revela quién es en el siguiente número de la colección ni en el siguiente número de la historia. La etapa de Mackie y Byrne era así.
La primera vez que les vemos en movimiento es, en realidad, en el infodump de la reunión propiamente dicha, que es un evento distinto llamado El Capítulo Final. Probablemente porque nadie pensó que Spider-Man pudiera seguir tras eso. Y fíjate. Total, que en esa imagen aparece por fin Spider-Woman.
¿Qué? No, no. Esa no es Spider-Woman. Es Madame Web. Un error muy común. En Hollywood les pasa todo el rato.
UN INTERLUDIO LLAMADO MADAME WEB
Madame Web está ahí después de que se junte el clásico intento de Osborn de convencerla de que se una, sus propios poderes para predecir el futuro que fallan siempre y su propia mortalidad, demostrada a través del dibujo. El truco de poner a Norman Felchle fue determinante para esto. No hay más que ver la página del Spider-Man 96 que dibujó y en el que Osborn la tienta con su juventud.
En realidad Madame Web había aparecido solo en un puñado de cómics hasta entonces. Pero en la serie de animación noventera sí que había causado un poco más de impacto. En los cómics había salido menos de media docena de veces, por primera vez en el Amazing Spider-Man 210 (Agosto 1980), luego seis meses, después aproximadamente un año más tardes (dos números seguidos en su enfrentamiento contra el Juggernaut y en el que Madame Web acaba en el hospital) y, por último, nueve meses más tarde en el 239 de la misma colección (Enero 1983) en un momento mínimo en el que Spidey pasa por el hospital a ver cómo sigue.
Y ya.
Quince años en blanco hasta que Osborn le hace esas promesas.
Por suerte, como decía, la serie de televisión noventera (1994-1998) le hizo más caso. (Y supo darle un papel más interesante). Y como su primer aparición fue en 1996 y la última en el capítulo final en 1998, con un total de 14 apariciones en total… Sí, creo que es sencillo pensar que cuando la recuperan en 1998 quizá confiaban en que los lectores la recordaran de allí.
PERO, ENTONCES… ¿QUIÉN ES LA TERCERA SPIDER-WOMAN?
Sin ánimo de ofender la inteligencia de nadie. En la foto solo hay dos personas de apariencia femenina y una de ellas ya os he dicho que no. Si Marvel fuera más progresista podría ser más difícil. Pero es Marvel. Así que podéis descartar a Norman Osborn (al menos por esta vez) y al señor calvo, gordo y bajito. Quedan dos posibilidades.
Por reducir la charla os diré que es la que lleva pendientes. Que, de hecho, es la persona que Osborn se sorprendía de ver. Martha Mattie Franklin, es la hija del tipo que tenía la pieza, tenía la suficiente edad como para no querer que la llamaran Spider-Girl y estaba allí porque estaba harta de su padre. Lo que nos llevaría de nuevo al asunto de la edad, pero mejor no.
Lo importante es que hacen el ritual, parece que han logrado unos poderes o unos problemas (que a Madame Web le ha tocado Muerte) pero luego son otros y, sorpresa, a Mattie le ha tocado Poder. Así que cuando parece que Spidey ha desaparecido decide cubrir su puesto. Algo que él acaba descubriendo en el 2 número del segundo volumen de The Amazing Spider-Man. Para el tercero vuelve a tocar otra racha de infodump. Con Byrne, Mackie y Scott Hanna al guión a la vez parece que esto es lo que se les ocurrió.
Pero eso nos lleva a la portada de antes, de nuevo. Una vez regresado Spidey parece que Mattie puede ser la nueva Spider-Woman con… bueno… una versión del traje de Spidey sacado de algún bazar y con una coleta enorme. Aunque no es la única en aparecer, porque en el The Amazing Spider-Man 5 llega… ¡La cuarta Spider-Woman!
SÍ HAY CUARTA MALA
La cosa se explica -de nuevo, vía infodump– en ese Peter Parker: Spider-Man 5. (Es curioso lo fácil que ha sido explicar todas las décadas anteriores y lo tortuoso que está siendo con esto. Será la mala suerte Parker.) Tanto, da, vamos a lo importante. Mattie resulta ser sobrina de la segunda mujer de John Jonah Jameson. Todo queda en casa.
La mala es, por otro lado, Charlotte Webb. Nieta, por lo visto, de la Madame Web original. Aunque su error fue mezclarse con el Doctor Octopus. Que la conocía de… ahm… de…
De cosas. De sus cosas. De eso la conocía.
Total, que el clásico combo de ‘experimentos con cosas‘. Con cosas diferentes a las anteriores. Y otro tipo de experimentos. Y… Mira, da igual mejor sigamos.
