Son Los Simpsons quienes cargan con la fama de haber hecho predicciones nostradámicamente acertadas. Sin embargo su alargada sombra oculta los escalofriantemente precisos destellos precognoscitivos de otros autores.
Como Gilbert «Beto» Hernández.
Quien en mayo de 1986 debería haber echado una primitiva y con el dinero ganado podr´ía haber sido él quien comprara la revista Heavy Metal y se casara con Julie Strain. Porque es cierto que la primera predicción que hace en el Love and Rockets 17 que publicó aquel mes no fué del todo acertada.

(versión de La Cúpula)

Spielberg se adelantó cinco años y fué en 1993 con su Lista de Schindler con la que consiguió el codiciado Oscar™ que lo consagraba como director de Cosas Serias. Y es igualmente cierto que falló por un margen todavía mayor ¡veintisiete años! al predecir el derrumbe y conversión al capitalismo de la Unión Soviética.

(versión de La Cúpula)

Pero clavó el año en el que Trump iba a llegar a presidente de los EEUU, oiga.
Sin embargo es su tercera predicción, cual Tercer Secreto de Fátima, la más escalofriante no sólo en su patente clarividencia sino por lo lejano en el futuro que se hallaba su cumplimiento en aquel momento.
Bueno, no para todos.
Me explico.
El packager de La Cúpula en 1987 dedujo que aquel evento era algo que no podría arraigar nunca en España y por ello futuras generaciones no pillarían el chiste por lo que la Versión Mejorada menciona un mero apocalipsis.

Y son los pobres angloparlantes que leyeron la edición original de Fantagraphics quienes han vivido décadas temiendo la inevitable llegada…

…de esta época loca en la que la gente vuelve a creer que la Tierra es Plana.