












(Nota mental: Maus by Frank Miller, que gran película sería)
No terminan aquí las comparaciones entre Wagner y Miller. A este autor de Pensilvania se le ha comparado no pocas veces desde los inicios de su carrera con el estilo gráfico y los enfoques de Frank Miller. Pero mientras que este último ha seguido una trayectoria ascendente (hasta lo alto de la nave de los alienos que lo abducieron, según algunos) que lo ha llevado a trascender medios y pasarse al cine (Spirit by Frank Miller, que gran película fue), la carrera de Matt Wagner, siendo tan similar a Miller en sus comienzos, nunca terminó de arrancar y destacar tanto como el bueno de Frank ¿por qué? esta es la pregunta que nos hacemos hoy, encontrar el motivos de que un autor con un potencial enorme no acabe de explotar.
Y para ello, siguiendo el paralelismo con el autor similar pero que sí ha triunfado, repasaremos dos miniseries suyas con un personaje comercial (Batman), pero en el que se le ha dejado llevar al completo las riendas creativas, pues por ello lo cruzaba con un personaje de creación propia. Si Miller tiene su Retorno del Señor Caballero Oscuro de la Noche y DK2 (con Terror Sagrado como tercera parte oficiosa), Matt Wagner tiene en su haber dos series tituladas ambas Batman/Grendel.
La primera miniserie, de dos episodios, cruza a Bruce Wayne con la primera encarnación de Grendel, Hunter Rose, personaje que bajo la superficial fachada de un fragil y delicado novelista oculta un asesino sin más motivación que la satisfacción del trabajo bien hecho.
Esta sucesión de puntos de vista y saltos entre personajes hace que el tempo de la obra haya sido muy meditado para ponerla en escena adecuadamente. No cabe duda que ha sido una historia técnicamente complicada de realizar, encajando cada pieza en su lugar adecuado para que la lectura sea comprensible y fluida.
En definitiva, esta primera miniserie es una lectura inteligente, medida, densa, rítmica, musical, a ratos poética y con muchos hallazgos visuales resultado de mostrar las semejanzas y contrastes entre dos personajes con una personalidad tan marcada.
Momento visual: la egomanía de Rose le impulsa a marcar el símbolo de su característica máscara en una antiquísima esfinge.
El segundo cruce entre Grendel y Batman es otro cantar.
Eliminado Hunter Rose de escena, el espíritu de Grendel (una alegoría de la violencia, se dice) toma forma en diferentes personas, y una de ellas procedente de un lejano y apocalíptico futuro (¿acaso no lo son todos?) aparece entre la correspondiente luminaria de rayos y truenos en la Gotham contemporanea.
Este Grendel es poco menos que un Berserker descerebrado, de forma que sus motivaciones se reducen a dos como mucho: arrasar allá por donde pasa y regresar a su apocalíptico futuro. Batman, como buen tiquismiquis, intentará detenerle en ambos objetivos.
La primera historia entre Batman y Grendel apareció en 1993.
1993 marca los inicios de Image, con Youngblood, Stormwatch, BloodPool, Brigade, MegaBlood y tantos otros títulos. El auge de los coloristas, los brillitos y las portadas metálicas. La Marvelution. Los Vengadores con chupas de cuero y barbas de tres días (incluyendo a Crystal y Sersi). La estética porque sí, porque mola.
El segundo cruce es de 1996.
En 1996, una serie de Image, Astro City, gana los premios Harvey y Eisner al mejor título, y es la punta de lanza para la entrada de títulos con una nueva sensibilidad para el paraguas editorial de la casa. A partir de entonces títulos como Bone, Strangers in Paradise o la biográfica A Touch of Silver pasan a formar parte del sello imaginero. Nuevos aires corren en el mundillo del comic americano, y en las oficinas de Marvel se prepara el Retorno de sus Héroes a la grandeza clásica, a cargo
de escribas como Kurt Busiek y Mark Waid. Prima la historia sobre el dibujo.
Esta vez los taquiones se equivocaron.
Moraleja, querido lector con aspiraciones a medrar en el mundillo: Trabaja mucho y produce, haz lo que quieras y como quieras, a tu aire sin hacer caso de tendencias o modas pasajeras, pero no pierdas energías intentando publicar. Pon tu material a buen recaudo y siéntate en el portal a observar cómo van cambiando los gustos del público y, en cuanto veas que algo de los que ya tienes hecho es tendencia, publícalo cuanto antes. Cada cosa tiene su momento y lo más importante es encontrarlo. Es como los que se metieron a estudiar informática con el boom de los ordenadores y cuando años después obtuvieron su título el mercado ya se había colapsado. En cambio, los que tienen un buen fondo de armario con prendas de décadas pasadas siempre vestirán a la última por poco precio a medida que las cosas vayan volviéndose a poner de moda. No es antiguo, es vintage. Y comprado ahora cuesta un pastón.
Encuentra tu momento. Se Miller, no Wagner.