Spidey se enfrenta a ella y a Doc Oc, les vence. Fin de la historia.
De la parte en la que tengo que hablar de esa etapa de Spidey, digo. Porque llega, por fin…
¿Qué os puedo decir? Tiene una pinta…. muy dosmilera. Y en el interior… bueno. Toda la gente que aparece ahí, incluyendo el regreso de Madame Web.
Sé lo que estáis pensando. ¿Pero esta mujer no era Rubia en lo que le enseñaba Osborn? Creo que a estas alturas si algo hemos aprendido es que a las Spider-Woman les gusta teñirse. Y del resto podemos echar la culpa a Matrix. Bueno, de que a ella le tocara al final la Inmortalidad no. Y de que la Inmortalidad la haya rejuvenecido tampoco.
En cuanto al dibujo de Bart Sears, vamos a dejarlo en que es…
Icónico.
Icónico, os digo.
¡ICÓNICO!
En cuanto a Byrne… ahora que lo estáis viendo creo que puedo dejar de llamarlo infodump y llamarlo de otra manera. Yo qué sé, blakeymortimerismo, por ejemplo.
Pero lo importante es que ahí están todas, dispuestas a enfrentarse a una enemiga común. Más o menos.
Charlotte le quita el poder a Jessica y a Julia, pero cuando se enfrenta a Mattie -sí, ya, Matt… Byrne lo usa a veces, mi teoría es que ni él sabe cómo se llama- es ella la que le quita los poderes propios y ajenos. Y se lleva, de regalo, un mechón blanco. El aplauso de nuestro público me temo que no, que tuvo casi más trajes distintos que números.
11 trajes, 18 números.
Por suerte el último pudo durar… lo que duró.
Mientras tanto Charlotte escapó -varias veces- y Madame Web volvió a ser mayor, quizá no tanto, pero más o menos. Los poderes de lo de Los Cinco son así de peculiares. Julia se va tras el número 4 –Es una superheroína reluctante, lo mismo vuelven los poderes y no dice nada, dice Jessica Drew que es la que ha tenido poderes y ha seguido de investigadora privada mientras la otra se iba uniendo a todas las Caras B de los Vengadores que iban apareciendo-. Y poco más porque cada número parece que tira hacia otro lado, mucho peor que en aquel momento post-Gruenwald de Drew.
En cuanto a apariciones de otro lado… Cuando tuvieron que sacar a la última Spider-Woman en el Contest of Champions II optaron por… bueno…
Claro que era más fácil elegir el primero.
Pero bueno, supongo que os estaréis preguntando qué pasó cuando después de que la serie llegara al Spider-Woman 18 (Octubre 2000) y acabara. La versión corta es: JAJA NO.
Porque, entonces, llegó ÉL.
BENDIS, ESE HOMBRE
En 2001 Marvel quería sacar la línea MAX, una línea ADULTA (es decir, para adolescentes) en la que tratar temas ADULTOS (sexo, drogas y violencia, ya sabéis), así que buscaron a autores ADULTOS (pero acabaron contratando a los de siempre).
En el caso de Bendis, pidió que le dejaran usar a Jessica Drew. No le dejaron. Así que en su lugar creó a Jessica Jones. Una antigua superheróina que decidió colgar el traje y dedicarse a ser investigadora privada. Qué os puedo decir, se puede sacar a los personajes de Bendis, pero eso no va a conseguir que Bendis decida prescindir de esos personajes. Aunque no tengan nada que ver, ni a parecerse en nada más que las cuatro cosas que le interesaban. Lo que, visto en perspectiva, era lo que iba a hacer de todas formas así que… ¡BIEN JUGADO, MARVEL!
Eso no evitó, claro, que en el número 16 de Alias (la serie de Jessica Jones para MAX) sacara a Mattie en problemas y, durante su arco, también a Madame Web y, por supuesto, a Jessica Jones. ¡DREW! ¡QUERÍA DECIR JESSICA DREW!
La trama era, por supuesto, escabrosa. Al fin y al cabo se juntaban el hambre y las ganas de comer. Perdón, quería decir… Al fin y al cabo se juntaban la línea MAX y Bendis.
Por supuesto le faltó tiempo para llevarse a Drew a los Bendisdores. Y en una especie de miniserie-precuela: Spider-Woman: Origin. Luego se la trajo de vuelta para una de esas ideas suyas, el evento de 2008, Secret Invasion. En la que se descubre que Drew lleva siendo una Skrull -¡y qué Skrull! La emperatriz skrull Veranke nada menos- que se supone que llevaba años infiltrada, pero que en realidad podemos discutir cuándo lo estaba. Desde luego en House of M, está claro, vamos a suponer que en todos los Bendisdores, y también que Charlotte Webb tuvo que robarle los poderes a la auténtica Jessica Drew -que, a la vez, robaría Mattie– pero bueno… Así que en 2009 Bendis consiguió, por fin, su querida serie de Jessica… ahm… de Spider-Woman.
