Sin Victoria al final

El miércoles 15 de marzo se publicó el segundo número de «Bishop: War College», una miniserie de cinco episodios firmada por J. Holtham y Sean Damien Hill. En él podemos encontrar una nueva versión de la Patrulla-X

Vamos, una más entre las cientos de versiones alternativas del grupo, destinada al olvido o, como mucho, a una nueva línea de Funkos y después al olvido, en ese orden

Pero cabe la posibilidad de que alguien dentro de Disney la haya identificado como un globo sonda del sector woke de la compañía, un campo de pruebas para medir las reacciones del público y trasladar esa alineación al reparto que nos encontremos en las pantallas del UCM cuando toque recastear a los Hombres-X. Y también puede que ese alguien dentro de Disney no haya querido arriesgarse a que se dé ni un paso más en esa dirección y haya mandado un mensaje a los partidarios de la diversidad. Y el viernes 17 de marzo…

Como he dicho, cabe la posibilidad

Desconexión territorial

Mi intención para hoy era hablar de… yo qué sé… de cosas. No sé si se puede decir algo gracioso sobre que 800 personas pierdan su trabajo, pero al menos se puede intentar explicar qué está pasando (capitalismo) y por qué (soberbia) pero más complicado está entender que alguien -no digamos ya una editorial- apoye a la gente que se dedica a… bueno. A darse autobombo inventándose cosas fáciles de comprobar que son mentira pero que él sigue perjurando que tienen una base indudable.

A ver si os creéis que el ascenso de los ultras no viene de la gente que apoya a los que hacen lo mismo en su propia escala.

PERO.

Resulta que el estreno del asunto lovecraftiano -sin relación alguna con la situación política actual, hablamos de unos racistas diferentes- plantea una serie de posibilidades y preguntas. Y, precisamente, de esas preguntas podemos sacar lo que ahora llaman ‘contenido‘ y antes ‘vamos a fingir que esto no es relleno‘, que es todo un clásico del cómic desde Naruto a Umbrella Academy. Así que aprovechemos.

¿Quienes fueron los primeros CREADORES (guionista/ dibujante) AFROAMERICANOS de Marvel y DC?

Veamos…

Billy Graham es el nombre en disputa para el título de dibujante en Marvel porque, junto a George Tuska, colaboró en 1972 con el lanzamiento de Luke Cage, Hero for Hire. El problema es que era fundamentalmente entintador aunque, por lo visto, se ocupó de dibujar algunas de las viñetas bajo la idea de que mejor algún creador afroamericano por medio. Y siempre mejor un dibujante que un guionista, por supuesto. [Editado: ¡Gracias a Kaulso que me avisó del follón de nombres que había montado!]

Trevor Von Eeden repitió vio repetido el truco por DC en 1978 con la creación de Black Lightning. Aunque a él no le tocan créditos de creador, porque, bueno, estas cosas pasan y en las cosas de superhéroes pasan más.

Christopher Priest -que entonces aún se llamaba James Owsley– fue el primer editor contratado por Marvel en 1978. Bueno, a ver… Fue el primer editor, pero en 1978 le cogieron de becario. No sería el primer editor contratado de manera regular hasta 1984. Estas cosas funcionan así. Y eso que en 1983 le habían empezado a dejar guionizar cosas.

Solo 5 años más tarde, en 1988, empezaron a dejarle publicar cosas en DC.

Bien es cierto que algún malpensado podría llegar a sospechar de que lo que le daban a escribir tenía algún… hilo conductor.

A ver, que una cosa es publicar a la Patrulla X o a la Doom Patrol y hablar así de las minorías y sus problemas de marginalización y otra muy diferente dejar que sean esas minorías marginalizadas las que cuenten su propia historia.

Y si preguntamos ya por mujeres… Espera, ¿hasta qué punto os queréis deprimir?

Alitha E. Martinez es prácticamente no ya la primera sino casi única autora de color dibujando cómics. Comenzó en Marvel en 1999 colaborando con Cable 1999

y llegaría a DC en 2012 con un número de Batgirl. En el que ni la acreditan en portada. Pero bueno, lo primero que hizo con ellos…

Tampoco esperéis una carrera grandísima en las dos grandes. Pero algo es. Sobre todo si lo comparamos con las guionistas.

