Hacerse cruces

El tebeo de aquí arriba salió al mercado en mayo de 2004. Y al mes siguiente, este humilde sitio hizo su aparición en la Red de Redes. Lo cual significa que nos encontramos ante una situación nueva aquí, la expectación ante un próximo cruce en las viñetas entre personajes de las dos grandes estadounidenses.

Comenzaron como eventos trabajados, con bastante intrahistoria editorial para que cada parte tuviera su correspondiente cuota de protagonismo, reparto de roles creativos, espacio en viñetas, etc. El resultado final, en cuidada edición y precio acorde, hacía que el resultado mereciese la pena de cara a las contabilidades.

Pero no convenía abusar del truco. Un cruce así sólo se haría si merecía la pena y había equipos creativos detrás capaces de tirar adelante eventos de esa magnitud. De hecho, desde el primero en 1976 tan sólo hubo cuatro cruces de estas características en 18 años.

En 1981, con un gigante gamma en el pico de popularidad con su teleserie; en 1982, el cruce de la serie Marvel del momento con la serie de DC que parecía de Marvel.

Pero claro, si hacéis la suma nos hemos plantado en 1994, y de ahí en adelante las necesidades del mercado habían cambiado y la cosa se aceleró bastante, importando más el marketing y el efecto caja que los autores o el contenido. Ey, los lectores contentos, también hay que decirlo.

Estos cruces incluían también algo que comenzó en los ochenta y se prolongaron en los noventa: las Byrnadas.

Podría pensarse que dada la rareza de estos cruces y la complicado de los derechos sobre todo en editoriales extranjeras, algunos de estos ejemplares alcanzarían un precio elevado en reventa. Y puede ser así para algunos, pero para otros…baste decir que este me ha llegado a casa hace un par de semanas como regalo del vendedor al hacer otra compra en Wallapop. Antes de que los cruces fueran tema de actualidad. Insisto, los tebeos a veces intentan decirme cosas.

Y ya para 1996, coincidiendo con el momento más bajo en el mercado, la cosa se desmadró. Abajo las caretas, arriba fanservice.

No, no voy a meter portadas de Amalgam. Pero si recordaros que hubo secuelas.

Varias, de hecho.

A partir de entonces y hasta el final, hubo un poco de todo,

lo cual incluyó mandanga altamente disfrutable…

…byrnadas, …

…cosas que deberían ser hipercomerciales pero que por derechos tocaba recurrir a otras editoriales para encontrarlo en castellano…

…u otros que ni por esas #alertareventa.

Y, por supuesto, en plenos Noventa, que no faltasen los dientes. Anda que no molarían unos brillitos made in Ron Lim.

Hasta ese santo grial en el que se dieron todas las circunstancias para tener al fandom disfrutando como gorrinos durante cientos de páginas, saciados de cruces hasta decir basta durante décadas.

Hasta la actualidad.

Por parte de DC, vemos que Batman es el personaje más usado con diferencia (8 títulos), seguido de Superman (5 títulos). Y por parte de Marvel, una pequeña ventaja de Spiderman (4 títulos) pero sin haber un representante demasiado claro; mismamente, Hulk, Daredevil o Punisher tuvieron dos apariciones.

Se nota también que hace dos décadas que no ha habido cruces en que los protagonistas de los mismos son únicamente tíos. Eran otros tiempos, la propuesta entonces de un Wonder Woman/Capitana Marvel o similar no hubiera levantado pasiones como, supongo, ahora.

Y llegamos al momento actual, en el que se anuncia el próximo cruce para después del verano, con un episodio para cada editorial, las cuales echarán mano de lo mejor que tienen disponible: Zeb Wells, Greg Capullo, Grant Morrison, Dan Mora.

Una iniciativa más para hacer reflotar la industria aunque sea durante un mes. Un evento que hará babear de felicidad a la fanaticada, todo ello con la Comic-con de Málaga en las mismas fechas, además ¿casualidad? ¡compra tus entradas, Verdadero Crédulo!

Pero lo más significativo para nosotros en esta ocasión es ver cómo ha cambiado el equilibrio de poder en las editoriales en estos años. No nos extraña seguir viendo a Batman añadiendo muescas a su currículo de cruces. Pero en Marvel lo que vende ya no es tanto Spiderman, no. Es Deadpool. Nuestro Masacre. Nuestro Muertopiscinas.

El cruce soñado que hará que ardan las redes, que se creen videos de aficionados, que la gente reclame versión fílmica del mismo. Aunque para ello DC necesitase tener un universo, claro.

