Migoya Gurevich

Qué gran verdad es aquella de que nadie es profeta en su tierra. Y más aún en estas hispánicas latitudes donde la envidia es el pecado nacional. Ay de aquel que destaque por su voluntad o talento porque las masas de mediocres y paniaguados se arremolinarán sobre el cual ratas rabiosas en una orgía de odio destructor.

El exilio es la única salida de los creadores españoles con talento. Como Hernán Migoya.

Ay perdón, qué error más tonto.

Ahora.

Decía que el exilio es la única salida de nuestros artistas. Como Migoya, que ha tenido que emigrar a Perú a compaginar proyectos para España con proyectos para el público de allá. Pero la distancia no ha sido óbice para que Migoya nos siga regalando con sus guiones. Y donde cualquier otro habría agachado la cabeza e intentado disimular Hernán, heroe de dimensiones randianas que no desentonaría como aliado de John Galt, ha desafiado a la dictadura de lo Políticamente Correcto™ con sus extraordinarias Nuevas Hazañas Bélicas.

Un osado proyecto consistente en homenajear a los clásicos tebeos de Boixcar a través del irónico prisma de la distancia en un iconoclasta ejercicio revisionista. Uno que, por supuesto, ha sido mal entendido y reglamentariamente criticado por los comisarios políticos habituales. Gente que nada más empezar ya le ha acusado de contar sólo con una mujer en la ámplia panoplia de dibujantes colaboradores.

¡Esa mujer es Natacha Bustos! ¡La dibujanta de Chica Luna y Dinosaurio Diabólico, lo que hace que puntúe doble! Y en el texto Migoya no hace chistes con su apellido, lo que puntúa doble también. A lo tonto ya tenemos a cuatro autoras. ¡Y los habrá que se quejen de todas formas!

Como los que se han atrevido a calificar la serie como la deposición de un franquista que se quiere hacer pasar por moderno y tampoco se molesta en disimular demasiado. ¡Cómo se atreven a decir eso de Migoya!

¡Si él mismo tiene un familiar víctima del franquismo! ¡Como Pablo Casado muchos otros españoles que se escudan en familiares muertos que les escupirían a la cara han sufrido las consecuencias del anterior régimen nefando franquismo!

Precisamente el mismo eje de la obra es un cuidadísimo equilibro mantenido con engañosa facilidad que muestra la violencia cainita desplegada por ambos bandos con el mismo grado de repugnancia. Desde el salvaje sadismo con el que los republicanos saqueaban y violaban esas tierras que decían defender…

…centrándose con especial saña en la inocente iglesia…

…a las traiciones, intrigas y puñaladas que se desarrollaban en la trastienda izquierdista…

…pasando por el asesinato imperdonable de inocentes intelectuales por el único motivo de ser de derechas.

Pero de la misma manera se muestran los crímenes cometidos por los españoles que apoyaron a Franco. Comenzando por los bárbaros métodos de batalla utilizados por los magrebíes.

Y las intolerables violaciones de mujeres por parte de magrebíes.

En este exhaustivo repaso al debe del bando franquista no falta, como no podía ser de otra manera, el tema de la intervención nazi. Esos criminales que vinieron a España en busca del Santo Grial.

Que Los De Siempre ahora estarán con «y de Guernika qué». Pues de Guernika nada, porque si no entendeis que NO estamos ante un tebeo estrictamente histórico ni os molesteis en leerlo. El pulp y el fantastique forman la lente distorsionadora que Migoya usa como postmoderna herramienta desmitificadora. De ahí que en lugar de mostrar a la Legión Cóndor cometiendo crímenes de guerra, que sería LO FÁCIL…

…la muestra como una heroica unidad que derriba escuadrillas enteras de cazas republicanos con su Stuka-transformer pero OJO, pilotado por un ESPAÑOL. Son apenas dos viñetas que con muy poco dicen volúmenes enteros sobre nuestro sangrante conflicto.