Por una vez DC se adelanta y en 2009 le dan a Angela Robinson el guión de The Web. Total, solo tuvo que dirigir primero D.E.B.S. y Herbie: Fully Loaded. Pero bueno, ya se vengaría dirigiendo y guionizando Professor Marston and the Wonder Women.

2016, vaya año. Roxane Gay entró en 2016 en Marvel en lo que básicamente es un complemento compartido. Total, ¿de qué sirve ser autora superventas del mundo de los libros si no te pueden confiar unas pocas páginas? Por suerte además de ponerle a un hombre también le pusieron a otra autora para su propio complemento: la poeta Yona Harvey.

Pero, en realidad, un par de meses antes habían publicado en digital a una autora de color: Nilah Magruder. Pero como estaban muy ocupados vendiendo que las otras dos iban a ser las primeras y, además, esto no iba a ir impreso pues… ¿Por qué iban a contar? 2016, uno de esos años.

Y sí, la Martinez de la portada es Alitha Martinez.

¿Cómo funcionaba esto fuera de Marvel y DC? Bueno…

El primer superhéroe afroamericano con cabecera propia llegó en 1970 y en una editorial independiente en la que Larry Fuller publicó Ebon.

Antes de eso, en 1965 y en Dell nada menos, apareció la primera cabecera de un personaje afroamericano: Lobo.

Por supuesto antes de eso, en 1946 el editor Orrin Cromwell Evans sacó la cabecera dedicada al lector afroamericano con historietas variadas All-Negro Comics #1.

Así que sí, parece que antes de estos… esfuerzos… de Marvel y DC existían creadores a todos los niveles publicando historias con mayor o -generalmente menos por motivos que todos podemos imaginar- fortuna. De ahí que se escribieran artículos y se publicaran libros.

Aunque, por supuesto, siempre sería más fácil dejar a guionistas blancos al mando de personajes que no lo son. Pero esa es otra historia, para otro momento.

Back in Black

De Iron Man hasta aquí han pasado 10 años. Lo que pasa es que parecen más porque con los grandes éxitos siempre suceden estas cosas. En cualquier caso también son 10 los años desde Hancock, así que cuando se ha estrenado Pantera Negra podía parecer que llevábamos una década sin películas de supes protagonizadas por personajes de color. Y, efectivamente, así era. Aparecía alguno u otro de secundario, o en películas de reparto que ahí sí que hay sitio para todos. Bueno, menos los asiáticos. Y los nativos americanos. No, homosexuales tampoco. No, tampoco diversidad funcional…

Aparecían en películas de reparto que ahí sí que hay sitio para un tipo concreto de gente de color y sin pasarnos. Pero aparecían.

En cualquier caso, estamos hablando de papeles protagonistas. Y es que aunque ya sepáis que nunca fue fructífera la relación de los superhéroes y el cine, si hablamos de protagonistas de color menos todavía.

Espera, ¿de color? ¿De color negro? Sí, pero no solo. Lo que pasa es que si prefieren otras denominaciones, ¿qué nos cuesta? Otra cosa sería no entender esto, o no entender por qué se usa el término afroamericano y cómo significa americano de origen africano frente a africano que es, bueno, africano de origen africano. Por ejemplo, El Halcón o Killmonger son afroamericanos. Pantera Negra o las Dora Milaje son africanas. Creo que eso está claro para todos.

Bueno, siempre y cuando no seas Mónica Zas o trabajes en El Diario, que para eso les da exactamente lo mismo que esto lleve subido desde el 1 de agosto de 2016.

No lo han cambiado pese a que se les haya explicado que está mal. -El porqué debería ser obvio leyendo el mismo artículo, pero ya sabemos que en la Prensa Bienqueda es más importante otras cosas.- Igual que sabemos que lo que sí define el carácter de un medio es el modo como se enfrenta a los errores.

