El futuro es ahora…El Superagente 86

El futuro. Para mucha gente el futuro es lo más importante del mundo. Predecir lo que nos viene da ventajas la mayoría de las veces, pero no siempre, a veces saber lo que te depara el futuro más bien deprime, y es que el futuro no siempre trae cosas buenas.

Predecir el futuro es el trabajo profesional de videntes, políticos y desarrolladores de tecnología, que parecían tres profesiones muy distintas entre sí hasta que los frikis millonarios de Silicon Valley empezaron a mostar interés también sobre el control social y las tres profesiones se convirtieron en versiones cada vez más elaboradas de la misma estafa.

Pero incluso si no se dedicaran a perfilar nuestra psique a través de la extracción de datos personales de nuestros móviles y a alterar nuestro estado de ánimo con algoritmos pensados para ofrecernos contenido adaptado a lo que convenga en ese momento, estos simpáticos empresarios serían parte de esta sección porque se dedican a la tecnología y la tecnología es esencial en nuestra concepción del futuro.

Y si hay una serie que apostó por llevar más allá del límite a la tecnología esa fue El Superagente 86.

El Superagente 86 fue una serie creada en 1965 por Mel Brooks, era una parodia de James Bond en la que el espía más tonto que nunca se hubiera visto en la gran pantalla afrontaba misiones de forma catastrófica aunque siempre logrando de alguna manera que todo acabara bien.

Si nos ponemos exigentes podríamos decir que El Superagente 86 adelantó lo que sería el Inspector Gadget, ya que no sólo las dos series comparten la idea del agente especial torpe y atolondrado que resuelve casos con una compañera femenina mucho más lista que él, sino porque en ambos shows los inventos estrambóticos, son lo más importante en la trama. Pero no seríamos honestos. Primero porque lo de los gadgets no es algo nuevo, lo había popularizado masivamente James Bond, segundo porque lo del agente torpe tampoco, de hecho en aquella época el Inspector Closeau lo había convertido en algo muy de moda; y tercero porque al final no tendría mérito ya que en USA el Inspector Gadget y el Superagente 86 compartieron actor principal así que la conexión era más que evidente.

El Superagente 86 deslumbró a sus espectadores con un montón de gadgets, bombas y aparatos de comunicación que hacían las delicias a la audiencia. E incluso realizó running gags como el del «Cono del Silencio», pero ninguno de sus inventos se adapta al objetivo de esta sección porque lo m´`as parecido al cono del silencio son los vagones del AVE que prometen que la gente estará callada pero en los que (a diferencia de lo que pasaba con el cono) te pasas el viaje oyendo a los que hablan en el asiento de al lado.

Pero aún así el Superagente 86 merece estar en esta sección.

Y es que el mayor acierto de Superagente 86 fue en la mism´ísima primera escena de su primer capítulo. Emitido en el ya lejano 1965, en un tiempo en el que la televisión era en blanco y negro, los teléfonos tenían que estar pegados a una pared y un ordenador era una máquina gigante llena de lucecitas y grandes cintas magnéticas, Mel Brooks escogió como primer gag de su serie una situación que fuera tan inconcecible que provocara la confusión en el espectador. Una situaci´´ón inimaginable que tú has vivido más de una vez, seguro, en tu vida bien sea como testigo o bien sea como protagonista.

Esta:

Efectivamente. Hace 60 años Mel Brooks ya adivinó que un teléfono móvil necesitaría un modo de ponerse silencio o arruinaría los espectáculos públicos.

Aaaahhh…los locos años 60s con sus alocadas ideas…

Publicado por

Isaac Hernández

Periodista y adláter. Sueño con una vida normal pero sé que me cansaría de ella en menos de seis meses

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.