Pero que no se nos olvide lo más importante de este próximo pepinazo de ventas por partida doble.

Los royalties.

Not my Punisher

Que soy un gran fan del Castigador no debería sorprender a nadie. Mi primer post en ADLO! trataba sobre él y he escrito algunas cosas más sobre el personaje, incluyendo una guía de lectura del personaje con todas sus obras realmente interesantes publicadas en los últimos 25 años. Castle es un personaje complicado tanto dentro como fuera del Universo Marvel. En ocasiones lo bastante popular como para protagonizar varias cabeceras simultáneas, otras veces no lo bastante adecuado como para mantenerle siquiera en una de ellas. Un personaje con más adaptaciones cinematográficas que otros personajes muy celebrados como Daredevil o Dr. Extraño, aunque no ha sido particularmente afortunado con ellas. Su otra presencia audiovisual, los videojuegos, es también notable y muy superior a la de otros héroes Marvel, lo cual lo convierte en uno de los pesos intermedios de las licencias marvelitas.

Sus adaptaciones cinematográficas han sido, siendo generosos, muy irregulares. Su primera adaptación, en 1989, tomaba tan pocos elementos del personaje original que incluso eliminó el distintivo logotipo de la calavera del personaje, reduciendo la cinta de Dolph Lundgren a una peli de tiros genérica con una licencia puesta encima. El siguiente intento, 15 años después, sería protagonizado por Thomas Jane. Estrenada en 2004, la película vuelve a ser una cinta de tiros y venganza completamente intercambiable por cualquier otra (empezando por el mismo origen del personaje al convertir la muerte de su familia en una vendetta y no en un accidente) subida al carro de la superxplotation dosmilera tras los éxitos de Raimi y los mutantes. Algo más inspirada en el cómic, aunque modesta en sus cualidades, se encuentra la pequeña obra de culto Punisher: War Zone, estrenada en 2008 como una secuela/soft-reboot de la de 2004. Ray Stevenson sería el tercer actor en imagen real en interpretar a Frank Castle en otra ensalada de tiros con los requerimientos actorales mínimos.

Castle no es la clase de personaje que consigue un Oscar a sus actores, por buenas que llegues a hacer las películas. La profundidad emocional y progreso del personaje no han sido nunca uno de sus elementos característicos, lo cual puede en ocasiones resultar en la impresión de que es un personaje sobre el que no hay mucho que decir. No obstante, una larga trayectoria de cómics más que notables demuestran que hay cosas interesantes, más allá de la acción brutal y sin sentido, que se pueden extraer del personaje.

Cuando Netflix decidió adaptar al Castigador durante la segunda temporada de la serie Daredevil, algunos albergamos algo de esperanza. Las imágenes que se nos ofrecieron como adelanto claramente señalaban como inspiración los encuentros escritos por Ennis durante su etapa como guionista del vigilante de la calavera. Unos tebeos que ya habían sido los que insipiraran los elementos más comiqueros de War Zone en 2008. Son unos buenos cómics, así que no había motivos para desconfiar. La traslación de aquellos cómics fue, por supuesto, muy diferente. La serie era sobre Daredevil, y por tanto, tenía que hacer lucir mucho mejor al personaje principal y mostrarnos a Castle como un antagonista, y no como el ganador del enfrentamiento ético entre ambos que Ennis escribió.

Marvel’s Daredevil

Para interpretar a Castle resultó elegido Jon Bernthal, cara conocida de la serie The Walking Dead y cuyo aspecto ya le había ganado un par de papeles haciendo de soldado con problemitas en las películas Fury y Sicario. Desde el principio aquello me hizo arquear un poco la ceja. El actor no daba el tipo de hombre frío y castrado emocionalmente al que nos tenían acostumbradas las adaptaciones en imagen real del Castigador, pero aquello podía ser algo positivo, ¿no? Resultó no serlo en absoluto.

El Frank Castle de Bernthal es un hombre nervioso, colmado de tics y de explosiones de carácter que compensa la ausencia de una evolución emocional o filosófica a lo largo de su existencia como personaje en las series de Netflix con la energía de un hombre a punto de desmoronarse, impredecible, salvaje e inestable. Una caracterización que nada tiene que ver con el retrato de Ennis, que lo representaba con una antinatural frialdad propia de alguien que ha aceptado su camino mortal. El Castigador de Ennis es, qué duda cabe, un perturbado, pero con un tipo de problema completamente diferente más cercano al Lecter de El silencio de los corderos que al Jack Torrance de El Resplandor.