Y es que sólo un autor vinculado al cómic y a su larga tradición de fantasía y de caricatura como Migoya…

…ayns, cuando uno tiene el día tonto…

…como Migoya, decía, podría usar tan magistralmente la imagen distorsianada de la realidad, cual espejos valleinclanianos del Callejón del Gato, para revelar más verdades que la fálsamente fiel imagen original. De ahí sus exageradamente heroicas hazañas acometidas por heroes fascistas nacionales…

…cuyo puro impostamiento desmonta su pretendido discurso épico más efectivamente que mil ensayos históricos.

Y, por parte del otro bando, las patéticamente ridículas y fallidas astracanadas rojas republicanas…

…que humanizan y nos acercan a sus protagonistas, pobres fracasados que al final mueren miserablemente…

…pues ¿acaso no se identifica siempre uno más con el patético y risible perdedor que con el triunfante heroe?

Y de esta original y elegante manera Migoya no sólo evita la aburrida y calculada equidistancia que exigen los popes de la moral sino que refuerza el subyacente tema de lo absurdo y en última instancia futil que resulta el empeño bélico. ¿Acaso alguien que no mirara con igual desaprobación los desmanes republicanos podría explicar el furor revolucionario como una posesión lovecraftiana…

…que más tarde se contagia a Cuba y crea al Che Guevara?

¿Y, tras todo lo anterior…

…explicar que una vez acabada la guerra Franco se humanizó y se volvió menos violento de motu propio? Sólo una persona cabal, sensible y sobre todo profundamente democrática podría escribir algo así.

Pero es hora de hablar del elefante en la habitación. De ese inmerecido sambenito que las mafias de lo moderno han pretendido cargar en las talentosas espaldas de Migoya: que su machismo es tan vil y repulsivo que se adentra en la misoginia y acampa allí para pasar el fin de semana. Es mentira, ¡POR SUPUESTO! como sabe cualquiera que haya seguido su trayectoria profesional tanto de autor como de editor y recuerde sus originales maneras de titular las noticias en El Vibora.

Pero, ay, nuestra Fraticida Contienda™ es un evento histórico principalmente protagonizado por hombres. Seguro que cuando anunció el proyecto más de uno ya fué preparando el artículo criticando la falta de personajes femeninos y exigiendo esas cotas impuestas que tanto les gustan. Gusanos mezquinos que se han llevado un chasco al abrir sus páginas y toparse con una inerminable panoplia de variadas e interesantes féminas.

Como la ninfómana republicana que se lia con el justiciero fascista nacional que actúa en el Madrid por liberar.

O la ninfómana nacional que tiene de pagafantas al oficial teóricamente al mando de la tropa. Y no, no todas son ninfómanas, claro.

No lo es la mujer que muere violada por tropas magrebies. Y ojo que no, NO se trata de una escena racista.

Porque ella se merece que le pase eso por ser una sucia revolucionaria que traicionó a su pobre y honesto amante nacional que se da media vuelta y la deja para que sufra su justo castigo.

Y tampoco lo es la protagonista que es expuesta en una plaza de toros nacional fascista, desnuda, maniatada, completamente indefensa, a merced del poder de sus captores, absolutamente impotente, para ser toreada por su hermano.

Que ya estoy oyendo a los puritanos gritar eso que tanto les gusta de la objetivización hipersexualida del cuerpo de la mujer. Pues para nada, listos. De hecho el relato en cuestión se titula «El Badajo de Badajoz» porque en el momento final en que su hermano republicano muere derrotado (¡claro!) sus enormes atributos brotan desafiantes por un agujero en su traje de luces, como se ve claramente en esta viñeta.

Que oye, no es culpa de Migoya que la cámara estuviera puesta detrás y su cuerpo los oculte ¿eh?

Y es que nadie como Migoya sabe retratar el valor y el coraje de estas extraordinarias hembras. Como la valiente heroina pre-marveliana…

…que muere con las enormes tetas acribilladas.

O la arrojada compañera de aventuras del mismísimo Jan Europa que nunca, NUNCA queda por debajo de él. De hecho podríamos decir perfectamente…

…que queda por encima suyo.

