En colores

¿Donde estabais cuando murió Jiro Taniguchi?

A mi me pilló en el Puerto de Sagunto, en el Splash, la Comic-Con de la Comunidad Valenciana. Y da la casualidad que allí me ofrecieron varios Taniguchis en una parada de saldos y segunda mano. Me contaban que justo Taniguchi tenía mucho movimiento en ese mercado, tanto que algunos títulos estaban comenzando a agotarse y era el momento de pillarlos ahora so riesgo de quedarse sin. Un concepto interesante, material con tanta demanda en el mercado de rebajados que puede superar a la oferta existente. En un mercado normal esta situación haría que los precios subieran. Y en un mercado bastante loco podría hasta terminar superando su precio original. A mi ver todo aquello me daba un poco de rabia porque al ser lector lento y tener acumulado veía ahí títulos que tengo por casa pillados a su precio de mercado a la espera de leer y que allí ya estaban a precio de derribo. Saldar es cruel, un día te planteas pillarte un tomaco tocho de Juanjo Sáez y al siguiente lo bajan a menos de la tercera parte en lo que antes era Discoplay. Del Splash terminé llevándome dos de un perro, obra completa, que se ve que eran los que más rápido se estaban agotando. Y eso que no nos habíamos enterado todavía de la funesta noticia, menos mal, que igual los subían de golpe.

Desconozco si Taniguchi tenía familia, esta gente está tan dedicada a su arte que a veces dudamos de si ha tenido tiempo de hacer algo más en esta vida. Pero aunque se diera el caso de que no tuviera, seguro que siendo tan influyente habrá dejado atrás alguna sociedad o Fundación que se dedicará a preservar su legado. Tezuka tiene, Hergé también, y otros tienen hijos o nietos que tratan de una forma u otra que el material de su finado familiar continúe rindiendo pese a que no genere nada nuevo. Cualquier pieza recuperada es buena para darle un empaque nuevo a una obra y volver a ponerla en el mercado. Si abres un cajón y te aparecen bocetos o estudios de personajes, tapa dura y reeditas algo a precio acorde a la situación, consistente en mucha demanda y poca, muy poca, oferta.

Pasa también que estos familiares y estas fundaciones tienen además un cierto interés en que se siga publicando material nuevo para seguir en el mercado. Son un poco como los representantes de los futbolistas, que para ellos la peor situación posible sería que un jugador tuviera un contrato largo, tranquilo y estable en un club en el que le fueran bien las cosas, pues estos van a comisión y si no hay movimiento en forma de renovación al alza o traspaso a otro club no ven dinero. Interesa que haya jaleo, polémica y sobre todo movimiento. Haya motivo para ello o no, eso es accesorio. Y siguiendo el símil, cuando ya se ha exprimido todo lo exprimible de la obra del autor, lo que queda es echarle imaginación. Un ejemplo del mes pasado lo tuvimos en la nueva edición del clásico de 1930-1931 Tintin en el País de los Soviets. Tras tantas veces sacando lo mismo en un formato, tamaño o grosor de papel y cubierta, han ido un paso más allá y la sociedad preservadora del legado de Hergé nos ofreció la historia coloreada. No de cualquier manera, por supuesto, sino con mucha sensibilidad, habiendo estudiado la composición y narrativa del maestro para ofrecer una cálida paleta que se ajustase a la historia y blablablá. Coloreada y pasar por caja.

No, no vamos a mostrar ninguna viñeta del álbum, ni tampoco creemos que pudierais encontrar ninguna por la web. Es más, creo que hacer búsquedas de eso es punible con gran multa en algunos estados del Benelux.

El caso es que una vez encendida de la mecha de esta nueva estategia, siempre con respeto y con gusto, por supuesto, es difícil que otros no se suban al carro. Y es en este contexto que Isabelle Franquin, hija de André Franquin, se nos destapa con estas GENIALES declaraciones. Dentro video aunque no entiendan ni papa, el acontecimiento lo merece:

Como todavía se duda si los franceses tienen o no sentido del humor (Goscinny sería una excepción, Uderzo no), por allá todavía no saben si tomarse la declaración en serio, otros han mirado el calendario a ver tocaba inocentada. Pero poco importa, el simple hecho de que algo así sea planteable ya es de por si fascinante, pues abre nuevas vías para difundir legados variados de nuevas maneras de esos autores de los que no nos cansamos de seguir pillando cosas obviando el pequeño detalle de que hace años que no están entre nosotros ¿Tus Tezuka están todavía en blanco y negro?

Por cierto, que lo próximo de Taniguchi sale en dos meses. Y directamente en color. ComprAdlo! antes de que se agote, que igual no llega ni para saldos.