La mayoría de adaptaciones posteriores, desde el cortante vengador de pocas palabras de Rucka o Aaron al guerrero al borde del límite escrito por Remender se alejaban de la representación como fuerza de la naturaleza de Ennis, dando espacio al personaje para momentos incluso tiernos y vulnerables. Pero todo esto desde un hombre emocionalmente distante, difícil de leer, centrado y muy bien organizado. La interpretación de Bernthal del personaje aleja esta adaptación de Castle tanto como lo hacían las licencias en el origen del personaje de Thomas Jane.

Un capítulo más en la evidencia de que a pesar de su popularidad y el gran número de apariciones fuera del cómic que recolecta, el Castigador se sigue tratando como a un personaje de tercera del que no es necesario exportar nada del tebeo salvo el nombre, la familia muerta, el arsenal de balas y, al menos en este siglo, el logo de la calavera.

El castiguito: tebeos que hoy día no podrían publicarse

David Vinuesa es un colaborador habitual del blog de opinión sobre la actualidad Libertad Digital. Además de escribir sobre el Atlético de Madrid, equipo sobre el que también es el experto del podcast EsRadio, ocasionalmente escribe una sección de tebeos. El año pasado de hecho anunciaron una colaboración trimestral con cierta tienda de tebeos de Madrid que le valió a dicha tienda una simpática entrevista en el ya mencionado podcast propiedad de Federico Jiménez Losantos. La tercera pieza de esta colaboración era Panini Cómics, por lo que no es de extrañar que Davis suela hablar de las novedades marvelitas.

Y la semana pasada quiso hacerlo sobre El Castigador. Y en la línea habitual de los portavoces de la extrema derecha, la reseña de David Vinuesa sobre El Castigador: Killing La Vida Loca es que este tebeo no podría publicarse hoy en día. «Lo políticamente correcto se negaría a ver una historia así y menos en Marvel, que actualmente tiene la relación que tiene con Disney» afirma David. Por supuesto, esto es una colaboración con Panini Cómics, así que si David habla de este tebeo es porque…

… Panini lo reeditó el pasado mes de agosto. Por supuesto, David es un connoisseur y sabe que este tebeo que le han mandado los de Panini no ha sido impedido por la malvada maquinaria progre woke de Disney. Por eso dice «se puede reeditar las veces que sea, pero si se tuviese que aprobar y publicar a día de hoy en Marvel, no vería la luz del día». Como todos sabemos, a los wokes les da igual que reedites un tebeo las veces que quieras. Y vaya si Panini ha reeditado este tebeo (concretamente los número corresponden a Marvel Knights: Punisher v2 13-18).

Concretamente en 2015. Hace 9 años. Ni una década sin su reedición de este tebeo que, hoy mismo, no podría editarse. Hay que decir que Panini ha reeditado los primeros 12 números de esta colección 3 veces, así que podemos aceptar que esta segunda parte de la etapa de Ennis y Dillon con Frank Castle está siendo OSCURAMENTE OCULTADA.

De hecho, cuando Marvel reedito en tomo el arco Welcome Frank en 2011… se quedó en los mismos 12 números, sin publicar el resto.

¡Y aún más! Cuando después lanzaron en 2018 Marvel Knights Punisher by Garth Ennis: The Complete Collection… ¡también se saltaron esa parte de la etapa!

Es como si… ese primer año fuera un arco narrativo más popular que los números siguientes. Y quizá esto sea una conspiración woke de lo políticamente incorrecto que no puede soportar… Espera que miro lo que dice David… los chistes sobre enanos y sobre Lobezno. También nos dice que «Igual que dudo mucho de que The Boys o Predicador, obras de arte del propio Ennis, tuvieran el permiso de las grandes para ser editadas en pleno 2024.» Lo cual es muy llamativo porque, ¿tuvo Ennis permiso de «las grandes» para editar The Boys? Resulta que no. Tras los primeros seis números DC, propietaria de Wildstorm, obligó a cancelar la colección continuando esta en manos de Dynamite. ¡Vaya!

No quiero ser duro con David Vinuesa. Desde ADLO! siempre valoramos que haya más aficionados llevando sus blogs amateur de tebeos, e incluso sus podcasts. Además, viendo el contenido de «Cultura» que nos destaca el blog de opinión política Libertad Digital, casi preferimos que sigan hablando de personajes de ficción.

