Carne de psiquiátrico

Sólo a alguien realmente enfermo se le ocurriría colgar ESTO en un weblog:


(¡Eh, ESTA imagen aún no la habíamos puesto. Comp-Rob-ADLO!.)

Aunque peor todavía tiene que estar aquél que, después de haberse dejado mesmerizar por la imagen anterior, aún tenga ganas de enlazar esto otro, que no tiene nada que ver con lo anterior aunque previsiblemente causará casi tantas pesadillas entre trekkies y fans de Tolkien como la imagen de antes en… bueno, en cualquier persona cuerda.

Si es que la gente está muy mal, oyesss.

[Como es de malnacidos aprovecharse del trabajo de otros sin al menos citar la fuente, no nos molestaremos en decir que la imagen de David Hasselhoff está sacada de aquí]

Ringo & Stan

¿Os acordáis de Stripperella, aquel intento de STAN LEE de convertir a PAMELA ANDERSON en una superheroína stripper de animación?

(Esta, concretamente)


Pues el bueno de STAN!, dado el éxito (¡cof, cof!) de la experiencia, se ha vuelto a liar la manta a la cabeza, y vuelve a la carga, esta vez convirtiendo en superhéroe músico de animación a…

RINGO STARR

(¿Quién?)

Ejem! He dicho… RINGO STARR

(…¿Quién?)

De repente me siento viejo, muy viejo.

[Actualización: eliminada la foto. Como ya notaron algunos de los lectores, no era del verdadero Ringo -mea culpa por no prestar la atención debida en su momento-. También podría sustituirla por una del verdadero Ringo, pero… ¿pa’ qué?]

«Y ahora, deportes:…»

Hace un tiempo, en la página principal de la versión electrónica de un conocido diario de difusión nacional, podía leerse este titular:

Es evidente que un deporte así sólo puede ser de competición, lo que lleva a preguntarse qué clase de reglamento se habrá acordado: ¿habrá penaltis? ¿córners? ¿fueras de juego?… En todo caso, viendo cómo está el patio en cuanto a participantes, parece lógico concluir que debe de tratarse de un deporte de esos «de (alto) riesgo».

Lo que no entiendo, es cómo no se ha extendido más esta actividad: allá se apunta hasta la familia real (todos unos profesionales en este tema; tanto es así, que prácticamente viven de ello, o sin prácticamente), y aquí aún no tenemos ni una triste federación.

Yo, por si acaso lo importan aquí (y con esto de la globalización puede ser el día menos pensado), pienso informarme de qué hay que hacer para convertirse en trofeo. Hey, nunca se sabe.

(Anda que, el día que eso ocurra, y España comience a competir en campeonatos internacionales, como desde la Generalitat se empiece a pedir selección propia también para esto, las risas van a ser de antología.)

El Bloc en el Blog

El otro día, al pagar la compra en mi tienda de comics habitual, me regalaron esto:

Mi primera reacción, como es natural, fue pensar qué bien, soy un superhéroe (y soy el último en enterarme). Y en toda lógica debo de serlo, porque si no no me habrían entregado algo que, como su nombre indica, corresponde entregar a un superhéroe (concretamente, a uno sin supermemoria).

Hay un problema, sin embargo: no recuerdo haber tenido nunca superpoderes; ni siquiera una identidad secreta. Pero claro, eso no significa que no sea un superhéroe: después de todo, si es cierto que soy un superhéroe y que mi memoria no es «súper», es lógico que, al menos en mi identidad «civil», no recuerde esa faceta «súper» de mi vida, ¿no?

También podría ser que realmente yo no sea un superhéroe (por increíble que pueda sonar, lo sé), lo cual explicaría que no recuerde ni mis superpoderes ni mi identidad secreta; pero en cambio eso no respondería a la pregunta de antes: no tiene sentido que se le entregue un «bloc para superhéroes» a alguien que no lo es, o que lo es pero del que no se sabe que lo es. En fin, un lío.

Por lo demás, y salvo esa pequeña duda existencial que me ha creado, que ya no sé si soy o no un superhéroe sin supermemoria, tengo que decir que el bloc este es un cucada: nada más abrirlo, te encuentras con una plantilla para rellenar tu ficha de superhéroe, en la que puedes apuntar tus superpoderes, tu nombre código, tu «combo» preferido (¿alguien me explica qué es eso? Probablemente lo sé, pero mi falta de supermemoria me impide recordarlo) y tu frase favorita. Mola, mola, mola. Voy a rellenarlo tan pronto acabe este post.

