Los caminos del Señor y la mente de los hombres blancos heterosexuales tienen algo en común: son inescrutables.
Eso es lo que se le vino a la cabeza a buena parte de la población mundial que tuvo el enorme privilegio de observar cómo el 11 de septiembre de 2020 Milo Manara, reputado dibujante erótico y cachondo profesional, se ganaba un puesto en la Historia publicando un hermoso dibujo de una tremenda hembra jamona para conmemorar el aniversario del atentado terrorista en occidente por antonomasia, haciendo gala de la sensibilidad e inteligencia emocional de un escarabajo pelotero.
Pero todos conocemos de sobra a Manara. Hoy vengo a hablar de otro hombre cis arrastrado a la inmundicia moral por una noble causa: no ser capaz de soltarse la chorra. Ese hombre no es otro que Gleb Melnikov.
“¿Y quién cojones es Gleb Melnikov?” tal vez se pregunte el lector. Pues se trata de un joven artista que comenzó haciendo fanarts y, a golpe de arte digital, en 2021 comenzó a currar de forma regular en DC.
Gleb es mejor conocido por su trabajo en “Robin” de Joshua Williamson, centrado en Damian Wayne. Como es de esperar, los al Ghul son una parte importante de su trama. Y aquí es donde encontramos el primer problema al que se enfrenta Gleb: la leyenda negra de Talia al Ghul.
Talia vendría siendo la Calimero de DC: todo le sale mal. La falta de historias propias interesantes, una tendencia a la villanía absoluta desde los dosmiles, el hecho de que los personajes árabes tampoco suelen ser los mejor tratados en el mundo del comic USA y lo de que como interés romántico de Batman es, lo que vendría siendo, una mierda como el cerrojo de un penal; han relegado al personaje a un lugar de modesta popularidad dentro del fandom de DC. Ha sufrido neglicencia por parte de la editorial, de artistas y de fans y, a pesar de aparecer de forma más o menos recurrente en historias de Batman, ser fan de Talia es más duro que un abdominal de Henry Cavill: ni un triste funko del personaje existe.
El bueno de Gleb, intentando argumentar la semana pasada que en realidad Talia era más tremenda hembra jamona que Catwoman, que ya huele un poco, publicó en Twitter la siguiente obra.
La algarabía estalló en un fandom que está acostumbrado a sobrevivir con los nutrientes que sorben del moho que se forma en las esquinas de su sótano. Por fin un artista le hacía caso a Talia al Ghul. Y no sólo eso, les estaba dando el mejor tipo de contenido: warro content. ¿Podría ser este el resurgir de la popularidad de Talia al Ghul? ¿Y qué tiene que ver esto con Milo Manara?
Pues porque a Gleb se le subió la erección a la cabeza. Alguien decidió hacer un jocoso montaje. Decidió poner este hermoso dibujo… sobre el original de la cachonda de Manara. Sí, el primero ya era de mal gusto, pero todavía se podía subir el nivel aun más si la jamona del dibujo era árabe. A Gleb le hizo gracia… y tuvo la brillante idea de publicarlo en su perfil de Twitter. Qué incómoda estampa.
Como consecuencia, las fans de Talia al Ghul, que sólo podían haber disfrutado del warro content durante unas pocas horas, le notificaron a Gleb por los canales pertinentes (menciones de twitter) que el meme no era divertido, que tenía unas connotaciones racistas bastante desagradables y que, por favor, pensase dos segundos las cosas antes de hacerlas públicas en Twitter.
Pobre Gleb, borracho del poder de un artista que tiene la capacidad de ponerse palote con sus propios dibujos. Tanta sangre concentrada en tantos sitios que no son el cerebro. Finalmente, se disculpó y borró todos los contenidos relacionados con Tetalia de su cuenta de Twitter. A tomar por culo.
También es verdad que lo de la culpa judeocristiana se lleva mucho en los fandoms, y que como su disculpa no le valió a mucha gente, terminó anunciando que directamente iba a bloquear a todas las cuentas fan que interactúen con él. Y se acabó.
Así que esa es la lección de hoy, supongo. Mantener las tetas separadas del terrorismo. Suficientes hombres horny han tropezado en esta piedra.
El terrorista: aparca ahí, donde la cachonda – Fleibur
Por cierto, en la reseña sobre el pedazo de muermo infumable que me parece The Batman, alguien me llamó marvelita en los comentarios. Espero que en esta ocasión podamos mantener los modales y crear un debate sano sin necesidad de recurrir a insultos tan desgarradores como acusar a una humilde autora de gustarle Marvel.