Las fotos seleccionadas o el énfasis en la altura de la actriz.
¿Qué da más grima? Os dejamos adivinarlo.

De vacaciones por…Hawái

Hawái. Como Benidorm pero bien. El paradísiaco lugar al que todos los españoles de bien les gustaría ir a pesar de que no saben donde está, no saben si Hawái es ciudad, isla o archipiélago, y no tienen idea de cómo es realmente demostrando así, una vez más, que Mecano hizo mucho daño.

Lo cierto es que Hawái hizo lo mismo que Murcia, compró con dinero su presencia en películas, series y medios de comunicación con la intención de que sus compatriotas dejaran de pensar como una tierra llena de salvajes y pensara en ellos como un destino turístico envidiable…solo que a Hawái le funcionó (muy probablemente porque poner a Elvis Presley pillando cacho en Hawái mientras el sol se pone en sus playas es una idea más inteligente que poner a Matias Prats, Anne Igartiburu y María José Besora a presentar una gala de cantantes que celebra el cumpleaños del estatuto de autonomía).

Pros: Irte de vacaciones a Hawái te convertirá inmediatamente en la envidia del barrio. Préparate para la fama.

Contras: Todo el respeto ganado se perderá cuando tus vecinos te vean pidiendo en la puerta del Mercadona después de de que te llegue el extracto de la tarjeta en septiembre.

Turista más famoso: Superboy, bueno, uno de los superboys pero muy probablemente el que mejor nos cae, estuvo por allí stalkeando a una reportera.

#InstaHAWAII

Version 1.0.0

Todo lo que quiso leer sobre el Castigador y nunca se atrevió a preguntar

En otro momento, en otro tiempo quizá, esta guía de lectura se habría ido a tuiter. Sin embargo, tal y como están las cosas en el nuevo patio de juegos de Elon Musk, habría que ser idiota para dedicar una ingente cantidad de esfuerzo para un contenido ahí. Es mucho más práctico dejarlo en ADLO!, donde quizá pocos lo lean ahora, pero al menos me consta que seguirá ahí para finales de año. O no. Vete tú a saber. El caso es que surgió la idea de hacer una guía de recomendaciones protagonizadas por Frank Castle y publicadas en los últimos 23 años. Y claro, yo no podía dejar pasar esta oportunidad.

No obstante, hagamos una mención especial al Castigador de los 90.

El Castigador es un personaje que siempre ha sido tratado pobremente por la directiva editorial de Marvel, pero aún así se las ha apañado para atesorar una gran popularidad y amasar una considerable cantidad de momentos dignos y etapas recomendables. Lo cierto es que el cisco del personaje no es poca cosa, y debido a ello esta guía de lectura intenta ser todo lo precisa que puede tomando como referencia los títulos tal y como aparecen en Marvel Unlimited y, por las dudas, la Marvel Database. Dicho esto, no todos estos tebeos están disponibles en Marvel Unlimited y a veces hay que sacar el parche (y no el de Nick Furia) para leerlo a día de hoy. ROB! me libre de animaros a delinquir contra los intereses económicos de la Walt Disney Company.

Vamos a empezar con un par de miniseries. A lo largo de su larga carrera al mando del Castigador, Garth Ennis regresó una vez tras otra al pasado de Frank Castle intentando entender al hombre antes de la tragedia, buscando explicaciones y motivos por los que la pérdida de su familia lo convirtieron en la máquina de matar criminales que todos conocemos. Su primera aproximación fue en la miniserie Punisher: Born (Garth Ennis-Darick Robertson, 2003). La mirada aquí apunta al tercer año de servicio de Frank Castle en Vietnam. Un cómic bélico con connotaciones terroríficas.

El segundo intento de Ennis de profundizar en la mente de Frank antes de la muerte de su familia fue Punisher: The Tyger (Garth Ennis-John Severin, 2006). Un número especial que retrocede a un joven de 10 años para exponer el primer contacto con la violencia del que acabaría siendo el Castigador. Este origen ha sido ignorado y reciclado con ingredientes similares durante los siguientes años, pero vale la pena leerlo.

El tercer flashback escrito por Ennis sería Punisher: The Cell (Garth Ennis-Lewis LaRosa, 2005). Esta vez Frank ya ha tomado el emblema de la calavera y es que el Castigador se ha entregado para poder entrar a la cárcel con una misión muy especial que nos ofrece nuevos enfoques sobre la tragedia de Central Park.