La siguiente página contiene un calendario del 200… -insertar número de rima fácil-, y el resto es un montón de páginas en blanco para anotar… pues para no anotar nada en realidad, porque entre lo grande que me suele salir la letra, lo pequeño que es el bloc y las ilustraciones promocionales de tebeos publicados por la casa (lo cual me parece per-fec-to, que conste) que las inundan, pues como que no queda mucho espacio para mis propias notas.

En fin: siempre me quedará la opción de anotar en él los buenos propósitos que, a lo largo del año que viene, llegue a cumplir de todos los que, como hago siempre, me haya propuesto alcanzar en Año Nuevo. ¡Je! Al menos, así me aseguraré de no haberlo rellenado antes del 2006, como mínimo.

Bueno, hasta aquí llegó mi intervención en este blog, por lo que al año 2004 se refiere. Por mi parte, ya sólo me queda desearos que lo paséis muy bien en Nochevieja, que tengáis una buena entrada al año que viene, y que sigáis viniendo por aquí a leernos y dejarnos comentarios como hasta ahora: aquí estaremos esperándoos.

(Sí, por supuesto que es una amenaza. Lo que no está claro, es para quién.)

«Navidad, Navidad, dulce Navidad…

Bueno, pero a ver, ¿a quién carajo le importa lo que salga en las putas bolitas? Total, si todo lo que hacen durante toda la mañana es darle vueltas y vueltas y más vueltas al bombo ese, ¡que las paren de una vez, joder! Mareado me tienen, ya.

¿Y los niños, eh? ¿Y qué me dicen de los joíos niños? Todo el rato cantando la misma letanía con esa insoportable voz de falsete: «tararamiltararacientoos tarentayunoo», «algoalgomiil eeuroos», «tararimiltariracientoos tarentaysietee», «algoalgomiil eeuroos»â€¦ una y otra y otra y otra vez, martilleándole machacona e insistentemente los tímpanos a uno hasta que sientes que te van a estallar. Y ya puedes oírlos durante horas (si es que eres de esos seres indestructibles, capaces de soportar semejante atentado auditivo de forma tan persistente como continuada), que nada, no cambian un ápice, ni el tono, ni el volumen, ni, mucho peor, el contenido.

Y lo peor es que no hay manera de quitárselos de encima, porque allá donde vas pensando en refugiarte lejos del mundanal ruido «nunca mejor dicho», ¡zas!, ahí está siempre el típico agilipollao con la radio o TV a todo volumen, empeñado no sólo en escuchar el sorteo completo, sino que también, y sobre todo, se entere todo el barrio de que él también está haciendo exactamente lo mismo que todos los demás, claaaro, no vaya a ser que le tomen por alguien original y con la suficiente imaginación para dedicarse a cualquier otra actividad más productiva y/o edificante: qué sé yo, sexar pollos, por ejemplo.

Y como se te ocurra dirigirte al agilipollao de turno para pedirle, con toda educación, que a ver si apaga ya esa puta radio de una maldita vez o aquí van a haber hondonadas de hostias, el muy maleducado te suelta: «Chissst! Que no me dejas oírlo, hombre!», y se va con el aparato pegado al oído, dejándote con la palabra en la boca. Increíble. Qué desconsideración, a dónde iremos a parar con gente tan poco dispuesta a prestar atención a los demás.

Y para acabarlo de arreglar, luego te toca escribir el puto texto de los cojones para el maldito weblog de mierda, cuando está claro que con toda esa mierda del sorteo no has tenido ni un momento para encontrar la inspiración y como consecuencia no se te ocurre sobre qué mierda escribir esta vez, cuando total se trata sólo de satisfacer las ansias de un puñado de…

Oh, vaya, si estáis ahí. Sí, ahí, ahí, como todas las semanas, buscando vuestra ración de soma. Bueno, pues que sepáis que os odio. Os odio pero que mucho, mucho, mucho. Sí, a ti también, no te escondas, y a ti, y a ti, y… y… ¡Qué coño! ¡Odio a todo el mundo, joder! ¡Maldita sea su estampa!

…

Bueno, vale, lo admito: ESTE AÑO TAMPOCO ME HA TOCADO NADA EN LA LOTERÍA, ¿VALE? ¿Ya estáis contentos? Pues hala, sed buenos y dejadme tranquilo hasta la semana que viene, anda.

Sólo dejadme deciros que esta vez sí, estoy firmemente decidido: el año que viene, va a hacerle caso al Calvo de la tele su Calva Madre. Ea, a tomar por culo.

