Dormita Jr

Desde tiempos de los hermanos Kubert, me suele dar la sensación de que cuando un autor lleva mucho tiempo trabajando para Marvel, si luego ficha por DC en exclusiva suele tomarse ese tiempo como sabático. Sin hacer nada demasiado destacable, fluyendo con el piloto automático y poquita faena.

No es este el caso, por supuesto, de Bendis.

Más que nada porque me estaba refiriendo a dibujantes, pero lo cierto es que el bueno de Brian ha sabido adaptar su modo de trabajo a las peculiaridades de la casa editora. Sabedor de que ahí nada dura mucho y que lo que da de comer hoy en día son los derechos en adaptaciones a otros medios, bien se ha ido preocupando de crear un universo propio de acontecimientos y personajes que ha ido arrastrando por cada una de las series que le han ido cayendo. Leviatán y Naomi, por ejemplo, han asomado por sus Supermanes, Liga de la Justicia, Legión, Young Justice…por pura insistencia debieron darle la serie de televisión a la chica. Objetivo cumplido.

En DC, Bendis ha usado y abusado también de los recursos que le han hecho conocido por el fandom, como su narrativa descomprimida y diálogos encadenados. Diálogos que además a adaptado a los gustos de la casa, este de aquí por efecto bien lo podrían haber firmado L-Ron y Manga Khan.

La narrativa descomprimida hace que muchas veces las 20 páginas de historieta de cada mes se queden largas para lo que el de Cleveland pretende contar, y es por eso que muchas veces su método de trabajo recurre a emplear páginas dobles como si fuera una sola. Contar en dos lo que en realidad sólo te haría falta una, así ganas terreno. El equivalente en dibujo a usar una letra grande para que el trabajo de clase te ocupe más páginas.

Para poder hacer esto bien, lo necesario sobre todo es contar con un dibujante aparente. Es decir, si a un Ivan Reis le dices «enorme batalla estelar con Superman de fondo, doble página«, el resultado molará. Y acabo de resumir todo el trabajo suyo en la serie de Superman. Con Maguire intentó lo mismo y era raro.

Lo que pasa es que para las cabezas pensantes de DC, la expresión máxima de robarle el talento a Marvel fue juntar en Action Comics a Brian Bendis con John Romita Jr.

Dibujante nacido en 1956, que no os engañe el Junior, en términos laborales patrios estaríamos hablando de un jubilado.

Se le mete de entintador habitual a Klaus Janson (1952) y el resultado es un canto al pragmatismo y la efectividad. 20 páginas y lo que haga falta al mes. El resultado ya tal.

Pues ya he contado un par de veces que aunque se le defina como un buen narrador (cuando dicen esto de ti, señal ya de que no es un dibujo molón, pues si no es lo que dirían), a veces sus viñetas se empantanan sin saber qué quiere contar exactamente. Si le pasa con un editor competente, tocaría repetir hasta que el resultado fuera aceptable. Pero está en DC.

No se trata de comparar con su propio trabajo anterior en Marvel para evidenciar el descuido habitual en trazo y composición (cada cual tendrá sus recuerdo favoritos), es que comparar con lo suyo posterior en Spider-Man también serviría. De sabático, lo dicho.

El método Bendis de diálogos y descompresión hace que por una parte nunca sepas con que composición de página te encontrarás al volver la hoja, pero lo que es seguro que terminará pasando es recurrir a cabezas parlantes. Y después de eso a viñetas fotocopiadas parlantes. El mismo dibujo que te sirva varias veces en varios sitios. Total, lo único que se mueven son los bocadillos de diálogo.

Y juntas por tanto a Bendis y a Romita en DC y obtienes el culmen absoluto del mínimo esfuerzo, como el que pudimos disfrutar en el número 1024 de Action Comics.

Porque no se trata solamente de hacer una página doble basada algo de diálogo.

Es que parte de esa página doble te sirva copiándola para hacer una splash completa con la que iniciar el episodio.

Sabático. Cargar pilas hasta que le vuelvan a llamar para Spider-Man. Aviv.

Dos noticias juntas no siempre se entienden mejor

Sí, sé que es una frase recurrente. La idea de que si pones dos informaciones una junto a la otra esto te provee de un mayor contexto.

Pero en tanto ADLO! es una página en la que se DEFIENDE a los autores, debo negar que en este caso podamos considerar que ambas cosas tengan relación.

He dicho.