Mientras tanto, a Julia Carpenter le tocó aparecer en JLA/ Avengers, en un flashback el Hulka de Slott, y luego pasó a dedicarse a sus cosas de secundaria.
Que ya es más de lo que podemos decir de Mattie que, básicamente, pasó a The Loners.
Arreglado todo el follón de los skrulls por fin le tocó a la cuarta serie de Spider-Woman. De nuevo siendo Jessica Drew; con Bendis y
el filtro para cómic del programa informático que usaba Alex Maalev duró 7 números. Habrá quien diga: Demasiados, porque la gente es muy mala. Y porque seguía apareciendo en New Avengers y en a saber cuántos títulos más con el truco de los grupos, los flashbacks y todo aquello. Que, además, se retroalimenta. Así que vas de New Avengers, Avengers, Secret Avengers. Parece que has hecho algo distinto a cambiar el nombre de las patatas aunque todas sepan a sopa de sobre. Incluso S.W.O.R.D. Al menos hasta que empezaron los eventos arácnidos.
PASEN, PASEN, AL FONDO HAY SITIO
Uno pensaría que a estas alturas en Marvel habrían pensado que tenían demasiadas Mujeres Araña. A estas alturas uno debería de ser consciente de que en Marvel los pensamientos no funcionan así.
En 2004 alguien pensó que Marvel necesitaba lectores jóvenes. Así que había que poner en marcha la iniciativa Marvel Next. Y, una vez puesta en marcha, que lo que hacía falta es que hubiera una versión juvenil, hispana, con un giro a los poderes. Pero capaz de reclamar un poder que parece mítico, con una gran tradición detrás. Habrá quien piense que merecería, incluso, su propia película. Pero ya sabemos que para eso tendría que haber salido un par de años más tarde y ser un hombre.
En cualquier caso Anya salió en la cabecera Amazing Fantasy. No porque Marvel quisiera conservar el copyright, ¡que cosas tenéis! Es que era lo lógico… Sí… Mucho. También hay gente que piensan que Anya o Aña se llama así porque ni Fiona Avery ni Mark Brooks son hispanos. Cómo sois, tanto tiempo con creadores de Spider-Women que no son mujeres y cuando por fin hay uno ahora el problema es otro. ¡Si se apellida Corazón! Seguro que también tenéis un problema con su padre, Gil Corazón. O con el otro secundario hispano: Miguel Legar. Que, además, trabaja para los Web-Corps. Una evolución de un sociedad española antigua, la Sociedad Araña. ¿Es que no habíais oído hablar del Capitán Araña? Además, tiene sentido porque su madre (mexicana) se apellidaba Araña. Y cuando se casaron en México ella tomó el apellido de él -aunque fuera de Costa Rica- y por eso seguro que es descendiente directa o algo. ¿Qué queréis decir con que en México no se cambia el apellido de las mujeres casadas? ¡Vais a saber más que Marvel! Lo importante es que ella tiene esa cosa mística y blablabla que le permite… ahm…
Incluso si quisiera inventarme algo así no podría hacerlo.
Igual que es difícil describir el concepto ‘dosmilero’ y, sin embargo, se puede mostrar una viñeta con parte de los principales secundarios de la historia y que lo comprendáis:
Auto-explicativo, ¿verdad?
Tras los seis primeros números pasó a ocupar su serie propia: Araña: The Heart of the Spider. 12 números duró, y es una lástima porque daba la sensación de que por lo menos alguien volvía a saber qué hacer con una Spider-Mujer, especialmente tras el desastre de Mattie. Para cerrar las historias y vender más metieron a Spidey en ello -cuando solo había aparecido como un cameo hasta el momento- y, ya puestos, pensaron que lo más lógico para la serie de un personaje que llevaba 18 números con el mismo guionista era, por supuesto, cambiarlo justo para el número que tenía que cerrar las tramas abiertas.
El resultado fue el que fue y, rápidamente, con la Guerra Civil de por medio, pasó a seguir el destino de tantas otras heroínas arácnidas antes de ella: Ser secundaria en otras series. En Ms. Marvel, sobre todo. Aunque, por supuesto, en algún momento tenía que reunirse con las otras mujeres araña.
IT’S KRAVIN TIME!!!