Por supuesto, el gran aporte del guionista de Irlanda del Norte al mando del personaje comenzaría antes, cuando comenzase la cabecera Punisher (Garth Ennis-Steve Dillon, 2000). Sus 12 números devolvieron al personaje a su lugar canónico en Marvel y definió la relación de Ennis con el personaje durante más de media década. Más adelante la colección sufriría una renumeración para entrar dentro de la serie Marvel Knights junto con otros prometedores tebeos de Marvel. De esta nueva etapa todo es decente, aunque el único arco argumental que llega a nivel de lo anterior es en Punisher 33-37 (Garth Ennis-Steve Dillon, 2003-2004), en el arco conocido como La conjura de los necios, en el que varios superhéroes intentan detener la guerra asesina de Frank. Este sería el colofón a la época desenfadada de Ennis y Dillon con el personaje antes de que comenzase una trayectoria más dramática en la serie MAX. El Castigador se enfrenta a las consecuencias de sus actos y Ennis salda cuentas con algunos superhéroes estrella de Marvel.

A partir de aquí, como decimos, el Castigador se ramifica. Por un lado, el Frank de Tierra 616 y por otro, el de Ennis (Tierra 200111). Para el propósito de esta guía de lectura, vamos a seguir ambas ramificaciones por un motivo: todo lo que Ennis proponía y hacía en la Línea MAX resonaba y repercutió, aún sin ser canon, en lo que otros guionistas acometieron en Tierra 616.

Seguimos con Punisher War Journal (Matt Fraction-Ariel Olivetti&otros, 2006-2008), donde Fraction toma al personaje en los albores de la Guerra Civil Superheróica y se dedica a explorar a Frank en un nuevo Universo Marvel, más conectado y complejo. A partir del número 15 llega a los lápices Howard Chaykin haciendo un trabajo que yo personalmente detesto, pero las propuestas narrativas de Fraction serán importantes y tendrán consecuencias en la etapa posterior que llegó, por supuesto, con una renumeración tras el número 26.

Esta renumeración (Punisher (Rick Remender-Varios, 2009-2010))  continúa la senda de Fraction, pero quizá heredando tiempos más interesantes para el Castigador, como Reinado Oscuro, y después fluyendo al entorno del terror marvelita. Y sin Howard Chaykin. Todo ventajas, salvo que la cosa duró escasamente un año y medio antes de que Marvel volviera a hacer de las suyas. Remender tuvo que cerrar todos los cabos sueltos que le quedaban tanto a su etapa como a la de Fraction en la miniserie Punisher: In the Blood (Rick Remender-Roland Boschi, 2010). Un colofón excelente que hace tabula rasa para que los próximos autores del Castigador puedan plantear nuevos caminos.

Antes de seguir con el 616, vamos a recomendar algunas de las cosas que estaban pasando durante estos años en los cómics que no son canon. Empezamos con Punisher MAX 31-54 (Garth Ennis-Goran Parlov&otros, 2006-2008). Este viaje desde el arco Barracuda al llamado La larga y fría oscuridad es el intento más introspectivo de Ennis con un personaje al que escribe de forma ya crepuscular, influyendo en los autores posteriores.

Por eso mismo continuamos con el Frank crepuscular en Punisher MAX 61-65 (Gregg Hurwitz-Laurence Campbell, 2008), una historia excelente que rima con La larga y fría oscuridad y continúa desarrollando la identidad de un Frank que si bien no es enteramente canon ha transpirado a todas las versiones contemporáneas o posteriores del personaje.

Añado como bonus el Anual Punisher MAX Annual: The Hunted (Mike Benson-Laurence Campbell, 2007). Una historia autoconclusiva que nos pone en los ojos de la presa, de un criminal perseguido por el Castigador y su carrera desesperada para sobrevivir ante la máquina de matar definitiva. Una brillantez antes de volver al universo 616 y a ese Frank al que Remender había dejado listo para nuevas aventuras.

En The Punisher (Greg Rucka-Marco Checchetto, 2011-2012) seguimos los pasos del Castigador a través de una nueva acompañante. Pero esta vez no se trata de otro “tipo de la silla”, sino de una compañera que pueda continuar la misión. Por desgracia, a Rucka tampoco le dejaron cerrar su etapa de forma decente, y le mandaron a terminar en la miniserie Punisher:War Zone (Greg Rucka-Marco Checchetto, 2012-2013). Ni siquiera fue un movimiento para aprovechar la película del mismo nombre, que se había estrenado cuatro años antes. En este arco final los Vengadores han decidido poner fin a la Guerra de Frank.

