Hoy toca texto corto, que ha habido que trasnochar para la Logia Negra.
¿Cómo que cuál? La de ayer.
¿Qué? ¡Claro que hablo de una en concreto! ¿Pero cuántas cosas pasaron ayer a las que creéis que me estoy refiriendo?
Ah, vaya.
Bueno, da igual. La cosa es que es un buen motivo para escribir lo menos posible, a ser posible poniendo unas pocas imágenes y un enlace.
Así que, venga, vamos a hablar de ese autor completo que es David Lynch.
No, no me refiero a cuando su trabajo se usa de base para que otros se dediquen a convertirlo en cómic.
– Ya, ya sé que al final Disney acaba estando detrás de todo.-
No, tampoco me refiero a cuando su vida se convierte en eso mismo.
-Por mucho que recomiende entusiásticamente pinchar en este enlace, o en este otro.-
No, claro que no me refiero a cuando aparece como personaje invitado en un cómic.
¡Me refiero a cuando él es el único creador! ¡Guionista y Dibujante a la vez! ¡¿Cómo dejar pasar esa faceta?!
Todo lo que significó su trabajo en The Angriest Dog in the World entre 1983 y 1992.
Una obra claramente personal
El tipo de asunto que requiere de varios estudios sobre el tema.
Porque, como de costumbre, hay toda una historia recopilable tras la idea original.
En este caso, por ejemplo, tener hecho un post a una hora razonable.
No, no voy a discutir con vosotros el significado de razonable.