Recientemente ha saltado la polémica porque a la valla fronteriza que separa Melilla de Marruecos se le han añadido concertinas, que es una evolución del clásico alambre de espino. Sí, sé que la mayoría lo sabéis, pero siempre hay visitantes de fuera de España o del futuro (¡Hola, visitante del 2030! ¿Google sigue petándolo en tu época? ¿Todavía se dice petar?) que no lo sepan

El caso es que el presidente del Gobierno no tiene ni idea de cómo pueden afectar unas cuchillas afiladas a unas personas, así que vamos a intentar aclarárselo

Esta es Jane Vasko, protagonista de Painkiller Jane. Bueno, este es su culo, a ella la verás en la siguiente página

El caso es que la muchacha estaba trepando una valla tan feliz cuando un coche le hace caer sobre las concertinas

Y aquí tenemos los efectos de esos artilugios: Jane deja de ser una persona y se cosifica, pasando a ser un objeto sexual sin dignidad para el disfrute de machistas falocéntricos

Incluso un buen rato después todavía se dejan apreciar los terrible efectos de las concertinas sobre las personas:

Señor Rajoy, espero que ya tenga claro que las vallas de Melilla sí tienen efecto sobre las personas, y cuál es. El informe son 50.000€. De nada