Que no te den Eterno por Eterno

La máquina del hype del Universo Cinematotelevisivo de Marvel nunca para, y ya ha llegado el momento de empezar a filtrar fotos (de lo más sosas, por cierto) de Los Eternos

Eso significa que en breve empezarán a aparecer los vídeos de los expertos que te aconsejan qué tebeos leer para llegar a la película dispuesto a dar la turra a todos los que tengas alrededor quejándote de los cambios. Lo más fácil es que te aconsejen alguno de estos materiales

Los Eternos de Jack Kirby. Esto es ir a lo fácil. Se trata de las historias originales de los personajes escritas por el creador de los mismos a finales de los años 70. No seré yo el que ponga pegas a esto, pero ten en cuenta que el que te recomiende esta lectura probablemente no se la haya leído él

Los Eternos de Kieron Gillen. Esta es la serie mensual que Marvel (y Panini) están publicando en grapa en estos momentos para aprovechar el tirón de la película. Esta recomendación lleva implícito que la editorial se lo ha mandado gratis al recomendador

Los Eternos de Neil Gaiman. La recomendación más obvia: una serie cortita, con autores de renombre y que apuesto dólares contra yenes a que Panini reedita en un bonito tomo antes de que acabe el año. Con esto no hay forma de fallar…

…salvo que, OJOCUIDAO, sí hay forma de fallar. Puede que si pides «los Eternos de Neil Gaiman» a algún librero despistado crea que te estás refiriendo a estos otros personajes creados por el autor británico, también con décadas de publicaciones a sus espaldas

Es lo que tiene traducir tanto Eternals como Endless por Eternos y que la carrera de Gaiman haya estado unida de forma indeleble a los segundos

En resumen: si le pedís al quiosquero un tebeo con los Eternos de la peli y os ofrece un tomo lleno de gente pálida y que viste de negro, desconfiad

(Ya hablé de este tema hace quince años, pero creo que no pasa nada por recordárselo a algunos lectores que aún no habían nacido por entonces)

Recuerdos de un octubre entre viñetas y toques de queda

Pues sí, otra tanda de mis tuits

¿Recuerdas junio?

Por si acaso, apunté en Tuiter algunas de las cosas que pasaron para que no se nos olviden

Instagrameos de octubre

Porque si han colado una vez, por qué no dos

El género que FRANK! construyó

En 1987 un FRANK! Miller en el momento más dulce de su romance con crítica, público y Lynn Varley publicó un pequeño arco en los números 404 a 407 de la serie regular de Batman

Las posibilidades no pasaron desapercibidas para la Casa de las Ideas Ajenas, que empezaron timidamente a explotar la idea, a veces con descaro, a veces con disimulo

En DC se dieron cuenta de que estaban dejando de ganar dinero con la idea, así que se abalanzaron sobre ella. Primero con cuentagotas y cuidando la calidad

Pero luego sin complejos, inundando el mercado con personajes no siempre punteros y autores no lo suficientemente preparados. Y hasta con un logo único para englobarlos a todos

Este abuso del término llevó a que cualquier editor lo usara para vender las precuelas comiqueras de cualquier franquicia que tuviera alquilada

Y claro, siempre acaba saliendo algún cantamañanas que quiere ser más que los demás

Visto todo lo anterior no es extraño que FRANK! haya decidido dar un puñetazo sobre la mesa y volver a tomar posesión de lo que es suyo. Damas y caballeros, con ustedes el bombazo editorial de 2019

Inocenti

He tenido durante años en el altar el tomo 39 de Marvel Héroes de Panini.

Sí, era tapa dura pero por 9.99

Y el motivo era por contener el número 260 de Daredevil.

Tócate los J.G. Jones

Los que no conozcais el episodio podéis preguntaros qué tiene de especial. Los que lo conocemos sabemos que terminaríamos antes de contestar si nos hubieran preguntado qué NO tiene.

A ver, se trataba de una aventura de 39 páginas sin tratarse de ningún número especial de aniversario ni nada; y de ellas 9 eran splashes, 3 de doble página y 3 de simple. Aunque en portada se insinua la resolución de la trama de María Tifoidea, la cosa no termina ahí, y al número siguiente comienza un cruce con un evento. Todo esto en 1988. Cuando Marvel se dedicaba a lo de hacer tebeos era una adelantada a su tiempo. Hasta ponía a mujeres guionistas antes de que fuera tendencia.