(Me pregunto cuándo empezarán a vender en «La Bruixa» los décimos del año que viene…)

[ACLARACIÓN, tal vez innecesaria: el autor de este post jamás ha jugado a la Lotería, ni la de Navidad ni ninguna otra, ni tampoco tiene previsto hacerlo en un futuro próximo; en consecuencia, todas las actitudes y opiniones reflejadas en el mismo deben ser entendidas como fingidas: no hay ninguna relación entre el contenido de este post y la realidad.

(Excepto, quizá, esa minucia del odio a los lectores…)]

Niu frik on de blog

Señoras, señores, niños, niñas y frikis:

ADLO! Novelti Librari se complace en dar la bienvenida al cada vez más populoso mundo de los weblogs, a una nueva bitácora cuyo contenido promete ser de impresión: Cosas de Frikis, ideado e impulsado por nuestro amigo y compañero ADLáter Adbar Sabbar Jenkins.

Junto a él, le acompañarán en esta singladura de weblog colectivo una selecta pléyade de habituales de los foros más variopintos de Dreamers y aledaños: Kimota, Neithan, Sev, Kurtz, cannonball

ADLO! les desea mucha suerte a todos ellos.

Y ahora, hablemos de política

(¡ja!)

Hay dos motivos para este post:

El primero, recordaros que ADLO! convoca [a]periódicamente sus premios a lo más GENIAL de cada año en el mundillo del tebeo, tanto a nivel nacional como internacional, los PicADLOs!. En fin, para qué seguir con las explicaciones si ya todo el que visita esta página sabe de qué va la cosa.

Pues eso: que visitéis la página de los premios, nos aviséis de las GENIALIDADES que encontréis por ahí (aunque no tengan que ver con los tebeos) y que os parezca que nos han pasado desapercibidas, que hasta presentéis candidaturas vosotros mismos si os apetece (en los Comments de este o cualquier otro post en esta misma página, por ejemplo), y que cuando salgan los nominados votéis a los que os parezcan más GENIALES. Y, sobre todo, que intentéis divertiros lo máximo posible en todo el proceso. Nosotros lo hacemos.

ACTUALIZACIÓN: los que os animéis a escribir una nominación, recordad que debe estar justificada: en otras palabras, por qué creéis que el nominado debe ganar el premio. No importa cuánto ocupe: puede ser de dos líneas, o de siete párrafos. Lo importante es que digáis la razón.

Y segundo, y más importante: he leído recientemente que al escritor y periodista estadounidense Tom Wolfe (cuya ilustre obra «La Hoguera de las Vanidades» conocemos todos de haber visto la película, para qué negarlo) le fue concedido hace poco el premio Bad Sex Award, que otorga anualmente la revista británica Literary Review, por sus penosas descripciones de las escenas de sexo en I am Charlotte Simmons, su última novela. Podéis leerlo aquí.

Un premio de naturaleza muy similar a nuestros PicADLOs!, como puede verse. Lamentablemente, parece que la Literary Review no tiene página en Internet, ni tampoco hay ninguna que explique con detalle en qué consiste ese premio, cuándo se convoca, dónde se entrega, etc, etc. O, al menos, yo no la he encontrado. Alguna que otra nota, escrita así como muy de pasada, sobre ganadores de anteriores ediciones, pero poco más.

El caso es que a raíz de esa noticia, he pensado (¡ja!) que estaría bien reunir en una misma página unos cuantos enlaces a este y otros… llamémosles «Antipremios»: Googleando, estos son los resultados más dignos de reseñar que he encontrado hasta ahora:

• En esta página de noticias se habla de cierto concurso al peor relato que convocó el Taller de Escritura de Madrid hace un par de años. Sin embargo, parece que los del Taller no han vuelto a convocar nuevas ediciones. Una lástima: seguro que si conocieran A-101 no dudarían en convocarlo de nuevo aunque sólo fuera para darle el premio directamente a su autor.

• Los famosos Razzies: ya sabéis, esos que están considerados los «anti-Oscars» y se entregan un día antes. (Y digo yo: ¿nadie se ha parado a considerar que tal vez en realidad los Oscar sean los «anti-Razzies» y que por eso se entregan un día después?)