Pero volvamos a las películas, que una cosa es que esté todo relacionado y otra muy distinta que no se cuente. Porque todo esto nos puede servir para hacer un poco de memoria. Al fin y al cabo la primera película con un Black en el superhéroe es Abar, the First Black Superman (1977). Estrenada un año antes que el Superman sin adjetivos, en realidad esta es una más de las películas dentro de la blaxploitation, ese movimiento de los setenta que tantas tardes de gloria nos dio, de Sweet Sweetback’s Baadasssss Song (1971) a Disco Godfather (1979) pasando por Super Fly (1972) y sus secuelas (esta sí, muy lejos de los superhéroes, qué le vamos a hacer) o Cleopatra Jones (1973) y que aún soltaría en los ochenta perlas como The Last Dragon (1985).

En el caso de Abar nos trajo a un guardaespaldas al que el padre de una familia con problemas -que resulta que es algo así como un científico loco- le da una poción que le otorga superfuerza y otras habilidades con las que puede combatir el crimen. Bueno, a algunos criminales. Y depende de la definición. Ya. Años complicados. Como siempre.

Como la historia detrás de la creación y produción de la película es complicada -en un resumen muy rápido diremos que acabaron teniendo que vender sus derechos, que uno de los creadores era un chulo y que parte de la película se rodó en localizaciones… ahm… funcionales…- fue cambiando de nombre con los años.

Originalmente -en 1975, el año en que se tenía que haber estrenado. Una producción difícil ya os digo- era SuperBlack. En los noventa le cambiaron el nombre a In your face.

Ya, como para ir a verla.

Y, a ratos, parecía que querían que solo se la llamara Abar.

Pero el caso es que esta fue la primera película de señor de color con superpoderes. Aunque en aquel entonces lo vendieran como de Ciencia Ficción. El poder de la música, supongo. Por supuesto con el tiempo el hecho de que los superhéroes hayan tenido cierta relevancia o que se llegue a enfrentar a nazis de los que llevan esvásticas -espera, ¿a estos sí les podemos llamar nazis, no? Quiero decir, llevan esvásticas y luchan contra gente de color. Nadie sería tan idiota de hablar de espiritualidad tibetana y movimiento ciudadano. ¿Verdad?- ayudó a un mínimo interés en su recuperación

Sí, el trailer deja bastante claro que en esta película el villano es Donald TRUMP! ¡Es broma! En los setenta TRUMP! tuvo que ir varias veces a los tribunales por negarse a venderle casas a la gente de color. Independientemente de cuánto dinero tuvieran, sí. ¡Él nunca les hubiera vendido la casa!

Así que el nombre regresó. Y la semilla ya estaba desparramada. O algo.

El interés en la comunidad afroamericana y el éxito de los primeros intentos de hacer filmes de supes mainstream desde que los seriales mezclaran televisión y cine llevó al movimiento habitual de sacar películas con otro tipo de protagonistas más cercanos al público general. Como un pato antropomórfico parlanchín de un universo paralelo. Personajes con los que sí se podían identificar, vaya.

De modo que entre el estreno del otro Superman (1978) y el éxito universal de Batman (1989) estaban muy ocupados con personajes de otros colores. Por ejemplo, el verde. Entre las tortugas por un lado y ese montón de musgo animado por el otro parecía que serían las únicas PdC que viéramos durante la década. Ni siquiera el estreno de algo llamado DarkMan (1990) resultó ser lo que su título prometía. Llegó un punto en el que parecía que Candyman (1992) sería lo más cercano que volverían a tener a un tipo de color con poderes ajusticiando a gente blanca. Pero en realidad la llegada de los noventa significó que ese péndulo de los veinte años volvía a permitir una rendija para que hicieran películas.

De esa manera para 1993 tendríamos The Meteor Man en la que el cómico y muchas más cosas Robert Townsend reunió un poco de dinero que realizando algunos ahorros como ser él mismo el guionista, director y protagonista además del productor, le permitieron poner en marcha esta comedia con capas. E incluir en ella a un reparto en el que estaban también Marla Gibbs, Eddie Griffin, Robert Guillaume, James Earl Jones, Bill Cos¡MUCHA MÁS GENTE!

Por supuesto esto también llevaría a una recuperación años más tarde en DVD cuando quedó claro que nada vendía en supes como

un tipo vestido de verde en un contexto espacial.