Ann Nocenti no era ninguna novata ni desconocida en el medio, pues se había curtido en labores de asistente de editor para distintas series de la casa, entre ellas la mismísima Patrulla-X de Claremont. Y conociendo este detalle y la querencia de los personajes de las historias de Nocenti a llenarlo todo de globos de diálogo y pensamiento histéricos dándole mil vueltas a todo hasta marearlo bien, uno se pregunta quién debió influir a quién. Tras haberse fogueado con números sueltos y un par de series limitadas (la Bella y la Bestia, Longshot), la oportunidad de guionizar Daredevil le vino casi sin querer, pues ella solamente tenía previsto colaborar con un número suelto que dibujaba Barry Smith. Era la época en que…en que Daredevil había pasado una etapa muy crítica, pero había renacido (¡mirad, voy a conseguir escribir un párrafo sobre Daredevil sin escribir SU nombre ni meter ningún enlace a amazon! ¡puede hacerse!) y no se tenía muy claro por dónde podrían tirar personaje y serie. La primera intención era que tomara las riendas Steve Englehart, que tenía entre sus planes que se mudara a San Francisco y unirse a sus Vengadores Costa Oeste. En el segundo Annual de la revista promocional Marvel Age salió una página-anuncio y todo.

Sin embargo su andadura se terminó limitando a un único número que firmo como John Harkness. Y es que no terminó de comprender al personaje.

Faltarse con el uniforme de color rojo del adversario. Daredevil nunca haría eso.

Pero volvamos al 260 de Daredevil. El episodio, especial, consistía en un enfrentamiento con cada uno de los adversarios que había acumulado la guionista desde el inicio de su etapa, y estaba estructurado de manera similar a otro episodio clásico de peleas, el primer Annual de Spiderman.

En dicho Annual, el intrépido trepamuros se peleaba de manera sucesiva con los más representativos villanos de la cabecera, con la particularidad de que en cada enfrentamiento, el artista Steve Ditko plasmaba el instante más representativo del mismo en una viñeta a toda página. En una época en que Stan Lee podía meter prosa a presión en seis-ocho viñetas por página, disponer de este espacio fue todo un lujo para el dibujante y también para los fascinados lectores.

De forma similar, Nocenti aprovechaba que disponía de un John Romita Jr recién salido de la Patrulla y presentaba a cada nuevo adversario reclutado por Tifoidea en una espectacular imagen en una o en dos páginas.

De Bala y Guerrillero me acuerdo, los nombres de los otros son carne de pregunta de Viernes (a las 15h)

 

La principal diferencia es que mientras Spiderman triunfaba en cada enfrentamiento, aquí cada uno le zurraba de lo lindo, dejando para Tifoidea la oportunidad de darle el golpe de gracia en página doble, que no splash.

En una época en que el guionista era el que cortaba el bacalao, que Nocenti dejase tanto espacio de lucimiento al dibujante fue todo un enfrentamiento a lo establecido, un replantearse las cosas, un admitir que había un hueco en todo aquello que podía ser llenado con molonismo. En definitiva, un manifiesto gráfico en 1988 como antesala a lo que serían luego los gloriosos noventa.

Pero hablaba de 9 páginas en splash y solamente os he mostrado 8. Eso es porque una se salía de la rutina de enfrentarse a enemigos.

La Antorcha Humana saliendo de ninguna parte, con el vacío tras él y sorprendiéndose por una revuelta callejera que no acertamos a ver. Esta escena me tuvo fascinado desde la primera ojeada. Tiene una función argumental porque introduce al personaje y la revuelta en las calles, pero el conflicto entre escritor y dibujante es evidente. El escritor dice «haz una splash«, y el artista dice «de mil amores«. Le pide también «La Antorcha Humana en primer plano y una revuelta callejera de fondo«, y a esto le responde «no me da la gana, dibujo sólo lo que me mola«.  Esta página rezuma conflicto, un enfrentamiento entre el artista que dibuja lo que quiere y el escritor que tiene la potestad de hacer decir a lo dibujado lo que quiera. Si hubiera dicho «¿qué ven mis ojos? ¡una invasión de dinosaurios zombies atlantes!» pues también hubiera colado. Tal es el poder del espacio vacío cuando está bien emplazado. Por todo esto, en mi admiración por los Gloriosos Años Noventa, cuando descubrí esta viñeta me convencí de que esa Época se había iniciado a partir de ella.

Que maravilloso fue descubrir escondida entre las páginas de un tomo popular nada menos que el germen de una de las revoluciones más importantes de la historia de este arte. Quedé tan extasiado con el hallazgo que…

…que cuando descubrí que todo había sido una estrategia de Marvel partiendo una página en dos en el tomo recopilatorio para calzar la historia sin que se les descuadrara la paginación con tanta doble, pues tampoco me importó mucho. Aunque lo bajé del altar, de manera que ahora me queda un hueco en el panteón.

A ver si sale ya esta semana, que me ha quedado un sitio.