• Los Ig Nobel, no menos conocidos que los anteriores, que premian a los descubrimientos científicos e investigaciones más… digamos, «chuscos». Un breve vistazo a la página de los ganadores de años anteriores confirma que el adjetivo no es exagerado en absoluto: sólo en el último año, se han premiado trabajos del calibre de: un estudio acerca del impacto de la música Country en los suicidios, una recopilación de la Historia del Nudismo, el Vaticano que recibe el premio de Economía porque, para economizar y optimizar recursos, externaliza plegarias y servicios religiosos de los países occidentales a la India, un estudio destinado a demostrar que los arenques se comunican a base de pedos, etc, etc. La lista es tan larga como alucinante.

• Los Premios Godoy, una suerte de versión española de los Razzies. Pues bueno, pues vale.

¿Alguien sabe de algún otro «antipremio» que también tenga página? Si es así, que escriba la dirección en los Comments, y ya iré añadiendo los enlaces a este post a medida que aparezcan. Y lo mismo si alguien encuentra la página del Bad Sex Award, por supuesto.

ACTUALIZACIÓN:

• Estifenjouquins enlaza una página im-pa-ga-ble: Los Darwin Awards, que (cito) «se dan a personas que, con su muerte -en circunstancias estúpidas-, han contribuido a la mejora de la especie.» ‘Nuff said.

• Por cortesía de Gerard, el Foot in Mouth Award, concedido desde 1993 al comentario más desconcertante, por ininteligible, en lengua inglesa.

En otro orden de cosas, que no tiene nada que ver con lo anterior (excepto, quizá, en lo de las malas escenas de… estooo, mejor dejémoslo), según parece la te… bueno, algo será, Anna Kournikova se ha casado hace poco con el algoserátambién Enrique Iglesias. Vaya desde aquí, mi más sentido pésame a los familiares.

Verdades como puños

«Pues si. El ego adliano hace que se crean reconocidos (por no añadir que tambien se creen graciosos) a lo largo y ancho de España por todos los lectores de comics.»

Por fin terminó la mascarada.

Por fin alguien se atreve a decir la verdad.

Por fin alguien osa desafiar a la maquinaria censora de esa insidiosa agrupación de indeseables.

Por fin hay un valiente, ¡uno!, que se atreve a decir a cara descubierta lo que piensa, sin importar las represalias, en forma de represión brutal, que puedan caerle en consecuencia.

Han hecho falta cinco años largos de travesía por el desierto, pero ha valido la pena porque, finalmente, alguien se ha atrevido a proclamar en voz alta que el Emperador está desnudo.

Debemos aplaudir a este valiente. Bravo.

Lo que son las cosas: esa gran y santa verdad fue dicha en el transcurso de una discusión surgida de un hecho del que ya dimos cuenta aquí en su momento.

(Tenía pensado escribir sobre que se había descifrado el genoma del pollo, al que se le había encontrado un 60% de similitudes con el humano, y que tal vez eso pudiera explicar aquella otra confusión de la que ya hablamos en su momento, pero está claro que esto era muchísimo mejor y que no podía esperar.)

Alguien. Besos. Pedrito.

Esta semana he tenido ocasión de ver «Alien vs. Predator«. Y tengo que decir que me ha gustado. Así de claro, sin coñas ni segundas lecturas.

(OJO! SPOILERS ACECHANDO POR TODOS LADOS)

No es que el film sea perfecto, claro:

– el argumento tiene la misma complejidad que el manual de instrucciones de una servilleta;

– la caracterización de los personajes… bueno, tan sólo diré que tiene su máximo exponente en las frases «¡A mí nadie me da la espalda!» (que suena como que alguien está a punto de hacer algo estúpido y peligroso -¡referencia, referencia!-, y efectivamente lo hace), y «Una pistola es como una caja de condones: prefiero llevarla y no necesitarla, a necesitarla y no llevarla» (la cita no es literal), que aún no estoy seguro de si es propaganda de la Asociación Nacional del Rifle o forma parte de una campaña de control de la natalidad. Y hasta ahí llega la caracterización de personajes;

– la ecología de los Aliens, con ese ciclo reproductivo tan acelerado, sigue siendo un completo despropósito: con esta, ya llevamos cinco entregas de la saga «Alien» (tebeos aparte), y aún no se ha mostrado una sola especie a la que los Aliens depreden y cuyo ciclo reproductivo sea capaz de mantener el ritmo del de éstos;

– y los Depredadores son un pelín «nenazas» en comparación con los de las dos primeras entregas: baste decir que, de los tres que aparecen, dos mueren a la primera de cambio y el tercero es violado en cuanto se descuida un momento. Y eso que se supone que son más fuertes, más resistentes, tienen el nivel tecnólogico más avanzado, bla, bla, bla, y, a diferencia de todos los demás, ellos sí saben desde el primer momento para qué están allí. Unos nenazas, insisto.