Por supuesto el estreno de esta película no significa que no tomaran nota las editoriales de cómics. Sin ir más lejos Marvel hizo un presupuesto o algo y acabó siendo

protagonista de su propia miniserie. Bueno, ellos dicen que estaba claro desde el principio que serían solo seis números. Yo digo que la puerta estaba bastante abierta. Pero, en cualquier caso, supongo que esto le convierte retroactivamente no solo en una de las primeras películas de Marvel, también en el primer superhéroe del Universo Cinematográfico…

de Sony. Luego pasa lo que pasa y como los derechos eran de Townsend no se volvió a saber más de él. Quizá acabe saliendo en una película junto a Conan y ROM.

Por suerte en los noventa era ver que existía una tendencia y todos para allá. Así que si alguien estaba teniendo éxito en la televisión, habiendo sido miembro del reparto del Saturday Night Live para luego crear su propio programa de sketches, In Living Color, y tenía además un conocido que había escrito una película supertaquillera como era Pretty Woman y un clásico de culto como Cannibal Women in the Avocado Jungle of Death, pues era normal que te dieran tu propia película de superhéroes. Y de ahí BlankMan (1994)

Por supuesto para hacer una película un Wayans nunca es suficiente,¡hacen falta más Wayans! De modo que Damon interpreta al protagonista y David Alan Grier a su hermano pero ya puestos contrataron para hacer de sus versiones juveniles a Damon Jr. y  Michael Wayans. También contarton con Jon Polito y Jason Alexander -eh, no todo el mundo puede conseguir salir en Troll– en personajes negativos. Y Christopher Lawford, un miembro de la Familia Kennedy haciendo de político bueno, que no se diga que todos los blancos son retratados iguales.

 

El éxito de esta película fue casi inexistente, pero eso no paró la máquina. Que, además, tenías un montón de figuras populares de color dispuestas a mover sus proyectos. Wesley Snipes estaba empeñado en tener su película de superhéroes y lo intentó con fuerza en varios proyectos, Michael Jordan se mezclaría con extraterrestres y dibujos animados en Space Jam (1996) y Shaquille O’Neal se mezclaría en el fantástico con Kazaam (1996) interpretando a un genio. De los de un espacio chiquitín para vivir. Pero se quedaría con ganas de hacer algo más superheróico, que él era un fan de Superman de toda la vida, y así movió todo lo movible hasta lograr que DC entrara en razón. Una frase que resulta tan complicado de explicar hoy como lo era hace veinte años.

Cinco películas de Batman después, cuatro de Superman y una de su prima Supergirl, más aquella del musgo, en DC por fin consideraban que lo mismo se podía hacer otro tipo de películas, aunque sea tirando por otro Superman. Y de esas sale Steel (1997).

16 millones de presupuesto – Batman & Robin, de ese mismo año, fueron 125. Supergirl, estrenada 13 años antes, tuvo 35.- para lo que fundamentalmente fue una pachanguita para que O’Neal dejara de darles la tabarra.

Por lo menos en España supieron darnos un poster en el que aparecía lo que queríamos ver.

Pero, mira, al menos sirvió para que la segunda vez que se llamaba a una serie Steel en DC se llegara a 52 números. Mucho más que la primera, que solo había medido 5. Aquí estuvieron desde 1994 con Louise Simonson

hasta 1998…

en la que su guionista de entonces, un tal Christopher Priest, tuvo que echar el cerrojazo.

Claro que ese mismo año se hizo la película del más noventero de los héroes,  Spawn (1997), que costó unos 40 M$ y recaudó unos pocos más.

Y que tenía a un héroe principal de color Michael Jai White mediante. Al que si te descuidas no llegas a descubrir que es de color. De hecho, a sus lectores parecía que se les olvidaba de tanto en cuando. Pero mira, algo es algo.

Y si esto les sirvió para tener su propia serie en la HBO, pues allá ellos.

Por supuesto, a base de ir haciendo películas tenían que acabar acertando. Y así, tras el parón que supuso en la industria de películas de superhéroes el fracaso en taquilla de Batman & Robin en 1997 la máquina se puso de nuevo en movimiento con Blade (1998). Fue un paréntesis de películas de superhéroes difícil de soportar, pero lo logramos con gran entereza.

Blade había tenido su propia cabecera unos años antes, en 1994, durante esa maravilla de los Midnight Sons.

