Desde aquí repartimos ideas y conceptos para la manipulación creativa y el abuso cultural. Somos el diario de lo genial, y el pensamiento de lo imposible
No deberáis ni citar ese tebeo. Nunca se sabe cuándo puede estar leyéndote un empresario multimillonario megalómano (perdón por el pleonasmo), enganchado a las pantallas, que se cree la reencarnación de un dios pero intenta disimular su calvicie con peinados raros o implantes turcos, tiene un pequeño ramalazo fascista y piensa que, si le dejan, soluciona ´él solito todos los problemas de humanidad. De ahí a lo del calamar van dos tuits.
Ahora tengo recuerdos de ciertas navidades con cierta parte de mi familia (a la que, afortunadamente, de cierto tiempo para acá no veo).
No deberáis ni citar ese tebeo. Nunca se sabe cuándo puede estar leyéndote un empresario multimillonario megalómano (perdón por el pleonasmo), enganchado a las pantallas, que se cree la reencarnación de un dios pero intenta disimular su calvicie con peinados raros o implantes turcos, tiene un pequeño ramalazo fascista y piensa que, si le dejan, soluciona ´él solito todos los problemas de humanidad. De ahí a lo del calamar van dos tuits.