Durante el tiempo que no habíamos hablado de ellas Julia Carpenter pasó a cambiarse de nombre, por fin sería Arachne. La segunda. Y con ese nombre pudo ejercer de secundaria en Ms. Marvel primero, luego a ser parte de Omega Flight (primero en su serie y luego en Marvel Comics Presents) y, finalmente, en 2010 apareció por esa especie de reunión llamada Grim Hunt.
Drew podía estar ocupada en las cosas de Bendis. Pero eso significaba también otra cosa: Mientras Bendis estuviera entretenido con ella no iba a molestar a las demás. Probablemente de ahí que Mattie solo hubiera estado en The Loners hasta que reapareció aquí, igual que Madame Web… Bueno, ella había aparecido antes en Sensational Spider-Man y llevaba como desde el 600 con su propia versión de Alguien va a matar a alguien. Pero nos vale igual.
La familia de Kraven decide enfrentarse a Las Arañas (algunas arañas, en mi opinión) para traer de la muerte a Kraven. Supongo que os sorprenderá que Kraven esté muerto, probablemente pensabais como yo, que su destino había sido incluso peor. Una película de Sony. Y nadie puede estar muy muerto cuando sale en una película.
Total, que la familia secuestra a Madame Web, Mattie se encuentra por medio y son Carpenter y Corazón los que tienen que ayudar a Spidey. Y Kaine está también allí.
¿Qué queréis que os diga? Definir los tebeos modernos -y aquí estamos hablando de mediados de 2010- tiene la misma sensación de definir un sueño. Parece algo nebuloso, irreal, poco coherente… y a la mañana siguiente ya lo has olvidado.
Es difícil buscar una viñeta, o una parte de ella, que resuma el asunto… pero lo puedo intentar igual.
Nada dice tanto como ese ‘No hay tiempo para explicaciones’.
¿Cómo es posible que Madame Web pueda ver? ¿Y que se esté muriendo? ¿Por heridas causadas por La Familia Kraven? ¿Pero la cosa de los cinco no le había hecho Inmortal? ¿Y le quiere pasar su manto a Julia Carpenter? ¿Y esto qué tiene que ver con nada? Espera… ¿Qué pasará ahora con Rachel? ¡¿ES QUE NADIE PIENSA EN LOS NIÑOS?!
Y así es como Julia Carpenter se convirtió en la nueva Madame Web.
La Segunda.
No sé cómo Carpenter se las apaña para ser siempre la segunda en todo, pero supongo que eso explica su divorcio.
Por si os lo preguntáis, ya han vuelto a revivir y volver a matar a Mattie. Y a Madame Web. Ahm… a Cassandra Webb. A Charlotte Webb no porque solo ha vuelto a aparecer una vez desde que cerró la serie de Mattie. En un número, en 2019. Y antes de eso estuvieron los eventos arácnidos.
PODERES PARA TODOS Y TODOS PARA PODERES
En 2011 tocó la idea de ‘Eh, ¿y si todo el mundo consiguiera el poder de Spidey?‘ Es algo que pasa a veces. Probablemente porque tuvo suerte con esto. Y eso facilitó que se repitiera con Thor o con simbiontes o con… Bueno, nos entendemos.
Sirvió para hacer pruebas de personajes, que Madame Web -ahora con pintas de ser el gender-bender de DareDevil– hablara de La Gran Tela, La Tela de la Vida, La Tela que Cortar… lo que sea.
Hablar de la Orden de las Avispas -algo así-, que Jessica hiciera sus cosas, que Aña fuera Spider-Girl y… bueno, todas esas cosas que sirven para ver si esto tenía algo que funcionara.
Por supuesto lo siguiente fue lo mismo pero al revés.
Es decir, el multiverso. Múltiples versiones de Spider-Personas. Aunque la mayoría son versiones de Peter Parker porque, por lo visto, lo de los señores blancos cisheteros ocupando todos los puestos que pueden es multiversal. Pero eso no significa que dentro de las distintas cosas que montan no haya mujeres, claro que no. ¿Es que no habéis visto las películas?
Pues entonces ya sabréis de dónde sale esto: De los dos últimos capítulos de la serie de animación noventera (al final tendré que hacerle un posteo, verás) casi tanto como del videojuego ese que salió de Activisión. Vamos, los éxitos de otros medios, como siempre.
Por no hablar de SONY. Porque SONY estaba, en aquel momento, decidida a poner en marcha su Spider-Universo con las películas de Andrew Garfield que iban a presentar a los Seis Siniestros, y también iba a haber una película de Veneno, de Morbius, de Kraven, de… JAJAJA. ¡Cuántas ideas despendoladas!
Pero, claro, resulta que en Sony se dieron cuenta de que se estaban dejando a un público fundamental del que también podían sacar dinero…
¡Y por eso sacaron una película animada infantil!
