Se distingue a un buen guionista de uno malo por sus ideas. Y es que cualquiera es capaz de contarte una buena historia con Fulanito y Menganito pegándose, o sacrificándose, o salvando el mundo. Pero sólo los grandes guionistas son capaces de hilvanar la acción, el dilema, el melodrama con una idea argumental que lo llene todo y le empaque e importancia. Y Geoff Johns es uno de los grandes. Así que si dedica un número de Aquaman a la mujer protagonista, la sugerente Mera, sabe que no sólo puede limitarse a plantear la historia de su protagonista como la de una mujer fuerte en un mundo de hombres abusones…
…muchos hombres abusones…
…ya que ello sería simplista, maniqueo y casi casi sexista. Seguro que Gail Simone le acusaría de querer meter a Mera en la nevera. No, Johns sabe que aunque en su tebeo quiera insistir en la idea fuerza de la hembra alfa, ha de darle un argumento convincente a su historia, algo que le dé coherencia e intensidad al episodio. Es por ello que a lo largo del número lo que importa es si Mera…
…consigue comprar comida para su perro. Eso sí que es humanizar un personaje y lo demás son gaitas. Un gran golpe de efecto para un guionista que está en su punto álgido de su carrera en cuanto a GENIALIDAD se refiere (y si no me creéis, leed el Justice League #6 del nuevo DCverso, que lo vais a flipar disfrutar como unos enanos). Es por ello que os pido que entonéis conmigo un redundante…
¡¡¡¡AVIV FFOEG SNHOJ!!!!
PD/Spoiler: Sí, Mera consigue la comida para su perro. Se lo lleva una de las mujeres a las que maltrataba uno de los hombres abusones de los que hablaba antes. Y se hacen BFF. Y la escena no destila nada de paternalismo hacia el conjunto de las mujeres, qué va. Lo que pasa es que la culpa es de los lectores, que se imaginan cosas raras.