Pep Domingo y guardar la ropa

Hace dos años asomó a nuestro mercado una obra sobresaliente. 400 páginas por 19 euros en Astiberri no se ven todos los días. Se llamaba Papel Estrujado.

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Tuvo bastante repercusión y muy buenas críticas, e iba muy bien encaminada para ganar algún premio de campanillas en el Saló del año siguiente. Si no fuera, claro, porque ese mismo año hubo también novela gráfica de Paco Roca. Astiberri autocontraprogramándose.lossurcosdelazarAquel Saló Papel Estrujado tuvo que «conformarse» con el Premio del Público, que tampoco es cosa menor.

Y este año, sin obra de Paco Roca por ahora, y sin visos de que publique de aquí a Diciembre porque está liado con la organización del Primera Feria del Cómic de Valencia (¿en serio?¿la primera?¿otra vez?), Nadar vuelve a intentarlo. Con menos páginas, mayor precio y, ep, en color.

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Reseñas hay y habrá por ahí fuera para guiaros, yo de momento os abro la puerta. Lo que sí puedo decir sin reparos es que posiblemente es el primer tebeo que leo en mi vida del que me ha gustado el prólogo. Y es que casi siempre esta sección la escribe alguien que comienza a contarte y desvelarte cosas de las cuales no tienes ni idea porque precisamente no te has leído todavía el tebeo, y fastidia mucho que alguien sepa más que tú. Y si te hace spoilers no digamos. Muchas veces lo que hacía era leerlo lo último, y entonces algo de suquillo le pillaba, pero no hubiera estado mal entonces meterlo de epílogo. Pero aquí hasta eso está en su sitio y dice lo justo para abrir boca.

Lo admito, se me está haciendo muy cuesta arriba encontrar un resquicio para justificar el anuncio de la salida de El Mundo a tus Pies en un sitio como este. Color correcto, maquetación excelente, faltas de corrector ortográfico sin demasiada sustancia…¿qué puede motivar la inclusión de una obra como esta en Adlo! Novelti LIbrari?

Hasta que me di cuenta de en qué fechas salió.

Y es que una obra tan pegada a la realidad social actual no puede evitar incluir personajes de la más rabiosa actualidad.

img367 Como Raül Romeva ¿os acordáis de él o la información va tan rapida que ya es noticia pasada?

Se trata de un personaje secuendario sin apenas tratamiento, como el de la vida real, pero lo poco que sale es bastante significativo. Porque visto en perspectiva lo poco que ha salido por los medios esta última semana, su última escena es una perfecta metáfora de su salida del prusés (o de ICV, dicen las malas lenguas).

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Nada mal para una obra que salió a la venta dos días antes del 27-S. Y es que los que se inventan las encuestas leen pocos tebeos.

¿Volverá para despedirse?¿le habrán gustado los jerseis a la señora?¿bajarán la persiana? encontraréis todas las respuestas en vuestra librería más cercana.

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Avisados estáis.

Kitkat

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Cautivo y desarmado he quedado tras la lectura de El Paréntesis, de Élodie Durand. Y es que en esta época en que encontramos tantos motivos (52 como mínimo cada mes, hoygan) para rodearnos de genialidad, se agradece de tanto en tanto algo distinto para apreciar mejor el contraste, no puede vivirse sólo de caviar, de vez en cuando hace falta algo de fast food. El título que nos ocupa promete alejarnos durante un rato de armamento, testosterona, dinamismo o grandes domingas. Que si premio de la BD, que si el de autora revelación de Angulema, que más que sentado prefieres leerlo tumbado por lo que pueda pasar al sumergirte en sus páginas.