Hay un paralelismo considerable entre la War Zone de 2012 y el anterior intento de los superhéroes de detener para siempre a Castle en esa La conjura de los necios de 2004. El cambio más notable es el de la relación entre el Castigador y Logan. La relación entre Lobezno y Frank siempre han sido complicados, y me gusta bastante cómo lo trató la miniserie Wolverine/Punisher (Peter Milligan-Lee Weeks, 2004) que vamos a incluir aquí como algo de contexto entre ambos.

A partir del War Zone de Rucka comienza una época convulsa para Frank. Fue reclutado por los Thunderbolts de Trueno Ross en una etapa donde volvería a dibujarlo Steve Dillon. No es mi época preferida del equipo por montones de cosas, y dado que estamos intentando ceñirnos a las cabeceras del personaje, no me cuesta demasiado dejar fuera esa etapa. Si acaso señalaría Daredevil/Punisher: Seventh Circle (Soule-Kudranski-Brown, 2016), una miniserie exclusivamente digital de la serie Infinity Comics que Marvel lanzó para Marvel Unlimited.

En 2016 una nueva renumeración para la cabecera llamada The Punisher (Becky Cloonan-Steve Dillon, 2016-2017) que merece reconocimiento por varias cosas. La primera, porque Cloonan se convierte en la primera, que a mí me conste, mujer que escribe al Castigador. Probablemente, una de las primeras autoras que escriben una serie regular de Marvel de un personaje masculino en la historia de la editorial. El segundo, porque se trata del trabajo póstumo de Dillon. El artista, uno de los que más vinculado ha estado al personaje del Castigador, falleció antes de poder terminar el amplio largo propuesto por Cloonan, que fue rematado por una pléyade de dibujantes invitados. Después de eso la colección vuelve a una numeración vetusta y entra a escribir Rosenberg.

Ugh.

Vamos a decir que después de escribir este tebeo sobre Estados Unidos invadiendo un país extranjero con presuntas armas de destrucción masiva en nombre de la Libertad, Rosenberg acabó firmando una de las peores etapas jamás escritas de los mutantes, incluyendo lo que se podía intuir como un mensaje anti-vacunas. No soy un gran fan de su etapa ni de ninguna otra que haya escrito. Además su concepto de un gran final para su arco argumental vuelve a ser (por tercera vez en un lapso de menos de 15 años) un grupo de superhéroes intentando dar caza y poner fin a la guerra de Frank Castle contra el mundo criminal.

Dicho todo esto… ¿son buenos tebeos? Pues no están mal, aunque como hemos visto, Castle ha estado escrito en los últimos años por los mejores (Ennis, Fraction; Remender, Rucka,…) de modo que mi recomendación personal es que cualquier persona puede saltárselos sin demasiado problema. Tanto esta como la siguiente renumeración que hicieron en 2018.

Sin embargo, hay esperanza. Durante el último año hemos tenido una nueva miniserie llamada Punisher (Jason Aaron-Jesús Saiz, 2022-2023). Puede que a algún lector no se le haya escapado que no he recomendado ni un solo cómic de la etapa de Aaron con el Castigador en la Línea MAX. Eso es porque no me gustan nada de nada y además, me parece que pierden bastante el punto interesante que tiene crear cosas en Tierra 200111. Sin embargo, esta nueva serie, que sí se encuentra integrada en la tierra canónica de Marvel, está bastante bien. Aunque contenga una importante cantidad de reciclaje de conceptos que ya hemos visto en Marvel y en estas series en los últimos años.

Con esto estaría todo. Hay, por supuesto, mucho más. Hay etapas enteras de las que hemos pasado de puntillas o que he abreviado por lo sano (Garth Ennis ha escrito más de un centenar de números del personaje que yo he resumido en esta guía en menos de la mitad) y he intentado evitar contar los muchos crossovers del personaje o su participación en equipos (como los mencionados Thunderbolts o los Vengadores Salvajes). Creo que a Frank no le sientan demasiado bien esas asociaciones que hacen con él, y además, no son tebeos demasiado buenos. Con todo esto hay para leer una temporada larga, y para todos los gustos. Desde lo ridículo a lo sórdido, desde lo mundano a lo superheróico.