Ah, sí, y también algo con mujeres y eso.
En 2014 se supo que SONY había estado hablando con Marvel para ver de que mujer hacía película para las cosas de Spidey. (También fue el año en el que pasó aquello con la portada de Spider-Woman de Milo Manara. Pero en este posteo no se habla de Milo, no, no, no). En Marvel aplicaron su habitual comprensión lectora y decidieron que lo que hacía falta era sacar más mujeres en sus cómics, darles más relevancia y series propias. (En realidad es algo que siempre les hace falta, así que esta vez sirvió para algo todo esto) Y eso les llevó a tomar DECISIONES.
UN AGUANTE DE SEDA
En Marvel tenían un par de cosas que hacer. De entrada, tenían que terminar con Superior Spider-Man. Hecho. A continuación tenían que buscar una nueva manera de ‘sacudir los cimientos de la Casa de las Ideas y que nada volviera a ser lo mismo’. Para eso estaba Original Sin, en la que se suponía que todo el mundo miente. No, perdón, en la que se supone que todo el mundo iba a recibir visiones escondidas por el Vigilante. Pero nada de Las IAs nos acechan y pretenden acabar con nosotros fingiendo que tu novia se lio con el padre de tu amigo, tuvo dos hijos y no se construyó un LEGO gigante porque no le dio la gana, que no te enteras de nada, carajota. Que si hubieras contando el número de brazos y dedos te habrías dado cuenta de que los había creado una IA y no un demonio. No. En lugar de eso, y tras los primeros números del Amazing Spider-Man volumen 3 (cómo crecen los volúmenes cuando hay que relanzar) llegamos finalmente al cuarto, en el que Spidey se iba a enterar que la araña que le picó luego picó a otra persona, que esa persona lleva años escondida en un bunker -qué os puedo decir, si algo demostró Tía May es que mirar el estucado siempre ha gustado- y que la metió allí Ezekiel. (Solo para ella construyó un zulo)
Diría algo del estilo de: Ezekiel, meter mujeres en bunkers es TAN de película producida por J. J. Abrams. Pero me acabo de acordar de que estos cómics fueron de abril a junio de 2014 preparando la presentación, así que aún quedaban dos años para la película. ¡Taquiones!
Total, que Peter saca a la mujer del bunker. Le cuesta porque ella no quería salir porque sabía de la existencia de Morlun y no quería que su presencia le hiciera aparecer para matar a todo el mundo. Pero Spidey la saca de todas maneras diciéndole que Morlun está muerto. Alegría, regocijo, Cindy sale, hace sus cosas de haber estado practicando con el fluido arácnido durante lustros -dentro de un búnker es comprensible- y hasta se pone un nombre propio como quien tiene que elegir nick para internete.
Y aquí tenemos a SILK, Cindy Moon, una nueva Spider-persona-mujer de origen asiático. ¡¿ES ESTO LO QUE QUERÍAS, AMY PASCUAL?!
Por lo demás, todo iba bien hasta que pregunta cuándo murió Morlun.
Titantos años en un bunker y entiende mejor el Universo Marvel que Spidey.
Aunque, claro, también podría ser que esta segunda vez Morlun se hubiera muerto bien muerto y no fuera a regresar en absoluto.
Ahm… O puede que estar sola en una habitación, sin salir durante años y con cero vida social le hubieran dado un conocimiento de cómo funcionan los cómics realmente preciso. Quién sabe.
Esto llevó a aquello del Spider-Verso de matar a las distintas versiones de Jet Li de distintos universos. No, perdón, de Spidey. Que en las cosas de supes y pelis esto es James Wan, no James Wong. James Wong está para hacer Dragonball Evolution. Así que… bueno, multiversos y eso. Reunir versiones varias y variadas, da igual que sea la tercera Spider-Woman, o Cindy Moon, o Ghost-Spider o quien sea. O como yo lo llamo:
MARTHA, SEDAS, GWEN Y LAS DEMÁS
Ah, espera que aquí Mattie Franklin seguía muerta… Bueno, menos mal que quien les atacó fue Morlun y no Batman v Superman. Pero el asunto viene a ser el mismo, traen a gentes de distintos sitios, algunas son mujeres, y entre ellas está
¿Qué os puedo decir que vuestra demografía no os haya dicho ya? Por supuesto en Marvel evitaron los problemas que hacían difícil saber quién era Spider-Woman de la manera clásica.
Haciendo difícil saber con qué nombre había que llamarla.
Es posible que penséis que me estoy adelantando. Y es completamente cierto, pero es que si no no acabamos nunca. ¡MÁS NUNCA AÚN!
