Pulir cera

En 1970 se estrena la secuela El Planeta de los Simios. Estrenada dos años antes, la cinta protagonizada por Charlton Heston se benefició de pertenecer a una época en la que Hollywood rebosaba de nuevas ideas y originalidad, no como ahora que todo son películas de superhéroes. Gracias al impuso creativo de la ya añorada 20th Century Fox, en 1970 aparece Regreso al Planeta de los Simios. La producción, en la que casi ninguno de los principales responsables de la primera parte repetía (Heston pasaba de protagonista a personaje secundario), introducía un novedoso y rompedor concepto pulp que quedaría grabado en la cultura mainstream para siempre: bajo las ruinas de la ciudad de Nueva York, en los viejos túneles del Metro, vivían humanos mutantes, escondidos de la sociedad de primates dominante.

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En 1977 John Wagner, guionista en la revista 2000 A.D. de las historietas serializadas del Juez Dredd, presenta a los Troggies, un grupo de parias de la sociedad de Mega City One que vive en los antiguos túneles del Metro y que ha desarrollado, durante su periodo bajo tierra, nuevas características físicas que les han apartado biológicamente de la humanidad. No son mutantes porque, bueno, los mutantes ya se habían utilizado como amenaza externa a Mega City One en unos tebeos anteriores.

En 1983 el aclamado autor Chris Claremont decide presentar a un grupo de mutantes que viven al margen de la sociedad escondidos bajo el suelo de las ciudades. ¿En las estaciones de Metro? ¡No! Claremont propone un nuevo canon que revolucionará el concepto de los mutantes que viven en el subsuelo. Los Morlocks de Marvel viven… en unos túneles excavados en las cloacas. Unos túneles con raíles y que sirven para desplazarse en un transporte bajo tierra.

Aunque es Claremont el que primero introduce las cloacas como acceso al hogar de los mutantes, es un año después, en 1984, cuando la fórmula acaba de cuajar expresivamente cuando Peter Laird y Kevin Eastman crean un nuevo grupo de mutantes que vive bajo la ciudad de Nueva York, directamente en su sistema de alcantarillado. Hablamos por supuesto de las Tortugas Ninja.

Y así es como poco a poco, de la mano de muchos artistas, pincelada a pincelada, se crea un concepto magistral capaz de inspirar y crear un concepto que perdure en el tiempo.

GOOGLE crea SEWER, el Maps de las ALCANTARILLAS - Página 10 ...

Así, yo hoy iba a hablar de la reciente polémica alrededor de la presencia mediática de Sexo Mal, el cómic de Carles Ponsí. Resulta que yo era trueno, pero Sark fue relámpago y se me adelantó. De hecho, hizo una cosa bastante parecida a la que iba a hacer yo. Adiós a mi post, me dije. Tendré que hablar de otra cosa. ¿Al final haré un post sobre toda la basura que está saliendo sobre abusos y machismo por parte de autores de DC, esta semana con Scott Lobdell?

Pero entonces entré en los comentarios del post. Y me di cuenta de que alguien había añadido su pincelada al artículo de Sark. Alguien lo había MEJORADO. Y entonces pensé, ¿para qué voy a buscar yo un nuevo concepto? Si tantos prestigiosos artistas pudieron sacarle brillo a un concepto creado en unas prisas para la secuela de una película de 1968, ¿por qué no darle un toque más a lo ya creado este lunes? Me dije, «Voy a entrar en la mayoría de webs de actualidad de tebeos en español a ver cuáles no han reseñado ningún tebeo de autor y/o evidente temática LGTB». Qué gracioso me creía…

Resulta que aparte de la reseña que ya señalaba Sark, la única que he podido encontrar es… de Sala del Peligro/Vandal/ElEspañol con un «arden las redes».

Y es que viendo las reseñas publicadas desde el día 28 en algunos otros sitios, realmente la pregunta no es qué web de tebeos cree que su público es solo de machotes heteros. La duda es si no será verdad que hace falta alguno que no lo sea. De modo que al final, hoy no os puedo hacer post, he estado muy liado intentando encontrar ese «más apoyo que nunca» a los autores LGTB que comentaba Madrox el lunes. Si se pasa por los comentarios de nuevo, que me pase un par de enlaces. Gracias.

Lectores Mayoritariamente Heterosexuales

De verdad que yo pensaba que Sexo Mal era solo el título. Pero resulta que aquí estamos.