InNobel

Bueno, pues ya tenemos el nuevo Premio Nobel. Un músico. Qué locura, ¿eh? ¿Qué será lo siguiente? ¿Hillary Clinton ganando un Grammy?

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Ya, bueno… ¡Premios! ¿Quién los comprende? Lo que está claro es que es una forma de abrirse a un campo nuevo. Con un poco de suerte además de premiar a escritores, poetas, dramaturgos, ensayistas y periodistas ahora también entran los letristas. Así que ya estamos un poco más cerca de que se premie la literatura de género.

Vale, puede que Doris Lessing escribiera algunos libros de ciencia ficción -bueno, no, de Ficción Especulativa. Por lo visto no podemos llamar a todo Ciencia Ficción porque hay gente que considera que esas palabras significan algo concreto. ¡Por su culpa nunca podremos aprovechar la popular que ha traído a la Ciencia Ficción obras como Juego de Tronos!- y que alguno otro haya hecho cosas a medio camino del policíaco. Pero ninguno ha tenido un cuerpo principal de género. Excepto, quizá, Paul Newman en 1963.

De modo que parece el momento de que vayan cambiando las cosas. Incluso de que pasen a considerarse… yo qué sé… ¡GUIONISTAS DE CÓMIC!

Es cierto que no todo el mundo parece estar por la labor hoy en día de aprovechar su carrera como guionista de cómics. Por ejemplo Scott Lobdell -para los más jóvenes, Scott Lobdell es el Bendis de los noventa- SCOTT! Lobdell está ahora más centrado en hacer películas que hagan crecer su ficha del IMDB. Y Alan Moore sigue decidido a retirarse de los cómics en el momento en el que alguien sepa lo que eso signifique, aprovechando que en el New York Times parecen haber sacado tiempo para leerse su libro. ¡Si hasta Neil Gaiman se ha pasado a la televisión, aunque lo haga echándole la culpa a un muerto!

Es un gran momento para ir mirando a todos esos otros países que hay por ahí que -cuentan- no escriben en inglés. Por ejemplo… Japón. Seguro que hay un montón de mangakas que se lo merecen como Osamu Tezuka. ¿Qué? ¿Los muertos no pueden ganar el Premio Nobel? ¡Habrá que buscar candidatos no-muertos! Como la carrera de Katsuhiro Otomo. A ver qué más reglas hay… Ah, se entrega al conjunto de toda una carrera, no es un premio por sólo una obra. Vale, entonces esto elimina a Akira Toriyama. Pues podrían aprovechar y dárselo a una mujer como Rumiko Takahashi o, mejor aún, a varias. ¡¡¡NOBEL PARA LAS CLAMP YA!!! Imaginad, solo con eso premiarían de una vez a 4 mujeres, 11 si contamos también a las que ya se han largado. Lo que significa que ganarían casi tantas como hasta ahora, que se ha entregado a 14 mujeres. De 113 ganadores. En realidad es el segundo premio que más mujeres se han llevado tras el de la Paz. Así que parece sencillo. Excepto que el jurado prefiera dárselo a otro asiático. (Aunque fuera solo por las risas de ver a Murakami apuntándoselo a la lista de cosas para hacer) En ese caso sospecho que irían a por Jirō Taniguchi que es un señor al que ya no recordaréis pero que hace como una década le gustaba a todos los ga… críticos culturales. Eso.

Ahora que hablamos de ellos… ¡EL FRANCOBELGA! Vale, Franquin, Chaland, Hergé, Pratt y Peyo están muertos.  Incluso Goscinny. ¡Pero Uderzo sigue vivo! Con lo que se merece Uderzo por sus guiones.  Ya, ya lo sé, pensáis que Tardi o Bilal tienen más posibilidades. Pero eso es porque no estáis pensando que hay muchos autores por ahí dando vueltas en la BD. Algunos incluso más jovenzuelos como Sfar. Y también mujeres como… ahm… er… Claro, así estaban en Angouleme que tenían que tirar de las anglos como Allison Bechdel -espera, ¿pasarán estos premios su test?- o Noelle Stevenson. que sin du¡¡¡CLAIRE BRETÉCHER!!! ¡Eso es! ¡Sí! Sabía que si le daba suficientes vueltas acabaría recordando a alguna autora de cómics francobelgas! ¡Vamos, comité Nobel, esta es vuestra oportunidad!

