Comencemos por el final. La Cartoonist Cooperative ha publicado los resultados de su encuesta a los trabajadores del cómic 2023. Y las conclusiones son las esperables y habituales:
Trabajar en esto de los cómics es, en general, un trabajo que no da para vivir con las tarifas actuales y, por tanto, hay que buscar una acción colectiva para conseguir mejores condiciones.
¿Había alguien que pensara que el resultado iba a salir distinto por mucho Artista Hot que pudiera hablar de lo suyo?
Una vez establecido lo obvio podemos hablar de otras cosas. Como, por ejemplo, aquellos datos que nos dan:
Como las tarifas más habituales (y más altas) para los profesionales habitualmente envueltos en el asunto.
O la manera en la que se distribuyen los royalties…
(o que no se distribuyen, porque ya vemos que casi la mitad no sacan nada, que algo más de un tercio se queda en los royalties sobre el precio de venta establecidos alrededor del 8% y que únicamente una sexta parte de los profesionales tiene una participación en los beneficios)
o, por supuesto, en la cantidad de gente con la que tienen que repartir los anticipos y el tiempo que tardan en pagar las editoriales.
Todo esto y algunas cosas más -no muchas, pero sí algunas- se pueden encontrar en ese informe. En el que vemos que se concluye que hay que realizar acciones para lograr una estabilidad laboral que permita que esto sea una carrera y no un complemento o, directamente, un hobby.
Eso en un país en el que hay cómics que se editan con tiradas millonarias. Incluso aunque veamos que se están modificando algunas de estas cifras. Así The Cartoonist Club, lo próximo de Raina Telgemeier que saldrá junto con Scott McCloud -unos chicos jóvenes, que están empezando-
y que, efectivamente, va de enseñar a sus lectores lo que necesitan para crear sus propios cómics, porque la miseria hay que compartirla, se ha anunciado que solo tendrá una tirada de 750 mil ejemplares. Frente a los 3 millones de ejemplares de otros de los proyectos de Telgemeier, o los que sacan para Dav Pilkey y su Cat Kid Comic Club -o El Club de Cómic de Chikigato en versión española- de propuesta similar; parece que han decidido no arriesgar tanto.
Si estáis dando por hecho que todo esto es para llevar a que hablemos de España… Estáis en lo cierto, claro.
Porque quitando algunas pequeñas diferencias como la falta de iniciativas de las asociaciones, o que no haya este tipo de consultas, o que la idea de sacar datos tenga que venir de ese hilarante libro blanco en el que echaban más balones fuera que Benji, tanto que lo raro es que no les convocaran para la Eurocopa -¿veis? podemos meter referencias generales, que muestren nuestra edad y que apelen a un público generalista sobre una situación actual tan bien como cualquier otro medio- , y no es que sugiramos que fuera porque La Sectorial esté fuertemente participada por editoriales. Es que lo decimos a las claras: Si pones a los lobos a editar un libro sobre el estado de vida de las ovejas es lógico que la conclusión sea que el estado tiene que darles más dinero.
Que habrá quien piense que los autores están bien tratados, pero en estos últimos días hemos visto las novedades del legado de Ibáñez post-Ibáñez
Y hemos visto anunciada esa Paracuellos: La Novela que establece en su portada que es Versión para los que no leen tebeos.
Así que podemos hacernos una idea de cómo estarán los demás.
O, mejor aún, dado que los del Cartoonist Cooperative han compartido los datos y el procedimientos, cuestionarios incluidos, siempre está la posibilidad de que cualquier asociación española que quiera protestar porque ellos SÍ hacen cosas pueda realizar esto mismo.
Para todo lo demás, terminemos por el comienzo:
El Libro Blanco te enseña, el Libro Blanco entretiene, y yo, el editor, te digo contento que no te enseño mis ventas ni este año ni el que viene.
Las ediciones brasileñas (Comix Zone) de Carlos Giménez están muy bien. Y se pueden comprar en la librería portuguesa Casa da BD, once euros de gastos de envío, por si alguien quiere librarse de este especial gusto por el diseño chacinero del típico editor embuchador español.
Esta de Giménez en concreto se supone que no es cómic, sino
«LA NOVELA (Versión para los que no leen tebeos)».
Que ojalá se lo publiquen también en Brasil, por supuesto.
De cómo están las cosas acá ya mejor ni les platico (porque después de cierto boom desinflado, el mercado del cómic patrio básicamente ya no existe)…
¿que tarifa la han pagado al que ha hecho los gráficos explicativos de las tarifas?
Es un organismo asambleario llevado por voluntarios, así que habrá cobrado en frustración y pagado en paciencia.