Dentro del follón este Marvel aprovechó para relanzar también (quinto volumen ya) Spider-Woman. La tercera vez que la protagonizaría Jessica Drew.
Diez números duró esta vez, un éxito. Como veis también a Silk y a Spider-Gwen le dieron series.
La de Silk duraría siete números (2015) y luego 19 (2015-2019) y luego 5 (2021) y luego 5 (2022) y luego 5 (2023)… Así que ya veis, cinco volúmenes y 41 cómics propios lleva ya. ¡Qué tiempos aquellos en los que la primera Spider-Woman tuvo 50 números seguidos!
Spider-Gwen tuvo 5 número (2015) y 35 (2015 – 2018) y 10 (2018-2019) y 5 (2022) y, de momento, 2 (2023-). Vale, el tercero se llamaba Spider-Gwen: Ghost-Spider y el cuarto Spider-Gwen: Gwenverse y lo de ahora empezó en diciembre y ya veremos lo que dura… ¡Pero me sigue valiendo!
Mientras tanto a Jessica Drew le dieron un relanzamiento como Spider-Woman tras esos primero 10 números del volúmen 5.
Ah, sí, seguro que lo habéis notado…
¡Le cambiaron el traje!
Por la columna no os preocupéis, es algo que ya sabemos que en los cómics de superhéroes no hay que tener en cuenta.
Por cierto, ese mismo 2016 tuvo lugar otra serie pensada, por supuesto, para los fanes auténticos para la gente que se lee los cómics, no para mandarlo a ningún ejecutivo de ningún lado. Sería tan ridículo como intentar venderles ese personaje… Jackpot… que apareció (o aparecieron) entre 2007 y 2010 en menos de dos decenas de tebeos. ¿Cómo podrían hacerlo interesante para los ejecutivos de Hollywood? JAJAJA.
Lo importante, decía, es que en 2016 pudieron tener su propio evento:
En el que hacen el repaso de la situación: Julia Carpenter era Madame Web, no Spider-Woman; Mattie estaba muerta -de momento, al menos-; Anya Corazón… ¡UPS!
Bueno, no pasa nada, porque a Anya Corazón ya le darían otra oportunidad en 2018 durante el Spider-Geddon.
Por si os lo preguntáis, el truco está en montarlo de la siguiente manera. Pones a un personaje en el centro, dice ‘un gran mal se acerca’, hay que reunir un equipo, se reúne, se enfrentan, pasamos al siguiente.
Esto sirve sea Morlun, la Corte de las Avispas, el Chacal, los Herederos, Doctor Octopus, una Gwen malvada, la Reina-Araña, o lo que toque esta vez.
Por supuesto que habrá quien piense que todo este Spider-Verso y Spider-Force y Spider-Geddon no le Spider-Pitufa. Qué le vamos a hacer, es uno de los sitios principales en los que se metieron los personajes femeninos (bueno, no solo ellos) de Spidey.
¡Como si alguien fuera a usar algo así para montar una película!
Por lo demás, a Jessica le fue lo suficientemente bien con esos 7 números del volumen seis de Spider-Woman (2016-2017) que el siete tuvo 21 (2020-22). ¡Y el 8 lo lanzaron en diciembre de 2023! Quién iba a pensar que el secreto del éxito era tener una serie aclamada por la crítica y luego a gente que se dedicaba a deshacer lo que el guionista anterior había hecho.
A Aña Corazón no le tocó serie propia, pero iba de secundaria de unas a otras. ¡Y tuvo esa serie de la que hablábamos antes en la que salía la Spider-Girl que más números ha protagonizado, May Mayday Parker! ¡Y Spinneret!
Vale, es verdad que aún podríamos hablar de las otras Arachnes que ha habido, incluyendo la que era una diosa con culo de araña.
Lo importante es dejar claro que esto es solo una parte de todo lo que hay. -Ya os dijimos, hay tela que contar.- Pero, sobre todo, para justificar que intentáramos poner un poco de orden en una serie de personajes para que tengáis claro todo lo que van a hacer mal los ejecutivos de SONY. Y, sobre todo, para justificar rendir homenaje a una de las grandes.
Diez mil palabras bien empleadas, sí señor. Ya solo falta la guinda:
Rebajando esos Michelinies
Uno tiene la sensación de que la mala suerte le ha robado a David Michelinie la fama que habría merecido. Siendo co-creador de Veneno sin embargo es MacFarlane quien es más famoso por ello. Co-escritor de las sagas El Demonio en una Botella y Armor Wars de Iron Man a quien más se le relaciona con ellas es a Bob Layton.