Autora novel, primera incursión en la historieta, dramática historia autobiográfica sobre su lucha con la enfermedad ¿cual toca esta vez? ¿Alzheimer? ¿botulismo? ¿Alzheimer? no, epilepsia ¿pero no se la había pillado David B? sí, pero no cuenta, no es mujer y lo suyo era sobre su hermano. Esto es más cercano y toca más. Y como es primera persona y viene causada por un principio de tumor cerebral, no va tanto de convusiones sino del olvido asociado a los momentos de desconexión, y también la modorra por la sobremedicación. Lo dicho, que es otro ritmo, que juega más con el vacío y la pausa. No hay tiros.

Pero todo hay que decirlo, o estaba en uno de esos días del mes con los andrógenos bajos o el tebeo me llegó. Para marcar más el carácter verídico de la odisea vital de la autora a lo largo de la obra se insertan dibujos realizados por la misma a lo largo de los años de lucha combate convivencia con la enfermedad, lo que refuerza el dramatismo de la situación y hace que la empatía del público lector suba enteros. Blanco y negro desgarrador, de ese que la crítica sólo tolera a las autoras noveles francesas.

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La querencia mainstream me pudo, y cuando vi que el tratamiento con el que se albergaban más esperanzas de éxito consistía en clavarle unos hierros en el craneo y colocarle en el centro exacto de una esfera con ochentayun puntos de emisión radioactiva albergué esperanzas de que este primer tomo contase la génesis de Cobalta o un nombre heroico similar. Pero la cosa sigue su curso y la obra termina bien, pues finalmente el quiste remite y Élodie recupera su movilidad, su capacidad cognitiva y en definitiva su vida, gracias a lo cual pudo realizar esta obra como una forma de catarsis que le permitiera seguir adelante. Con esto, al triunfo y superación personal se le suma el éxito de crítica y público en los países donde se leen estas cosas, y la autora se hace un nombre en el medio gracias a lo cual sus próximas obras lo tendrán más fácil para calar.

Todo esto si la autora pasa de esta su primera obra de historieta en solitario, por supuesto.

Porque cuando das todo lo que tienes en una primera dramática historia autobiográfica desgarradora ¿qué te queda por contar? ¿es posible que hayas gastado todos tus triunfos en la primera mano?

Que más adelante puede tener peleas con un novio, o problemas con la báscula, por supuesto, pero no será lo mismo que lo primero. Y no todos tenemos una vida tan, tan,…, tan lo que sea que dé para llenar varias obras desgarradoras autobiográficas. Vaya, y de tenerla lo más probable es que no nos encontraríamos en situación física, emocional o etílica de desarrollarla en doscientas páginas.

Llegados a este punto puedes intentar inventarte algo, claro. Pero el matiz autobio es lo que le da el gustillo picante a la cosa, si la gente se entera que eso que moquean al leer es en realidad una patraña puede haber un rebote gordo. Así que la otra salida es caer voluntariamente en una espiral de autodestrucción para poder contar con propiedad y conocimiento de causa el nuevo tormento: adicción a sustancias tóxicas, depresión, algún comportamiento paranoide…el Arte y el público mandan, y si se cae lo suficientemente bajo igual puede volver a sonar la flauta y salir de ahí algo potable…con lo que habría que plantearse qué más hacer de cara a una tercera obra ¿tal vez asesinatos en serie?

Y por todo esto, queridos lectores, es por lo que es tan peligroso caer en las redes del gafapastismo o en la ambición de contar como nadie slices of life cuando life no hay más que una. Recordad esto cuando os pregunten tres obras más de Marjane Satrapi o Art Spiegelman.

Agradecidos debemos quedar pues de que nuestro bienamado Liefeld no sucumbiera a la tentación de lo autobiográfico cuando anunció aquella obra titulada simplemente ROB! de la que ha desaparecido casi todo rastro en la Red de Redes. Casi (o lo que es lo mismo: EmeAaaaaaaa, deja algún enlce en los comentariosssss).

Aunque seguramente ROB! de haber seguido ese camino hubiera cambiado el género para siempre, aunque de momento me conformo con que dibuje las ¡Spears! como nadie.