Supongo que podría haberle pasado a otros cómics o a otros autores, pero le ha pasado a Carles Ponsi:

Que tampoco es que nos vayamos a extrañar, no tanto porque los medios (je) en España son cómo son tanto como porque hemos visto algunos otros ejemplos de intoleracia estos últimos días:

Pero, claro, uno no deja de sorprenderse porque normalmente se disfrazan mejor estas cosas. Se dice «No contamos en estos momentos», «Nuestra cantidad actual de reseñas impide», «Hemos decidido priorizar antes», «Es el mercado, amigo»…

Lógicamente uno considera qué cómics de Fandogamia habrán reseñado antes… hum…

A saber.

En cualquier caso, la situación pronto a pasado a centrarse en las dos partes importantes de todo este follón. En primer lugar, qué es de lo que va esto. Y si tuviéramos que apostar diríamos que va de que los medios no quieren parecer homófobos.

Porque, claro, al final el asunto es el que es y uno siempre sospecha que es más fácil hacer un manifiesto que apoyar cualquiera de estos tebeos o incorporar entre los colaboradores de los blogs una mayor diversidad. ¿Es mejor para el cómic que salga un manifiesto a que se hagan reseñas en los blogs? Probablemente no, pero es más rápido. Así logran decir bien claro que ellos no han escrito eso.

Tengamos en cuenta que el asunto principal del texto es que dice alegremente lo siguiente:

(…) hemos estado hablando con los compañeros y creemos que no es el momento más adecuado para publicar una reseña en nuestro espacio. Como habrás visto, socialmente nos encontramos en un momento de mucha tensión con según qué temas delicados. Tememos que, como nuestros lectores son mayoritariamente heterosexuales reseñar un cómic LTGB nos pueda perjudicar.»

Que si la primera frase pudiera ser ambigua a continuación se ocupa de que no quede duda posible. Incluso hubiera podido decir que esos ‘temas delicados’ sea hablar de que «Sexo Mal». Así que lo explica una tercera vez para que quede claro que los cómics SPQR son los que dan problemas. Mira que existir.

Estaba el blog de amiguetes, perdón, estaba el medio digital este diciendo que, a ver, ellos no son un bar nazi. Sólo son un bar al que van nazis y en el que no pueden poner cosas que molesten a los nazis. Pero sólo por eso no vamos a decir que sea un bar nazi. Vamos a decir que es «un momento de mucha tensión con según qué temas delicados» que es una forma muy elegante de decir que hay muchos problemas porque la gente queer existe y a los nazis eso les molesta. Como veis, las dos partes son responsables.

En cuanto al tipo de cómics que deben de reseñar… pues lo único que se me ocurra es que es sean…

HEY!

HEY!

HEY! HEY! HEY!

HEY! HEY!

HEY! HEY! HEY!

HEY!

via GIPHY

[Ah, sí, aprovechamos para mandarle un saludo a La i Crítica, los únicos a los que hemos visto que habían publicado ya la reseña y, por tanto, se libran de la sospecha de estar haciendo pio, pio, que yo no he si’o. Y que, además, ser el primero tiene mucho mérito porque ahora todos los mediofirmantes sin duda van a sacar la suya y, oye, ser el primero entre tantos tiene mucho mérito. Un saludo también a Carles Ponsi y al editor, Pako Kat. Como diría el difunto Sir Ian Holm: contáis con nuestra simpatía.]

[Ah, sí, la portada del cómic en cuestión.]

Entrada dedicada a JotaCe DeTe. Esto, contigo, no pasaba.

Un asunto de tiempos

Ya, ya sé. Hoy parece que sería el mejor día para hablar de, digamos, cómo los premios se dan de manera previsible y aleatoria a la vez. A veces incluso sin que haga falta morirse antes.

Pero no es eso a por lo que venís. Venís aquí a por los comentarios sobre cómics. Vale, hoy en día cómics son películas y series, eso lo habéis entendido tan bien como Valiant y aún mejor que sus editores españoles. Pero tampoco os toca.

Pero hoy no hay grandes noticias en series de televisión que tengan alguna relación con cómics. Y eso es lo primero. Así que no esperéis que hablemos Mythic Quest: Raven’s Banquet, The Goes Wrong Show o Locke & Key.