Y sin embargo estamos ante un sólido artesano capaz tanto de afrontar largas etapas en una colección (la segunda más larga en los guiones de Amazing Spider-Man tras Stan Lee… vaale, tras la etapa en la que firma Stan Lee…) como de cubrir huecos aquí y allá en series tan irregulares en todos los sentidos como Marvel Two-in-One.
Y ante una portada tan genérica como la del episodio 97 más de un lector torcería el gesto.
Más aún tras abrir la primera página y toparse con la mil veces vista trama de «miembro de los 4F obligado por las circunstancias a participar en un rodaje«. Pero, ahhh, el delicado paladar de un adláter es capaz de diferenciar entre lo que parece un homenaje, asemeja ser una serendipia y sin embargo son ¡TAQUIONES!
Qué otra cosa podría explicar que en aquel remoto marzo de 1983 Michelinie se adelantara tanto pero tanto a la moda de directores de cine veteranos poniendo a parir el cine de superheroes…
…que esos directores entonces todavía no eran veteranos.
Qué diferente interpretación darle al hecho de que al final de la historia Tony Stark demuestre que no sólo es un genio de la ciencia sino un as de los negocios, un emprendendor nato, inventando con décadas de antelación…
… lo de rodar una película y nunca estrenarla para sacar beneficios en base a los incentivos fiscales.
AVÏV DIVÂD!
AVÏV EÍNIL’EHCIM!
Leyendo tebeos de décadas pasadas… y Astérix
Tuiteos de del segundo marzo pandémico
Probablemente ya los hayas visto, pero seguramente ya los habías olvidado
Casi puedo visualizar a Erik Larsen en su casa pensando "mmm… este dibujo me ha quedado muy sutil, no sé si se va a entender; mejor lo refuerzo con un mensaje en la camiseta" #sd257 pic.twitter.com/SSu1V9xhLz
— Eme A (@emea) March 2, 2021
Spiderman y el Doctor Extraño se encuentran menos veces de lo que deberían #as852 #marvel pic.twitter.com/7jXW9U7kCA
— Eme A (@emea) March 3, 2021
Cuando desde marketing te piden que lances tu nueva serie con siete portadas distintas pero solo tienes dinero para pagar a un ilustrador pic.twitter.com/HthIiM2PWi
— Eme A (@emea) March 4, 2021
La gente está dando como "oficial" el logo de "The Mutants" pero… Ningun diseñador dejaría tanto espacio entre las letras "T-h-e" sin ninguna razón. Hay que fijarse en el logo original (al que algún fan chapucero ha borrado el "new") para averiguar el motivo de ese espacio pic.twitter.com/QfKKv2yWPS
— Eme A (@emea) March 5, 2021
El guionista Gerry Duggan tiene 47 años. Por tanto, tenía entre 7 y 10 cuando se emitía El Gran Héroe Americano en su país, la edad perfecta para que se le quedara grabada a fuego. Esto explica que en 2021 el Juggernaut cante esa canción mientras está en caída libre #sa14 #marvel pic.twitter.com/hpP9pvaO2e
— Eme A (@emea) March 6, 2021
El segundo tomo de Marvel Two-in-one de Panini viene con una sorpresa inesperada. ¿Es que Disney también ha comprado al Hombre de Bronce? #marvelespanini pic.twitter.com/BCe2edLAJl
— Eme A (@emea) March 11, 2021
Maribel Verdú en 2001: ¿Hacer de Elektra en Daredevil? ¿Vestirme de cuero ajustado y pelear por los tejados? ¡Quita, quita, qué pereza!
