Tenía pendiente este post de otro que me deje un poco a medias hace unos días, en uno que hablaba de Akira, de su publicación hace muchos años, y de como ahora el panorama había cambiado totalmente. Vamos a ello.

Por razones históricas (es decir, siempre ha sido así) las librerías especializadas han sido un coto cerrado de hombres. Por supuesto, siempre podías encontrarte alguna chica comprando tebeos, pero era raro. Y era mucho peor si te ponías a buscar tebeos atrasados cerca de donde se encontraba alguna de ella, ya que te miraban con cara de:” desesperado friki salido, no se te ocurra ni acercarte”. Claro, también estaban las novias, que se veían arrastradas dentro de la tienda sin muchas ganas, pero que le vas a hacer, lo que sea por el novio.
Claro, todo esto que cuento puedo parecer muy generalista y que corresponde a tópicos. No, lo siento, yo estuve allí. A lo largo de mi vida he visitado casi todas las librerías de Madrid y el panorama era ese. Hay que reconocerlo, a una tienda de comics no se podía ir a ligar. Porque estabas perdiendo el tiempo. Se iba a comprar tebeos y si tenías suerte, a hablar con alguien de ellos. Pero poco más. No conozco a nadie que haya ligado en una librería, pero todo puede ser vaya.
Ahora bien, todo lo anteriormente comentado se refiere a tiempos anteriores al manga. Más bien, anteriores al 2000 más o menos. Ahora no sólo es bastante factible encontrar mujeres aficionadas a los tebeos comprando, también te puedes encontrar a féminas no aficionadas a los tebeos que están enamoradas de los mangas. Me ha pasado ya bastantes veces, estando en la tienda, tranquilamente, ojeando las novedades, ver entrar a un grupo de chicas arregladas como para salir de marcha para comprar sus mangas correspondientes. Y eso es algo que NUNCA JAMÁS había visto en mi vida.
Mi librero, al principio, tenía a mano derecha, nada más entrar en la tienda, todos los tebeos de superhéroes que salían al mercado. Hace dos o tres años relegó los comics de superhéroes a la estantería del fondo y ocupó toda esa estantería con mangas de todo tipo. Y fue todo un acierto. No veáis la cantidad de gente que entra para mirar esa estantería, parece un maldito reclamo para aves o algo así. Los tomitos chiquititos están arrasando.
Porque al parecer, el manga atrae a las mujeres. No, eso es mentira. Lo que atrae a las mujeres es que el manga tiene un género totalmente destinado a ellas. La Marvel no hace comics para mujeres, la Cúpula no publica para mujeres (por poner unos ejemplos algo retorcidos pero válidos), sin embargo siempre pueden encontrar su ración de manga con temas que se acercan más a ellas. Y eso es algo para pensarse, porque por desgracia, la mayoría de esos tebeos son bastantes malos, al menos para mí, ser masculino. Todos los defectos que se le atribuyen al manga, dibujos poco definidos, ojos grandes, tramas eternas, personajes que nunca se terminan de decidir, todo eso, es el pan de todos los días de los Shojo Manga. Son tebeos bastante aburridos que sin embargo le llegan a mucha gente. Está claro que yo no los comprendo, a pesar de que he intentado leer unos cuantos, pero sus carencias resultan evidentes.
Sin embargo, esos tebeos están atrayendo un público que nunca ha comprado tebeos y están financiado el lanzamiento de otros muchos tebeos no tan comerciales. Y eso da para pensar, y mucho. Aborrezco el shojo, pero por desgracia, parece que por falta de gusto. En fin, es lo que hay, pero por favor, un mensaje para las féminas: no dejen de visitar las librerías.