De manera que, me temo, hoy nos toca ir a hablar de otras cosas. Por ejemplo, de los cómics. Bueno, mejor dicho, de cómo funciona en España lo de los cómics.

Parece que por sin se están moviendo cosas sobre La Desbandá. Y sí, estamos hablando ahora de uno de esos asuntos de la Guerra Civil. Si creéis que eso está trillado esperad un rato a ver los giros de la historia.

Como casi siempre cuando se empieza a hablar de este tipo de temas resulta que si uno se pone a mirar antes había un cómic. Y aquí es a donde vamos.

En 2015 se lanzó El paseo de los canadienses. El nombre va directamente a un hecho del pasado. La ‘calle’ del mismo nombre que se inauguró el 7 de febrero de 2006 en recuerdo de Norman Bethune y su ayuda prestada al pueblo malagueño. Que, oye, mejor ellos que el tipo que pone los apodos en El País. Bueno, es posible que también fuera al hecho en sí, quién sabe. En cualquier caso, hubo varios actos como la conmemoración en 2014. Quizá no tan llamativas como las de 2013. En cualquier caso para 2015 ya había un cómic.

Espera… ¿lo había?

Bueno, hay una foto del autor sosteniendo un ejemplar. Eso sin duda. Y también sabemos que hubo una presentación oficial ya en 2016 aunque parece que la primera edición estaba agotada.

O eso dice el autor, que se mostraba seguro de que se está vendiendo bien aunque no tiene los datos. Si lo dice el autor.

El problema fue… que la editorial en la que lo publicó no pasaba su mejor momento. De Ponent andaba en líos y que su editor falleciera en julio de ese mismo año sirvió para liarlo aún más.

Al año siguiente, en verano, salí una información sobre los problemas que los autores estaban teniendo con sus derechos. Por supuesto al ser un tema sobre autores de cómics y derechos la información salió en un medio no especializado. Solo faltaría. Entre los afectados estaba, por supuesto, este cómic que no corrió la suerte de que ninguna de las dos grandes empresas de servicios de prensa que publican cómics se fijara en ellos como para intentar arreglarlo.

Así que, en apariencia, el cómic desapareció -como tantos otros- en el agujero negro del caos subsiguiente.

O puede que solo en apariencia.

A finales de ese mismo 2017 Canal Sur presenta un documental adaptando la historia, o algo así, desde luego le dan al cómic y a las pocas fotografías originales que usa como documentación un espacio especial en la divulgación del mismo. Y cuando se menciona al documental -por ejemplo, al año siguiente- también se habla del cómic.

En 2019 se lanza una novela histórica con el mismo nombre y, en fin, ya estamos en 2020. Por supuesto el lío es el lío y estas cosas se publican como se publican. Pero parece que el cómic debería de estar disponible.

Probablemente por ello acaba saliendo esto:

Espero que os haya quedado claro que es una obra protegida por derechos de autor.

¿Qué eso a qué viene? Bueno, quizá os sirva también echarle un ojo a la portada y contra originales.

Sí, parece una versión… ‘menos colorista’. De hecho, cualquier podría llegar a pensar que hay algo más extraño en ella.

Como que sólo se encuentre en un famoso servicio depredador de venta internetera o que le hayan puesto un ISBN de mentirijilla como es 978-1730994906.

Uno podría llegar a -mal- pensar que el autor decidió recuperar los derechos por su cuenta, escaneó en escala de grises y subió del tirón sin encomendarse a ROB! ni al servicio depredador de venta internetera.

Normalmente la cosa terminaría aquí, o se esperaría uno a que hubiera película para que, ahora sí, las grandes editoriales lo reeditaran como si fuera una novedad que se les ha ocurrido a ellos.

Por supuesto podríamos sacar muchísimas conclusiones. pero no tendríamos seguro estar sacando las correctas y no como esos analistas de taquilla de películas de superhéroes que no se molestan en mirar el coste inicial de la película antes de llamarla éxito o fracaso.

Porque quizá nosotros tendríamos que preguntarnos si esta decisión de publicar -un decir- así el cómic no estará relacionada con la forma en la que las editoriales deciden ahora cómo se publica un cómic.

Ya os dije que íbamos a tener giro. A ver si os creéis que solo en la versión producida por Netflix de Black Mirror pueden echarle la culpa a las redes sociales y la tecnología de los defectos a la hora de emplearla por parte de los humanos.

Dad gracias que no he acabado preguntándoos quienes son realmente los…