Diría que está feo terminar un post de ADLO! sin un chiste, de modo que aquí va una recomendación ligera: Punisher Kill Crew (Gerry Duggan-Juan Ferreyra, 2019).

¿Quién vigila al Vigilante?

La Semana Santa solía ser una época especial para esta nuestra-vuestra Librari. Llena de chistecitos recurrentes sobre Ben-Hur y las películas de gladiadores tan típicos de señoros cishetero que se acercan a los cuarenta (o ya los han pasado de largo).

Afortunadamente este ya no es aquel blog casposo trufado de chistes fáciles y chabacanos. El ADLO! del presente es un medio serio que aborda el estudio del Noveno Arte con la solemnidad y profundidad que se merece. Sin renunciar al toque humorístico que siempre ha sido nuestra característica pero sin caer en la gracieta tonta que haga perder el foco en la historia del cómic, pasado presente y futuro, que estamos componiendo posteo a posteo.

Una historia llena de personajes como el Vigilante.

De actualidad por sus recientes apariciones en Arrow y El Pacificador y creado en 1983 por Marv Wolfman y George Pérez en el segundo anual de Los Nuevos Titanes es recordado sobre todo por contar con uno de los escasísimos trabajos de Alan Moore en la DC fuera de su Cosa del Pantano.

Y haber lucido excepcionales portadas como la de Bolland para su segundo anual.

Pero desde el principio tuvo en su contra dos problemas. Primero tener el nombre reciclado del Vigilante de la Edad de Oro, posteriormente Tierra-2, cuya fusión tras las Crisis sólo dos años más tarde convertiría en redundante.

Y segundo las comparaciones con ese OTRO heroe callejero de los tebeos de la competencia.

Pero bien se dice que son odiosas y, en este caso, tremendamente injustas. Es cierto que ambos tienen literalmente el mismo origen…

…que más que bebe lo mama todo de los justicieros urbanos cinematográficos setenteros de Clint Eastwood a Charles Bronson. Y que sus respectivas series transcurren en el lado más urbano, adulto y realista de sus respectivos universos.

Por supuesto…

…»urbano, adulto y realista»…

…quiere decir…

…»ni un personaje femenino sin su correspondiente trama de violación».

Pero a pesar del grueso barniz de grimandgrittismo que comparten desde el principio las aventuras del fiscal del distrito Adrian Chase se diferencian claramente de las del veterano de Vietnam Frank Castle.

Aunque los métodos de Chase son brutales no es un ejecutor, sólo mata en defensa propia. En este sentido su coexistencia con los heroes más tradicionales es mucho más aceptable narrativamente. Por otro lado no ser un vengador inmisericorde permite a Wolfman y posteriormente a Kupperberg desarrollar tramas originales o innovadoras como cuando Chase abandona su identidad justiciera al ser nombrado juez…

…tras lo que aparece un nuevo Vigilante que resulta ser un conocido suyo que conocía su secreto.

O cómo la que sucede justo después…

…cuando aparece un nuevo Vigilante que resulta ser un conocido suyo que conocía su secreto.

Chase es completamente diferente de Castle y lo demuestra en todo lo que hace. Desde su capacidad de equivocarse…

…hasta su manera de luchar buscando… ahm…

…debilitar a sus oponentes… Si, eso, debilitarlos…

¿Veis?

Ya se ha acabado el post y ni una sola mención al cine de gladiadores.

Ni siquiera he hablado de la portada de su tercer episodio…

…de la que podría perfectamente decirse…

…que JAMÁS ha habido otra…

…en la que ilustración y apellido del autor encajaran tan perfectamente.

Alcaldes con mucha Mano

Bueno, esta historia comienza en 2010. Más o menos. No os acordaréis de lo que estaba pasando el el Universo Marvel en aquel momento, pero basicamente Norman Osborn era la mano derecha de Barack Obama y Matt Murdock era el líder de la mano. También alguien en las oficinas de Marvel había descubierto lo de dar apariencia de animación a imágenes estáticas en flash y el Nu Metal.

¿Cuál es la relación entre DD y el Nu metal? Lo dejamos para otro día.

El caso es que en el evento Shadowland, Matt Murdock se convertía en el líder de la Mano, la malvada liga de asesinos asiáticos que no tienen nada que ver con la Liga de Asesinos, la malvada asociación de origen asiático de la Distinguida Competencia. Tras la caída y aparente muerte de Murdock al final de Shadowland, Wilson Fisk, conocido como Kingpin, tomaba su asiento como líder de la mano (hasta que fue derrocado también por Otto Octavius cuando era el Spiderman Superior… pero esa es otra historia).

