Puede que la compleja estratagema desplegada por Quesada para conseguir los derechos de Miraclewoman desvelada en este blog haya podido pareceros retorcida en su arabesca complicación.
Heh, todavía no habeis visto nada.
Los maquiavélicos planes de Joe es desarrollan en paralelo, extensas telarañas de encaje que se entrelazan unas con otras convergiendo y separándose en aparente caos.
Sólo aparente.
Todo responde a una exhaustiva planificación donde NADA ha sido dejado al azar. Las semillas de futuras victorias ya han sido plantadas, en algunos casos años ha, y sus raices ya germinan anticipando los victoriosos frutos que han de proporcionar en algún momento del futuro.
Como la nueva colección de Los Defensores.
La enésima iteración del no-Grupo por excelencia del Universo Marvel, incorporando en esta ocasión personajes relevantes del momento como Puño
Blanco de Hierro o RHULKA! en una desenfadada trama surgida de la pluma de Fraction.
Pero en realidad más. Mucho mas.
Porque al lector casual puede que sólo se fije en que el prodigioso mecanismo objeto de deseo de nuestros héroes, el Copo de Nieve Fractal Motor de Concordancia…

…con su asombrosa capacidad de acceder a la Sangría al Multiverso constituye, por fin, esa respuesta que llevábamos décadas esperando a la pregunta: ¿por qué hay tantos superheroes en la Tierra Marvel?

Y la sorprendente respuesta es: el Copo de Nieve Fractal Motor de Concordancia los ha extraido de la sangría del multiverso para proteger el embrión de Celestial que crece en su núcleo defenderla del Celestial de la Muerte.

Que es el Celestial que, con aviesas intenciones, visita nuestro planeta esta semana. A nuestros lectores más jóvenes les costará creerlo, pero antes de la era de los vuelos low cost los Celestiales solo pisaban la Tierra una vez cada millón de años como mucho. Afortunadamente hoy en día el universo es mucho más accesible. Que se lo pregunten a Galactus.
El caso es que los últimos custodios del imposible mecanismo fueron la Liga de Caballeros Extraordinarios los Omegas…

…que perecieron en su empeño. Así que la labor de salvaguardarlo queda en manos de su moderna reencarnación: Planetary los Defensores.

Bien, en principio parece evidente que simplemente estamos ante otro más de los estupendos tebeos a los que nos está malacostumbrando la Casa de las Ideas contemporanea, repleto de acción, intriga e ideas radicalmente innovadoras.
Y sin embargo su brillantez no es más que una maniobra de distracción destinada a enmascarar su auténtico objetivo. Un propósito que sólo el ojo más avezado podría adivinar en una aparentemente inocente página en la que Estela Plateada contempla cómo el Motor de Concordancia ha contribuido a cimentar los principales personajes de la Tierra Marvel.

¿Lo habeis visto? Seguro que no, está tan hábilmente camuflado que sólo un discípulo de ROB! con años de entrenamiento a sus espaldas podría percibirlo.
Repasemos.
En un principio estamos ante los familiares personajes cuyas aventuras hemos disfrutado todos estos años.

El Capitán América, Daredevil o el Doctor Extraño nos son de sobra conocidos.

Así como Spider-Man o Iron Man.

Y qué decir de Icemaiden (en la icónica viñeta del Snow Again de Frank Miller) y Silver Banshee…

…o de Regalos-Man o del Afeitador Cósmico.
Y, de manera nada inocente, entre el mosaico de clásicos e inconfundibles personajes, Fraction nos ha colado a uno engañosamente familiar. Reconocible porque no es nuevo a nuestros ojos pero un intruso de otra continuidad en este tapiz marveliano. La siguiente incorporación comprada por cuatro dólares al dueño de una editorial extinta hace décadas.
Porque si nos fijamos detalladamente en la última imagen de este retablo cósmico-primigenio…

…inmediatamente reconocemos a "Trueno" Ross felicitando…

…¡nada menos que a Tod Holton, el Super Green Beret!
(y luego os quejais de que el Detective Marciano forme parte de Stormwacth o de que Superboy sea amiguete de Caitlin Fairchild, endeve…)