Diez números estuvieron a ver si los vampiros le hincaban diente a ese culito. Que visto ahora podría parecer raro pero es que no sabéis lo que el Mundo de Tinieblas hizo en lo Narrativo. En cualquier caso, fue llegar la película y empezar a tener Blade por todas partes. Por detrás

y por delante.

Que llevó a darle una nueva oportunidad con una serie para él ese mismo año…

Y otra más en 1999. No, no además. En lugar. Que una cosa es vender en el cine y otra no encontrar cancelando la serie al tercer número. Por suerte la serie de 1999 funcionó mucho mejor.

Y llegó hasta el sexto. Por supuesto en cine hubo más Blade. En 2002 llegó la 2 y en 2004 llegó Trinity. Blade: Trinity, me refiero.


Lo que facilitaría, a su vez, que se le diera una nueva serie en 2004

que llegaría hasta el número seis. Y un último intento en 2006 que fue todo un éxito. 

Llegó hasta el número doce. ¡La más extensa del personaje! ¡¡¡Eh, no os metáis con él!!! Sólo ha necesitado tres películas y 5 volúmenes para lograr 37 número en solitario. ¡Con otro volumen más seguro que Marvel le da hasta el 50 en la cosa esa de Legado!

Por supuesto uno pensaría que lo lógico sería que las editoriales pensaran que si de un personaje que ha tenido una *cof* desigual vida editorial han logrado hacer varias películas sacando pasta lo lógico sería seguir por ese camino.

Ya.

Pero volvamos a 2004 porque hay otro momento especial. Traed confeti, que tenemos la primer y única película de superhéroes protagonizada por una afroamericana. Me refiero, por supuesto, a Catwoman.

*prrrrrrtttt*

¿Qué? ¿No os gustan los matasuegras? Vale, en la película pasó casi de todo y entre esta y Elektra (2005) -que, por algún extraño motivo… pero dejémos eso para otro día- seles olvidó que las mujeres podían protagonizar series de supes en solitario. Qué cosas. En cualquier caso la verdad es que en la propia serie estaban muy ocupados a sus cosas

y en cuanto pasó el verano se metieron en el crossover de turno.  Así que el impacto de la película en el cómic fue mucho menor que el número de posters alternativos. Menos mal,  si en una de estas la editorial llega a descubrir cómo usar los millones de espectadores de las películas y series para vender cómics lo mismo el mundillo hubiera cambiado.

No digamos ya las posibilidades de que Frank Miller decidiera hacer portadas. Pero ese es otro tema y será tratado en otro lugar.

Total, que llega Hancock (2008) y con el Will Smith y todo eso de Película que es más interesante cuando te cuentan todos los líos hasta que se ha hecho que la película en sí.

Pese a recaudar una cantidad razonable de dinero para lo que había costado está considera casi como el principio del lento declive de la carrera de Smith.

De hecho, para anunciar el DVD -para los más jóvenes. El DVD era una cosa de cuando existían formatos físicos en lugar de buscar por internete las películas o contratar un videoclub digital. … … … Un videoclub es… Mira, otro día.- decidieron probar con un poster diferente.

Y de esto hace 10 años, los mismos que han pasado desde Iron Man, como decía al principio. Durante esos años unos y otros y los terceros no han encontrado un hueco que les viniera bien para estrenar una película con protagonista afroamericano.

De hecho Pantera Negra tiene un protagonista africano, bueno, más que el protagonista la casi práctica totalidad de personajes. Pero, vaya, nos entendemos. Klaw, Killmonger y Ross no lo son, son fuerzas externas a esta historia sobre aislacionismo, tribus con tiranteces y el papel de la corona. Una versión con los Borbones os ponía yo.

Así que, bueno, esta es un poco la historia. Es difícil explicar a qué han dedicado estos últimos 10 años en los que se han producido 21 películas de personajes Marvel, 12 de ellos por la propia compañía;  6 de DC y 10 de otras compañías. En total tan solo 37 películas durante la década, cantidad obviamente ínfima como para que hubiera una oportunidad de hacer una.