Saltamos un poco después, 2018, momento en el que Wilson Fisk llega a alcalde de Nueva York. Es entonces cuando Murdock entra como ayudante del alcalde, y, tras una agresión contra Fisk por parte de la Mano, brevemente Murdock se convierte también en el alcalde de la ciudad.

De lo cual solo pueden salir dos conclusiones.

O Frank Castle va a acabar siendo alcalde de Nueva York…

O J. J. Jameson fue, en algún momento antes de ser alcalde, líder de la Mano.

Viendo el historial de los personajes, lo de Jameson parece probable. Viendo las tendencias de voto, lo de Punisher parece inevitable.

Algo pasa en Barcelona

El post de hoy se iba a llamar “Sé lo que firmasteis en el último comunicado”, pero luego pensé que realmente no merecía la pena ahondar en lo que ya sabíamos: que para muchas personas en las industrias culturales las causas , las reivindicaciones y la justicia son solo pedestales en los que subirte para ganar unos pocos seguidores antes de malvender tu credibilidad a una editorial, un evento o unos gastos pagados. Lo del Salón Barcelona es tan flagrante que casi está distrayendo la atención del último exceso de chistes racistas que Ibañez ha publicado, no solo con total impunidad, sino sin que ni una sola de las personas que pedían su nominación a los premios Princesa de Asturias se dé por aludido. Total, si puedes pedir el premio para un autor que si ha destacado en los últimos años es por las crecientes informaciones sobre las infames prácticas laborales de terceros que sostienen sus ingresos…

Como veis, la cosa venía cargadita hoy, llena de cosas que comentar, gente de la que hablar, y ni siquiera he vuelto a mencionar lo del periodismo español, porque para qué. No obstante, en medio de toda esta trifulca, de este cúmulo de estímulos, algo ha llamado mi atención. Y no ha sido solo porque esta última semana me haya dedicado a la vida contemplativa desde una red social que no es propiedad de Elon Musk, sino porque, para variar, recientemente me ha vuelto a apetecer leer tebeos.

Ya sabéis, igual podemos hablar de tebeos, y no de las cosas que pasan alrededor de ellos. Volver a abrir unas páginas y ver qué ocurre en ellos, sumergirnos en sus historias, navegar entre las páginas, preguntarnos y preguntar por lo que en ellas mora y no por la maquinaria inhumana que opera tras las viñetas, que imprime los dibujos, que distribuye las aventuras que nos hacen soñar despiertos. De modo que esta vez no vamos a hablar de tejemanejes editoriales, ni de macroeventos que no llegarían ni a un One Shot en manos de alguien competente. No, vamos a hablar de qué está ocurriendo ahora mismo en el Universo Marvel. Y esto nos lleva de nuevo a Barcelona, porque al parecen ha llegado hasta oídos de Jason Aaron, guionista de la nueva cabecera del Castigador…

…lo que está pasando con Vox por aquí.

Déjà book

Hay cosas que salen una y otra vez en la cosa de las publicaciones. Ediciones tras reediciones del mismo material, las polémicas eternas, los mismos temas que vienen y van. Los famosos efectos del TiempoRiva que hacen que nunca esté claro cuándo estamos. Sólo piensas que todo esto ya había pasado. Con deciros que han pillado a Lucía Etxebarría plagiando.

En serio, mirad qué temas se tratan…

¡Como si esto no lo hubieran intentado ya!

Tanto se repiten las cosas que aquí tenemos todo un clásico.

Libros Disney/ Planeta/ Quién Sea decide sacar unas cajitas super monas para la chavalada. En la caja vienen un cuento y cuatro muñequitos.

Y como Disney es también Marvel, pues hay una caja de Marvel. Aunque me da la sensación de que…

Me da la sensación de que hay algún cambio. en el diseño de estas cajas, no sé… veamos…

Pues efectivamente. Parece que lo de Los Vengadores es sorpresa. Vaya. Los únicos en los que no se ve qué muñequitos… perdón, figuritas-no-articuladas… vienen en la caja. Me pregunto si…

A ver, en la portada salen Hulk, Thor, La Viuda Negra, Iron Man, el Capitán América y Thanos… pero sabemos que sólo vienen cuatro muñequitos así que…

Vale, exactamente lo que podíamos esperar…

Recordemos la portada, porque algo está claro:

En Disney no les gusta… el pelo largo.

Otra vez.