
Hay una infinidad de giros, de poética, de argumentaciones que sirven para no querer definir lo que a menudo está más que claro en los cómics: bebe de las fuentes de…, se inspira en…, un homenaje a…, toma referencias de…, etc. etc.
El vecino (obra que desde aquí no dudo en recomendar a quien, eso sí, haya leído un poco de superheroes para poder pillar algunos guiños al género) me ha sorprendido por una viñeta «referencial» al fabuloso cuarto álbum de Monsieur Jean .
No hay mala intención en mis palabras, alabo desde aquí el buen gusto de Pepo Pérez con Dupuy & Berberian y Mazzuchelli.
Las influencias, fuentes, inspiraciones, homenajes y referencias en según qué autores se aceptan tranquilamente.
Si esto lo hace Rob Liefeld lo llaman automaticamente PLAGIO.
Anexo (gracias, Adrián Daine): ¿Y el homenaje de Larroca en sus 4 Fantásticos a Metabarones–Juan Giménez y a Akira–Otomo tiene alguna otra acepción?

