En anteriores entregas de Señoros Guerreros hemos glosado una y otra vez los impactantes hallazgos visuales y narrativos de Warlord, la obra cumbre del Visionario Creador™ de Jan Espada, Autónomo Mike Grell que narra las aventuras del heroe titular, Travis Morgan, en el interior de la Tierra una dimensión paralela.
Pero apenas hemos rascado la superficie de la inagotable cascada de ideas que brotan durante los 133 episodios de la serie regular. Tantas que, como se ha recogido en estos lares, algunas se han visto homenajeadas en sitios tan variopintos como la película Dirty Dancing o el serial de El Príncipe Valiente.
Ya en los primeros episodios de su serie regular asistimos a una secuencia…
…que sin duda será disfrutable…
…a los aficionados a las películas de gladiadores.
Como Espartaco.
No, coño, he dicho LAS PELÍCULAS.
(una escena, cómo no, ya comentada en este blog pero hace tanto tiempo que no he logrado encontrarla, probablemente ya no esté en continuidad desde que Disney nos compró)
O el episodio en el que nuestros heroes encuentran refugio en la cueva en la que vive un inmortal robot, último vestigio de una futurista civilización desaparecida hace eones…
…que en realidad pretende sacrificarles movido por sus defectuosas directivas.
Afortunadamente nuestros amigos logran completar su FUGA…
No olvidemos el capítulo en el que Warlord, ladrón, guerrero, gladiador y rey, y su amigo y amiga deciden robar el fabuloso tesoro que se esconde en lo alto de la siniestra…
…Torre del Elefante Miedo.
Con erótico resultado.
Igualmente inolvidable es el número en que nuestro heroe se topa con unos inocentes y angelicales jóvenes que viven despreocupuadamente en un aparente eden…
…a pesar de ser regularmente acosados por degradados subhumanos que viven bajo tierra.
Afortunadamente Travis logra poner orden a TIEMPO.
Que en lo de desfacer entuertos es un MÁQUINA.
Pero si impactantes son sus argumentos no lo son menos sus personajes. Como Sarrgon.
Esa pobre y patética criatura obsesionada con un objeto de inabarcable poder místico.
Un grimorio del mal que en última instancia es destruido en COMPAÑÍA.
Quizá hubiera sido más fácil hacerlo volando sobre un águila pero qué sabré yo.
A estas alturas si algo os debe estar quedando claro es que las capacidades predictivas de Warlord son asombrosas. Sin ir mas lejos…
…su previsión de que un individuo de media neurona con este aspecto llegaría a presidente de los Estados Unidos en un futuro no tan lejano rivaliza con cualquier cosa que hayamos podido ver en Los Simpsons. Tanto que uno podría sospechar que los enturbiadores taquiones tienen algo que ver en todo ello.
Y no andaria desencaminado.
Porque a la altura del episodio 131, allá por 1988, la historia de complemento la dibuja cierto novatillo que rondaba la DC pero que tras una miniserie acabaría recalando en la Marvel.
Un tal ROB! que dos años después, en 1990 saltaría a la definitiva inmortalidad con la aparición de Cable en Los Nuevos Mutantes.
De hecho la portadilla interior que la L de nuestro nombre realizó para la ocasión…
…quizá os resulte (precognoscitivamente) familiar.
¿C-cómo? ¿Que Calduch ya había mencionado esto hace años? ¿No en un post sino en DOS?
Bueno, claro, estamos hablando de taquiones ¿no es cierto? No resulta nada extraño que la publicación de este post haya influenciado la de dos de hace una década.
La huella intertemporal del Warlord de Mike Grell es tan pero tan potente…
…que apenas llevaba seis años publicandose cuando Pacific Comics publicó este más que evidente homenaje…
…surgido de la pluma de un tal Mike Grell…