Pero alegrad esa cara, que es verano, luz y color. Que no hay que ser depresivo y a Élodie Durand todavía le esperan muchos premios en el mundo de la historieta. Y ¿sabéis por qué?
 

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Porque a lo que se dedica en realidad es a ilustrar de libros infantiles. Y eso cotiza.
 

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Sobre todo si lo combinas con un título de obra que huela a Gaiman.

¡Cuidado con lo que lees!

Con el aumento de la oferta en las librerías especializadas, cada vez corremos más peligro de hacer nuestra querida compra y descubrir al llegar a casa que uno de esos maravillosos tebeos que hemos escogido con primor y delicadeza es realmente un plano, simple y burdo…¡tebeo de pijameros!
Sí, amigos sí. El peligro está ahí, acechando en cada balda de la estantería, justo al lado de un tebeo supuestamente libre de influencias negativas, con una carga intelectual adecuada para nuestras preclaras. Tenemos que tomar conciencia del peligro y saber que a todos nos puede pasar.
Por eso, The New Gafapastil Council de ADLO!, pendiente siempre de las necesidades de sus lectores, os proporciona unas mínimas normas para que vuestra lectura sea fructífera para vuestra vida. Sigue estas normas y el peligro de tener que leer una humillante historieta de superhéroes estará lejos de ti.
1.Escoge correctamente la librería. Ni siquiera se te ocurra entrar en una donde el escaparate esté lleno de figuritas de superhéroes enpijamados, muy posiblemente el interior esté plagado de tebeos peligrosos para tu formación intelectual y para un correcto desarrollo de la personalidad. Es más, suelen ser lugares frecuentados por gente de mal vivir que se identifican entre ellos con camisetas con símbolos similares a un quiróptero o grandes letras X. A ser posible, dirígete a aquellas librerías que tengan en su mostrador la edición francesa de Maus o merchandising de Adele Blan-Sec. Se acepta, en su defecto, que el merchandising sea de Tintín, aunque en estos casos se recomienda prudencia, puede ser una trampa.
2.Selecciona adecuadamente las portadas. Es bien conocido que, mientras en el tebeo de verdadera ascendencia gafapastil la portada es un símbolo icónico de los objetivos intelectuales del autor, en otros medios más serviles con la comercialidad, la portada sólo tiene una función publicitaria, buscando atraer al lector con cantos de sirena que suelen estar relacionados con todo tipo de hiperdesarrollos sexuales, ya sea masculinos o femeninos. En este último caso, quedan excluidas de esta consideración las obras de Richard Corben, ya que se trata de audaces críticas a la imposición estética machista sobre la mujer. Por ello, escoge siempre aquellas que supongan un reto intelectual para el comprador.

3.Comprueba la calidad del dibujo. La prueba de fuego. Muchas veces, los editores cambian vergonzosamente las portadas con el fin de ensuciar el prestigio de un autor con toneladas de comercialidad que manchen su nombre. Un auténtico experto en estas tropelías debe estar siempre al quite de semejante inquidad y ser capaz de distinguir a primera vista el dibujo de un autor interesante del de uno vendido a la mercadeo más vil. Un buen autor huirá siempre de las ataduras del academicismo, buscando nuevos caminos estéticos que propongan retos intelectuales al lector.

4.Atento a las frases trampa. ¡Cuidado! Hay autores de antiguo prestigio gafapastil como Andy Watson, Dave Cooper o incluso Peter Bagge que se han vendido al dinero fácil, por lo que podemos vernos fácilmente engañados por uno de ellos, pese a un estricto control de los anteriores puntos. Por ello, si queda alguna duda, se pueden leer algunas frases al azar. Ante la primera visualización de frases como «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad«, «¡Es la hora de las tortas!» o «El mundo está en peligro«â€¦.¡Corred! ¡Es una trampa! A ser posible, buscar siempre frases del estilo «Mi vida es una mierda ¿qué haré?» o «En los aposentos del inexpugnable infinito, donde luz y oscuridad se debatían en las tinieblas del tiempo, la majestuosidad del libre albedrío dormitaba en su deseo de libertad, paciente, con la esperanza puesta en el círculo de la eternidad, cuando fuese abierto por la poderosa llave de la palabra la cual se contempla fraguándose en el horizonte, más allá del círculo del orden universal, como un apetecible portador de vida. Y por fin la palabra, y con ella la abstracción; dimensión de milagroso poder que resultó en la vida etérea de seres andróginos«.