En fin, podría seguir repasando estas excepcionales Nuevas Hazañas Bélicas de nuestro idolatrado Migoya…

…y seguiría habiendo radicales queriendo ver cosas donde no las hay y buscarle tres pies al gato. Gente que No Lo Ha Entendido™. Que quizá para empezar nunca quisieron entenderlo. Llamar criptofacha miserable a Migoya en base a este cómic sería tan estúpido e irracional como llamárselo a Ciudadanos…

…sólamente porque le hayan copiado el diseño de cartel electoral a Fuerza Nueva…

Belleza Canon Evolution

Ya estarán los de siempre malpensando que esto irá de fotos de beldades y de comparación de cuadros de mozas rubenescas con las amazonas de formas rotundas, piernas largas y arqueadas espaldas con las que ROB! nos regala la mirada y nos colmata los sentidos. Pues no, mucho se escribe y se piensa a diario sobre eso, sucios, como para meter un texto más como recurso fácil, eso lo dejamos a los amargados del Progressive Boink,  de manera que hablaremos de cómo han cambiado los gustos estéticos masculinos. Exacto, esto de hoy va sobre tíos, avisados estáis.

Y es que si consideramos al superhéroe como ser ejemplar en cuanto a sus acciones y motivaciones, estaremos de acuerdo en que su representación icónica debe ser también la de un ser bello acorde a los gustos imperantes, es decir, con un exterior magnífico que refleje de manera evidente su inmaculado interior. Teniendo esto en cuenta y situando el nacimiento del género con Superman (pre-DC52, pre-Crisis Infinita, pre-Crisis; el de 1938, vaya), podríamos hacer memoria y nos daríamos cuenta de la poca cantidad de personajes protagonistas calvos que hubo en los 50 años siguientes. El primero y casi único que nos viene a la cabeza al recuerdo es el profesor Charles Xavier
 

PROF-X.jpg

…pero se trataba de una figura paternal y académica cuya actividad era principalmente intelectual, razones por las que se le representaba como un señor viejo y calvo, cuya apariencia precisamente provocaba no pocas sospechas. Era demasiado feo para ser un superhéroe. De manera que salvada la excepción, el resto de personajes lucían su frondosa cabellera pulcramente peinada con su raya al lado, y si podían ser rubios mucho mejor. Solía decirse eso del suplicio que sería para un dibujante enfrentar en una misma escena a Steve Rogers, Clint Barton y Hank Pym de civil, y es que salvo unos pocos detalles los tres eran muy parecidos físicamente. Y lo eran porque representaban un mismo ideal, el del superhéroe vengador.

La cabellera-melena-pelazo del héroe no era una característica exclusiva del cómic; durante esos mismos años podía verse esto en las películas de acción, siendo quizá el Mel Gibson de Arma Letal su ejemplo más excesivo evidente. Por aquel entonces, un personaje calvo (Ming, Sivana, etc) debía ser a la fuerza malvado.

Llegado un momento, esto cambió.

Y, como no podía ser de otra forma, este cambio vino provocado por ROB!

Y es que la presentación de Cable como nuevo mentor de Los Nuevos Mutantes trajo consigo muchos cambios en el título, la editorial o la industria del comic en general, pero también introdujo un profundo cambio estético, pues introdujo a un personaje molón con una marcada alopecia.
 

new_mutants_87.jpg

Posiblemente en la ya legendaria portada del número 87 de la serie no se notase demasiado, pues tampoco era cuestión de asustar a los todavía no preparados compradores, pero las sienes de Cable estaban dotadas de un buen par de entradas, un rasgo que en manos del Genio de Fullerton no le hacía viejo ni intelectual ni nada de eso. Cable mola. Y con el paso de los números ROB! nos fue mostrando al nuevo personaje con distintos atuendos y poses, y poco a poco con un algo menos de pelo para hacernos paulatinamente a la idea de la nueva imagen de la próxima molonidad. Y fue en el epopéyico final de su etapa en el título al que dio gloria y ventas cuando nos mostró al héroe sin tapujos en todo su alopécico esplendor desde una esquina de la misma portada. Trece números entre una imagen y otra, un año, en ese tiempo habían cambiado muchas cosas.
 