Vale, esta es la carátula del videojuego. ¿Y qué? Pero lo cierto es que nada de todo lo anterior importa: si lo que quieres ver cuando vas al cine son argumentos complejos, un acercamiento científicamente riguroso a la biología de un ente orgánico, personajes bien caracterizados y tipos feos muy machotes, te vas a ver un rollo de Erice, Haneke o uno de esos en el que se muestre con todo lujo de detalles y en tiempo real cómo el proceso de podredumbre de un melocotón afecta a las relaciones de poder en el seno de un sindicato de estibadores del puerto. Pero cuando lo que vas a ver se titula «Aliens vs. Predator«, tienes que tener claro que vas a lo que vas.

Y en conjunto, hay que decir que la «pinícula» es MUY entretenida. Ofrece exactamente lo que uno se espera cuando entra a verla, es decir:

a) que es predecible. Y en su mayor parte lo es: sólo hay dos cosas que, relativamente, me sorprendieron: los Predators flojuchos, como ya he dicho, y que el arqueólogo acabe muriendo: sólo puedo suponer que los productores temieron que a un público esencialmente masculino y adolescente le costaría aceptar la «humillación» de que un tío pueda ser salvado por una chica (sí, lo sé: en «Aliens«, Ripley acababa salvando a todos los que llegaban a la Sulaco, Hicks incluido; pero ya sabemos cómo quedó «arreglado» eso al principio de «Alien al cubo«, ¿no? (sí, esa del Alien-perro. Después de eso, podemos esperar que cualquier día nos sorprendan con un Alien-koala, un Alien-marmota, un Alien-gerbo…))

b) pero también que no defrauda tus expectativas si tienes claro qué es lo que esperas encontrar: yo fui con esa mentalidad, y en efecto vi lo que esperaba ver.


Y entre lo que esperaba ver: esta guapísima mujer de la izquierda, poco conocida aún pero perfectamente capacitada para tomar el relevo de Halle Berry en cuanto ésta comience a dar muestras de que se está quedando fondona (lo cual, desgraciadamente, ya no puede tardar mucho).

(Por cierto, que ya van dos veces consecutivas que los Predators acaban aceptando a un negro como un igual; en contraste con el de la primera entrega, que, aun moribundo, no ceja en su empeño de matar como sea al muy ario Chuache: ¿tal vez alguien está intentando decirnos algo?)

En fin, que está lejos de ser un películón pero se deja ver. Recomendada para pasar un buen rato sin necesidad de pensar mucho.

Ahora, a esperar la segunda parte. Estaría bien «Alien vs. Predator vs. Ewoks«. O, mejor aún: «Alien vs. Predator vs. Freddy vs. Jason vs. Terminator vs. Goa’ulds vs. Species vs. Inteligencia Borg vs. La Invasión de los Ultracuerpos vs. Independence Day vs. Godzilla vs. Mars Attacks vs. Ewoks (sobre todo muchos, muchos, muchos Ewoks)«. Lo único malo que podría tener una secuela así, es que esos tipos enfermos y sin escrúpulos que infestan Hollywood son capaces de hacer que ganen otra vez esos pequeños bastardos.

(Sí, soy consciente de lo muy poco que he aprovechado este post para reseñar los elementos más ADLianos de una película que tanto se presta a un análisis de este tipo. Es deliberado: prefiero dejar ese placer para los comments.)

Cuando la vida se empeña, contra todo sentido común, en imitar a la ficción

Leo en Reuters que hace poco a una mujer de Bahrein, de religión musulmana, se le impidió encaramarse al púlpito de una mezquita para rezarle a Alá (o lo que quiera que sea que hagan los musulmanes en las mezquitas; a mí no me pregunten, yo de estas cosas religiosas no entiendo: ni de las que tienen que ver con el Islam, ni de las que no).

El caso es que se ve que a las mujeres les está prohibido por la ley islámica (o lo que sea) rezar desde el púlpito, de modo que esta buena señora, a fin de no ser identificada como tal, llevaba puesta… una barba postiza.

¿…Soy el único al que, llegados a este punto, le ha venido de pronto a la memoria la escena de la lapidación en «La Vida de Brian»? Si uno se da un paseo por las calles de Manama, ¿se las encontrará llenas de ex-leprosos?

Están locos, estos humanos.