Con un 99% de probabilidades, con estos 4 pequeños pasos se habrá evitado el terrible peligro de comprar uno de esos tediosos y aburridos tebeos de superhéroes que tanto ensucian el porvenir del tebeo. Pero si tienes alguna duda, ¡no lo dudes! Llama al 900-6969ADLO y uno de nuestros amables especialistas te asesorará gratuitamente.
¡De nada!

Portadas gafapastas

Desde esta atalaya a la que nos ha encumbrado nuestro intelecto sin par, nos, los gafapastas, reivindicamos activamente nuestro derecho a entrar en el juego de las portadas de doble sentido que otros neoadláteres están practicando con éxito. Juegos infantiloides basados únicamente en el equívoco sexual, casi siempre rayano en la latente homofobia de esta sociedad, y que no superan el más mínimo análisis crítico, pero hasta la élite tiene derecho a la diversión.
Por ello, y aprovechando que ahora ADLO puede llegar a ser una fuente de intelectualidad bien entendida, creo que no se puede hacer mejor debú que dejando una portada de un adorado dibujante del underground de los años 60, una ilustración llena de segundas intenciones, descolocadamente descacharrantes:


El inagotable chicle de Willy Wonka

Ja!

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Pirurí…pirurí….pirurí.. (no, yo no tengo politonos en el móvil, ¡qué vulgaridad!)
– ¿Diga?
– Estooooo, Álvaro, que soy el Riva, es sobre la imagen que has puesto en ADLO hoy, ya sé que yo ya no estoy en esto, pero es que eso es una p**** gigante con un montón de tías en pelotas…
– Estimado ex-Puto Amo, qué gran tristeza me produce ver que tras varios años de experiencia en afilar el ingenio, su inteligencia sigue siendo tan superficial y simplona. Pero ¿no se da cuenta de la divertida transfiguración que se hace entre la eterna obra de Roald Dahl y la ilustración de Corben que nos atañe?
– Son tías en pelotas violetas sobando una gran p**** azul.
– ¡Pero hombre de Rob! Cómo me puede decir eso, es una humillación tener que rebajarme a explicárselo, pero es evidente que el dibujo de Corben nos muestra una serie de chicas, claramente hinchadas y de aspecto violáceo, exactamente igual que la pobre chica que consumió el chicle de menú de tres platos de la obra de Dahl, adorando una gigantesca oruga de la especie Conotrachelus nenuphar, una clásica plaga del Chicozapote, el árbol que produce la goma de mascar. Una referencia evidente y muy divertida.
– ¿»Conotrachelus»?… esa oruga es de la especie Nachovidalensus de toda la vida, y los hinchamientos de esas chicas sólo se consigue agotando la producción mundial de silicona de una década… Álvaro, ¡eso son un montón de tías en pelotas con una p**** gigantesca!
– Verdaderamente, ahora entiendo el porqué de la bajada en visitas de esta web, estimado amigo Riva. Es obvio que el mordiente de sus inicios ha sido pervertido por la lectura de tanto tebeo de baja ralea y es ya incapaz de ver un doble sentido.
– ¡Es una p****!¡Y tías en pelotas!
– Lo siento Riva, usted tuvo su época, le toca el turno ahora a la inteligencia, la ironía y el fino doble sentido. ¡ADLO estamos aquí para salvarte!