Incluso podrían venirse para España y mirar al producto propio. Vale, quizá no quieran premiar a Purita Campos  y no acaben de entender a Ibáñez,  pero Carlos Giménez está aún danzando y esto sería una batallita nueva que contar. Y tenemos muchos autores. Muchos muchos. ¡Algunos incluso viven de esto! Vosotros pensad las felicitaciones y abrazos si sale la secretaria permanente de la Academia a anunciar el premio y suelta que han decidido otorgar el premio por sus méritos de ser siempre certero, El Roto. ¡Todos asintiendo! Lo único, tendrían que mandarle un telegrama o un mensajero en bicicleta para que se enterara de que había ganado, pero seguro que ya tienen a uno a sueldo por si deciden dárselo a Marías.

Vamos, que queda claro que guionistas merecedores del premio hay a patadas. Aunque todos sabemos que en realidad tardarán aún unos años en aceptar su grandeza y dárselo al que más lo merece de todos. Pero seguro que en 20 ó 30 años le vemos recogiéndolo. No, claro que no hablo de Frank Miller, ya os he dicho que en 20 ó 30 años.  No, eso no significa que hable de Stan Lee. Tenéis unas cosas… Lo que hay que preparar es lo de siempre, un

AVIV BÖR!!!

Con suerte para entonces habrá sacado otro número de Youngblood.

O incluso de Image United. Quizá hasta de Knightmare… Qué gran guionista es ROB!

Jiro y su veterinario

¡¡¡ ATENCIÓN !!!

Si no has leído el tebeo «Tierra de sueños» de Jiro Taniguchi y piensas hacerlo no leas este post. Te destripará el argumento y el final de la primera historia

Si eres veterinario o tienes algún amigo o familiar veterinario o piensas estudiar veterinaria no te sientas ofendido por este post. No es una generalización, es un caso particular.

Si eres un hooligan de Jiro Taniguchi puede que te sientas ofendido por las alusiones personales al autor. Si es tu caso, ajo y agua.

Hasta aquí las advertencias. Ahora es tu responsabilidad el seguir leyendo.

Antecedentes. En el capítulo «Tener un perro» del tebeo «Tierra de sueños» de Jiro Taniguchi el autor nos cuenta una experiencia autobiográfica (como él mismo dice en el epílogo).

Jiro y su mujer tenían un perro, el perro se hizo viejo (14 años), enfermó y se murió. Una historia muy en la línea de Taniguchi. Sentimientos y sensaciones marca de la casa.

El caso es que el perro, con 14 años, comenzó a tener problemas para caminar y llegó un momento en el que dejó de hacerlo. De estar siempre tumbado le salieron úlceras en la piel y dejó de comer. Empezó a tener ataques y al final murió mientras sus dueños contemplaban paso a paso, sufriendo también, todo el proceso.

¿Porqué el título del post? Porque Jiro, en el epílogo, justifica su comportamiento (cualquiera que haya tenido un perro o un gato en esas condiciones, si lo quiere de verdad, sabe lo que hay que hacer) diciendo que el veterinario les había dicho que el perro no sufría porque estaba en un estado parecido al sueño.

Yo es que me estoy imaginando al veterinario diciéndoles:

-Nooooooo que vaaaaa, si no sufre. No puede caminar pero como que no se entera. Si eso vuelven en un par de días. Paguen al salir en recepción.

-No, hombre, no, si lo de las úlceras no le duele, como mucho le picará un poco. Si eso vuelven en un par de días. Paguen al salir en recepción.

-No se preocupen, no es que no quiera comer, es que no tiene hambre. Si eso vuelven en un par de días. Paguen al salir en recepción.

-Uffff nada, nada, lo de los ataque es lo mejor de lo mejor, así hace ejercicio. Si eso vuelven en un par de días. Paguen al salir en recepción.

Una eminencia el veterinario. Un maestro de las finanzas. Tiene que ser rico por cojones haciendo lo que hizo. Hay que ser muy listo para llevar tan bien su negocio.

Y claro, luego están Jiro Taniguchi y señora que también tienen lo suyo. Que si vas al veterinario te tendrás que fiar de él porque sabe más que tú pero… no sé, todo tiene un límite ¿no?
Pues no. Jiro y su esposa le hacen caso hasta el final. Que gran confianza tenían en ese profesional. Que bonita es la sensibilidad para pasear por la ciudad o la sutileza de mirar un árbol pero para ver la realidad… Que listos que son. No me extraña que estén contentos con su veterinario.

Ya me lo advirtió hace unos días un insigne adláter y la verdad es que tras leer esta primera historia de «Tierra de sueños» tengo unas ganas tremendas de leer las siguientes. Ya caerán y seguro que me gustarán. O quizá no. Lo que pasa es que tengo tantas ganas que prefiero esperar a ver si tengo menos.