— Eme A (@emea) March 12, 2021
Maribel Verdú en 2021: ¿Hacer de Nora Allen en Flash? Vaaale. Total, peor que Superlópez no va a ser…
Ojo, que tras unos años desperdiciados con la trama de la amnesia la nueva etapa de Nightwing que empieza esta semana en EEUU tiene muy buena pinta. Tom Taylor usa todos los trucos sucios del manual (incluyendo un cachorrito) y Bruno Redondo hace ilustraciones como esta pic.twitter.com/ohAsWXGPJf
— Eme A (@emea) March 18, 2021
Mi parte favorita de cada capítulo de una serie de Marvel: los títulos de crédito #faws1 pic.twitter.com/1jktY6wgYm
— Eme A (@emea) March 19, 2021
En el mundo del futuro todo es tan ultramoderno como esperaba el profesor Egen de 1959 #strangetales73 pic.twitter.com/7OcOs6rTov
— Eme A (@emea) March 22, 2021
Todas las relaciones de pareja que escribía Stan Lee parecían sacadas de las Matrimoniadas de José Luis Moreno #jim57 pic.twitter.com/DVv5Hp8x2y
— Eme A (@emea) March 22, 2021
En 1960 Stan Lee y Steve Ditko imaginaban así el siglo XXI: el hombre diseñando naves espaciales y la mujer dando de comer a los peces #tta9 pic.twitter.com/20QQm4j3VC
— Eme A (@emea) March 22, 2021
Cyborg ya no está en la Liga, Starfire ya no es idiota, Nightwing se ha recuperado de su trauma, Garfield Logan es verde y no rojo y los Nuevos Titanes vuelven a estar juntos (excepto Wally, ocupado siendo otra vez el Flash oficial). Como si los New52 no hubieran existido #tta1 pic.twitter.com/BYsg9nmFwN
— Eme A (@emea) March 26, 2021
Créditos Falcon & Soldier 1×01 vs 1×02
— Eme A (@emea) March 26, 2021
SPOILERS
SPOILERS
SPOILERS
Desaparecen Byrne, Layton y Michelinie (me imagino que porque Máquina de Guerra no vuelve a salir) y se incorporan Morales y Baker (por Isaiah), Heinberg y Cheung (por su nieto) y Mike Carlin (esto me descoloca) pic.twitter.com/HfDp2qTgiP
El maravilloso mundo de las propiedades intelectuales https://t.co/FuVbYWRyQL
— Eme A (@emea) March 27, 2021
Será culpa mía por fijarme en lo anecdótico y no en lo importante, pero qué triste me parece que Panini no pueda colgar su boletín en su propia web y tenga que tirar de DropBox https://t.co/trLk53FImQ
— Eme A (@emea) March 29, 2021
QUIERO UNA https://t.co/G9dV1xmVCf
— Eme A (@emea) March 29, 2021
El misterio de la sangre de Alicia
El Marvel Two in One nº29 ofrecía un encuentro entre la Cosa y Shang-Chi (que en España logicamente se ha publicado en un tomo de Spider-Woman) que contaba además con la aparición de la pareja del primero, la escultora ciega Alicia Masters
Está bien que Alicia nos aclare que es sangre, porque los códigos de color usados en los años setenta pueden engañar al lector y hacerle creer que estamos ante un yacimiento petrolífero, pero toda la historia que se monta la chavala nos deja un poco extrañados. ¿Una persona ciega no ha reconocido la sangre al tacto o por su olor? ¿Ha tenido que probarla? ¿Qué clase de persona va por ahí llevándose a la boca sangre de extraños? ¿Es algún tipo de vicio parafilia extraña?
La explicación a estas preguntas se encuentra en la primera página
Resulta que Wolfman llevaba tantos años escribiendo la Tumba de Drácula que en ese momento le pareció de lo más normal que un personaje Marvel al azar identificara la sangre por su sabor. ¡Distingue, Marv, distingue!
[Este posteo no hubiera sido posible sin man_with_1000_faces]
World Championship Wrestling en el país de las Marvels
En el post de la semana pasada pudisteis ver lo que fueron los tebeos de wrestling de Chaos! Comics.Hoy, para comparar, vamos a echarle un ojo a qué hizo Marvel con el mismo tema
Estamos en 1992. Pocos años antes el millonario Ted Turner, tras fracasar en su intento de comprar la WWF, había creado la WCW a partir de conceptos y luchadores de la NWA (una alianza de promociones territoriales de wrestling). En plena fase de expansión de la nueva federación Marvel publica este tebeo, protagonizado por las estrellas del momento de la compañía
Lo que se contaba en estos tebeos principalmente eran… combates de lucha libre. Sí, puede parecer obvio, pero en las cabeceras de la WWF (Undertaker, Chyna, Mankind, The Rock, Stone Cold…) los protagonistas no pisaban un ring aunque los mataran
El trabajo de Mike Lackey (guionista y editor noventero todoterreno que se encargaba lo mismo de Beavis and Butt-Head que de Spiderman) y Ron Wilson (el dibujante de La Cosa y… de la otra serie de La Cosa) fue evolucionando conforme avanzaba la serie, alcanzando cotas de verdadera genialidad
Aquí tenemos una lección de perspectiva creativa. El malo parece gigante, casi invencible. String y Rick Rude se ven impotentes ante él
Anatomía metalingüística: Ron Wilson no dibuja personas. Son personajes, simples estereotipos diseñados para ser vendidos como muñecos articulados. ¡Supera eso, Mickey Rourke!
Lamentablemente, la serie fue cancelada tras solo doce números (otro triste caso de lectores poco preparados para asumir las genialidades de un dibujante incomprendido) y la WCW tendría que esperar hasta 1994 para su despegue definitivo, de la mano de Hulk Hogan y Eric Bishoff. Pero esa es otra historia que deberá ser contada en otro blog. ¡Este trata de tebeos, no de lucha libre!