Que en décadas anteriores tuviéramos todas estas, o que en el año 2000 Disney decidiera realizar el telefilme Up, up and away centrado en una familia de superhéroes afroamericanos,

igual que la aparición de obras en series y otros formatos -un saludo a Black Lightning, también de 2018, que ha logrado un acercamiento diferente-  es también pura casualidad.

A ver, si has estado ocupado haciendo películas de cosas verdes -y Marvel desde 2005 tiene también la suya- es normal que se te pasen estas cosas. Vamos, el día que tenga que hacer esto mismo con un superhéroe asiático va a ser una de las entradas más cortas de la vida de este blog.

Sobre todo ahora que están saliendo críticas y taquillas y parece que habrá continuidad. Aunque no sabemos cuándo, ¡lo mismo han pensado que el éxito de esto es aguantar una década para que salga a chorro!

Porque seguro que ahora hay un montón de películas más esperando al estreno. Cyborg y todo eso. ¿Verdad?

¿Verdad?

 

Ragna Rock

De entre la Ámplia Panoplia de Novedades™ que nos tenía reservada la Convención de San Diego (o, usando su nombre informático, la SDCC) ha destacado por derecho propio el anuncio en primicia de la primera película protagonizada por un superheroe negro.

Eh, quiero decir basada en un cómic.

Bueno, sin contar personajes de editoriales pequeñas e independientes, claro.

La primera de un superheroe negro de la MARVEL ¿vale?

Del presente y actual Universo Cinético Marvel ¿OK?

PERO EN PELÍCULA, NO EN NETFILX, NETFLIX CACA, NTEFLIX EL MAL, QUE LO DICEN ALMODOVAR Y NOLAN

Algunos podrían pensar que ya era hora de que un proyecto de tales características llegara a la pantalla grande pero en realidad ha nacido en el momento adecuado. Hace años la responsabilidad de dirigir la película de la Pantera Negra habría recaido en un director norteamericano blanco y protestante que no tuviera el más mínimo atisbo de la sensibilidad cultural de un personaje negro y africano. Sin embargo hoy en día podemos afirmar orgullosos que las riendas directoriales las lleva un norteamericano negro y protestante que lo sabe todo de la sensibilidad cultural de un personaje negro y norteamericano.

Pero no todas las novedades cinéticas marvelianas son del color del ébano de color no-blanco. También hemos podido contemplar ese cartel cinematográfico que le debe tanto al arte y el estilo de Alex Ross.

No, perdón, queria decir «cartel cinematográfico que le debe tanto al arte y el estilo de Alex Ross de una película que alguien REALMENTE tenga ganas de ver (y no cuenta «ver para echarse unas risas»)»

Ahora. Y es q…

¿Uatu? Sigue pasando.

Medusa elevada a reina de los Inhumanos. Rayo Negro exiliado. La Tierra barrida por una ola de nieblas terrígenas que ha dotado de superpod…

¡Ahora no, X-57! Joder qué cansino eres, no me extraña que tu padre se suicidara. Y aquí no me llames «Uatu» coño, que se supone que estoy muerto.

¿Por dónde ibAH SÍ… Que no sólo hemos tenido un nuevo poster de Thor Ragnarok sino un nuevo trailer que nos ha permitido una visión más clara de El Ejecutor.

Pocos personajes tan queridos y recordados como el hace años fallecido el mes que viene resucitado Skurge. Y su presentación, además, supone la incorporación de Karl Urban al extenso reparto del Universo Cinético Marvel con todo lo que ello implica.

Ya sabeis.

Las risas de ver en qué otras películas se han ido encontrando.

Y podemos decir que pocos actores estaban predestinados a unirse a la Casa de las Ideas™ como Urban quien, aparte de haber compartido pantalla con Hela…

…fue donde nadie había ido antes en la TNyTD Star Trek junto a Chris Pine, el hijo de Thor…

…conspiró contra Groot en Las Crónicas de Riddick…

…y en Red se enfrentó Bruce Willis…

…quien, como también se ha revelado en la SDCC, va a interpretar nada más y nada menos…

…que al mismísimo Thanos…

BONUS TRACK: «Estoy reuniendo un equipo» son las familiares palabras que recita Thor en el trailer. Y una imagen del mismo nos da la pista definitiva de a qué equipo se refiere.

