Portadismo

Los designios de DC son inescrutables. Y hablo de comics.

Por ejemplo, el pasado año decidieron contarnos qué hubiera pasado de haber sucedido las cosas de otra forma en la clásica saga de Batman: Una Muerte en la Familia. Debieron pensar que dado que se cumplía el 36 aniversario de la aventura, era buen momento para revisitarla. Cifra redonda, por lo menos en sistema binario.

Recapitulemos rápidamente. En 1988, los lectores pudieron decidir mediante llamadas a dos teléfonos de tarificación especial el destino del personaje de Jason Todd, Robin, en la aventura que discurriría entre los números del 426 al 429 del Hombre Murciélago, a cargo de Jim Starlin y Jim Aparo.

Al final de la jornada del 16 de Septiembre, el cómputo de las llamadas arrojaba un total de 10.614, votos. 5.271 de los mismos (49,66%) a favor de que Robin sobreviviera, y 5.343 (50,34%) de que muriera que fue lo que sucedió en la aventura. La diferencia la marcaron 72 votos. Años después Starlin declaró que aunque Robin hubiera seguido vivo, la saga no hubiera cambiado mucho, pues su idea era que quedase incapacitado y se retirase.

Sabiendo esto, poco sentido tenía llamar a Starlin para el «What if« Elsewords del año pasado. El otro Jim, Aparo, falleció en 2005, así que DC sacó la historia alternativa Robin Lives! con dos autores de la vieja escuela siempre competentes como son J.M. De Matteis y Rick Leonardi.

Miniserie de cuatro números en la transición del último logo anodino al clásico, ese que es verlo en una portada y lo de dentro ya parece mejor. La mini no pareció tener demasiado repercusión allá, y aquí no la vimos (cosa que dada la situación editorial de entonces tampoco quiere decir mucho). Y eso que uno de los incentivos para la compra fue una portada variante en el primer número a cargo de Mike Mignola (1960), en la linea de las que hizo para la saga original en 1988.

Al menos en espíritu.

Hablamos mucho de Frank Miller, de su delicado estado de salud, y de si esto afecta a su trazo o si lo suyo es una cuestión estilística. Pero la gente que adquiere las portadas variantes de Miller es conocedora de que más pronto o más tarde estas ilustraciones se revalorizaran. Mignola en cambio aquí ni siquiera se ha dignado a plasmar una triste estatua de las que tanto le caracterizan. Y que la sonrisa del Joker no os abrume, el murciélago de al lado grita ¡DESIDIA!

Mike Mignola (1960). Harvey Award for Best Cover Artist (2008, 2010 y 2011). Eisner Award for Best Cover Artist (2011). Poco motivado en 2023.

¿Podemos estar ante un cambio de ciclo en los portadistas clásicos, aquellos que eran el ganchoidoneo para atraer las miradas de los compradores potenciales? ¿es algo debido a la edad o una estrategia consciente? es decir, en un tiempo de centenares de portadas alternativas cada mes, algunas sin siquiera relación con el contenido de la historieta que contienen, igual esta es la manera en la que algunos autores clásicos se reinventan para destacar. Porque cada vez que vuelvo a ver ese murciélago, me reafirmo en que debe ser esto último. La manera de destacar entre una jungla de portadas clónicas y tipiconas. No todos pueden ser Skottie Young.

Aunque por si acaso fuera por lo otro ¿cuantos años tiene Alex Ross?

3 comentarios en «Portadismo»

  1. Viendo la portada y ese Robin-zombie ahí, me da a mi que le dijeron a Mignola que hiciera la portada diciéndole sólo el título de la obra, pero no el contenido de la historia.
    (Eso o le pagaron una miseria y entregó un trabajo acorde).

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