NewMutants98hi.jpg

La rayica de pelo de Cable contrasta con las pelucas que nos muestran sus alumnos, personajes de una época anterior que habían quedado desfasados, unos jóvenes viejos. Y para que no quedasen dudas, en este histórico número se nos presentan dos machos molones más, y "curiosamente" los dos calvos (aunque uno no se sabría hasta años después cuando se quitó la máscara): Muertopiscina y Gideón.

Gideón, personaje molón como pocos por aquel entonces, con ese peinado ¿imposible? dejémoslo en "difícil", pues no hay nada imposible y menos en manos de ROB!
 

nm01a.jpg

Podemos concluir por tanto que el número 98 de los Nuevos Mutantes es un documento histórico, un punto clave en la estética masculina de finales del siglo pasado, dándose el cambio de la pilosidad frondosa a la cabeza rasurada. No es de extrañar por tanto que la única copia de este cuaderno a la que se le ha dado un grado de 9.9 de conservación …

nm9999.jpg
…pertenezca a un orgullosamente calvo propietario.
 
nm98cg99bld.jpg

En cuanto a Cable, artistas han ido y venido que lo han presentado de formas muy diferentes, llegando a rejuvenecerle respecto a su look inicial, pero siempre que ROB! vuelve al personaje le deja de nuevo con sus pistas de aterrizaje bien despejadas.
 

X-Force1byRobLiefeld.jpg

(sí, vale, también creo a EstrellaRota que lleva cola de caballo, pero estaremos de acuerdo en que no es precisamente un machote…)

Los personajes de acción en el universo fílmico han seguido una evolución parecida, de manera que ahora en la gran pantalla Jason Statham, Vin Diesel o The Rock pueden lucir su cuero cabelludo sin complejo alguno, llegando incluso a marcar tendencia con sus afeitados. También en sagas como La Jungla de Cristal podemos apreci
ar la evolución del pelamen de John McClane desde su primera entrega…
 

3diehard.jpg

…hasta la que llegará a las pantallas americanas el próximo Día de San Valentín.
 

A_Good_Day_to_Die_Hard.jpg
Todo esto es aplicable a los comics y cultura de consumo americana, pero ¿qué sucedía en España?

Es difícil encontrar material fiable que aporte información sobre la percepción de los personajes calvos en aquella primera época. Los cuadernos de aventuras mostraban también a héroes de frondosa cabellera al viento y los craneos al aire quedaban para los malvados. Calvos también eran muchos personajes de Bruguera, quizá para hacerlos más objeto todavía de burla como una desgracia añadida a sus circunstancias, pero se trataba de datos poco concluyentes. Incluso la única pieza que conservo de un TBO que muestra abiertamente el calvario suplicio de no tener pelo me ofrecía poca credibilidad por no tratarse de una publicación seria sino de una de chascarrillos.
 

calvo.jpg
 
(un drama con planteamiento, nudo y desenlace en tan sólo tres viñetas ¡chúpate esa, Bendis, calvorota!)

Pero el amigo Latro nos ha proporcionado hace poco la prueba definitiva, procedente de una publicación española y seria, de Hazañas Bélicas, nada menos. No, no lo que está publicando Glénat EDT, no, sino de la histórica, de la seria, de la buena. Y sí, Glénat EDT está publicando Hazañas Bélicas, combinando tomos rojos con azules, que ya se sabe que Joan Navarro es muy catalán. Mirad por vuestras librerías por si tienen y tranquilos por el precio que son de pocas páginas; y si os pareciesen caros pensad que su editor tiene muchos originales que alimentar. Pero no desvariemos y volvamos a lo que importa, al revelador documento que nos han aportado de una historieta clásica con un aviador que se encuentra con un niño en el bosque y…

…(¡mente limpia!)…

 

396063_251554794974680_381470109_n.jpg
 
Con esto, requeteconfirmado.Si se quería ligar, tenía que haber pelo. Sabiendo esto, se entienden mejor ahora algunas cosas de entonces.
 
   foto 2.jpg
 
foto 3.jpg     
(y Jaume Vaquer tiene más como estas en su blog)
Volveremos sobre esto de la estética otro día con un nuevo tema que me ha suscitado un texto de ayer, un tema que podríamos titular…

…"la barba".