Hulk, un campeón cósmico, la Valkiria, el mago…

Hasta el más casual y ocasional lector Marvel sabe inmediatamente que estamos hablando de…

…cualquier equipo que NO sea Los Defensores.

¿Quizá los Campeones…?

 

 

Diez Negrotes

A ver, entendedme bien, yo no tengo NINGÚN problema con que haya dibujantas y guionistas, todo lo contrario. Mi problema son los ghettos ideológicos, cuando las editoriales usan la condición de las autoras como recurso vendelibros: tebeos hechos por mujeres, protagonizados por mujeres y que, por ende, deben comprar las mujeres.

Porque además es algo que con otras minorías oprimidas a nadie en su sano juicio se le ocurriría intentar a estas alturas de siglo XXI. ¿Os imaginais que a alguien se le ocurriera retirar a un superheroe y sustituirlo por una persona de color que leVALE VALE YA LO SÉ, PASA CONTINUAMENTE *sigh* Quería decir, ¿os imaginais que a alguien se le ocurriera retirar a un superheroe y sustituirlo por una persona de color SIN QUE ESO LO HUBIERAN HECHO ANTES EN UNA PELÍCULA/SERIE DE NETFLIX y que se hiciera de ello el motivo por el que comprar la serie hasta el extremo de hacer como si no hubiera pasado antes?

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Más aún, imaginad que como si la negritud del protagonista no fuera lo suficientemente evidente se subrayara episodio a episodio mostrando la adversa reacción de parte de la población civil.

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Y que no consideranto esto suficiente para que los lectores afroamericanos se lanzaran en tromba a comprar la serie se introdujera (con la sutileza de una manada de tiranosaurios puestos de crack) una trama de candente actualidad racial: Negras Vidas de Materia.

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¿De verdad creeis que los lectores negros permitirian que se les intentase tratar como a infantes de 10 años? ¡NO! Un comic tan insultantemente paternalista JAMÁS llegaría a ensuciar las estanterias de las librerias especializadas.

Sobre todo porque acabaría siendo contraproducente. Quiero decir, imaginad (otra vez) que llega el enésimo y supertrascendental crossover de la temporada y el primero en morir, oh qué casualidad, ES EL NEGRO

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Una serie cuya única razón de ser fuera la conciencia racial se lanzaria a denunciarlo con, posiblemente, algúna referencia metalinguística.

Lo último que haría sería no cuestionar la decisión editiorial y hasta aplaudirla y celebrarla montando un minifuneral sólo-para-negros.

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Una reunión de personajes que JAMÁS habían compartido aventuras con el finado dándose palmaditas en la espalda y llamándose «familia» por la única razon de compartir raza.

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Porque, añadiendo insulto a la injuria, esto sería caer en el ultrarracista topicazo de «los negros se conocen todos entre ellos» (aquí iba a poner una viñeta de Watchmen pero, dada la blanquitud de Moore y Gibbons, seria APROPIACIÓN). Y claro, una afrenta de este calibre conllevaría un enorme escándalo con cierres de colecciones y dimisiones a mansalva.

Bueno claro, eso contando con que hubiera sido un autor negro quien cometiera semejantes barbaridades.

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Si lo hiciera uno blanco no quiero ni pensar en los disturbios callejeros que podrían llegar a desencadenarse…

 

Veinticinco años demasiado pronto

En Captain America 333 de 1987 (Capitán América 71 en versión Forum) una comisión del Gobierno de los Estados Unidos se enfrenta a un difícil reto: encontrar un sustituto para el puesto de Capitán América después de que Steve Rogers haya dimitido. Entre los candidatos a considerar estaba…

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En All-New Captain América 1 (Nuevo Capitán América 50 en versión Panini), finalmente…

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¡Luisa Lane es negra!

A ver si hoy no se repite la polémica de la semana pasada. Sí, ya sé que muchos de vosotros habíais visto alguna vez la portada del número 106 de Lois Lane…


…¡pero reconocereis que verla en edición de Novaro es incluso más adliano! Me llena de orgullo y satisfacción anunciar que soy el afortunado poseedor de un ejemplar del número 851 de la revista Supermán (recordad que las palabras agudas acabadas en «n» llevan tilde)