
Se suelen comparar los Premios Eisner con los Óscar, sobre todo por parte de los medios hispanos cuando algún dibujante y/o librero patrio emerge triunfante en alguna de sus categorías, pero lo paradójico es que sus premios, al menos los relativos a la industria, tienen forma de Globos de Oro (o, como la prensa los llama aquí cuando se fallan, la Antesala de los Eisner, digo de los Óscar).
La cuestión es que suelo examinar la lista de nominados de cada año para saber si hay alguna aventura suelta o serie que puede estar pasándome bajo el radar. De hecho, me fijo más en la lista de nominados que finalmente en quién gane. En la lista de este año, el hecho de que DC este bastante presente me dice un par de cosas: lo poco de lo interesante que estamos viendo en castellano (o el retraso que llevan las ediciones, con la fórmula de series aperiódicas y gruesos tomos que contienen episodios de las series con material relacionado hinchando la paginación) y, que si eso es lo destacable, cómo deben estar los demás. Le doy también un repaso a los nombres de autores a ver si descubro alguno nuevo (Kelly Thompson me ha llamado ¿es para tanto?¿cómo podría saberlo?). Y me encuentro con algún habitual, como este año con Mark Waid, por Batman/Superman: World’s Finest, Shazam, y World’s Finest: Teen Titans.

Que te podrá gustar más o menos, eso es subjetivo, pero hay un hecho innegable: Ha sido nominado a los Eisner como mejor escritor en los Noventa (1997 por Flash, Impulso, Kingdom Come y preparar el camino a ROB! para Capitán América), en los Dosmiles (2002 por Ruse), los dosmildieces (2010 por Irredeemable e Incredibles; 2012 ganador del premio por su labor en Irredeemable, Incorruptible y Daredevil) y ahora en los veintes. Cuatro décadas consecutivas, poca broma. No se trata sólo de ser brillante, sino también constante. Alan Moore, por ejemplo, es el escritor con más nominaciones y triunfos en los Eisner, pero su racha se extiende por los ochenta, Noventa y dosmiles, nada en los dieces o veintes. Allá no reeditan la Broma Asesina tanto como aquí.
Siendo pues Waid el ejemplo de escritor que ha sabido estar en lo más alto tanto tiempo, echemos un vistazo a sus características, para extraer el secreto de esa eterna permanencia. Tenemos a un escritor básicamente de corte clásico, que conoce la historia de los personajes de las dos grandes y sabe sacar el jugo a la continuidad, aprovechando ese legado en etapas que van avanzando sin grandes aspavientos, pero también sin material olvidable. Podría decirse que cuando escribe para Marvel y DC los trabajos de Waid serán tan relevantes como el dibujante que lo acompañe. Aquí es dónde parece haberse distanciado de gente como Busiek o David. Si volvéis a su palmarés de antes, seguro que soléis citarlos como el Daredevil de Waid y Samnee, el Capitán de Waid y Garney, el Impulso de Waid y Wieringo, el Kingdom Come de Ross y Waid… en editoriales menores hace lo que puede, ya se pudo dar con un canto en los dientes por tener a Jackson Guice en Ruse. Y dado que comenzó su andadura editorial con tareas de editor para DC, se embarcó en la aventura en BOOM! como editor en jefe de 2007 a 2010, pero volvió pronto al redil de la escritura tranquila, clásica, la querencia por la aventura.
Un producto sencillo, una vida sencilla. Mark Waid, de Alabama. Permanencia tranquila. El secreto es que no hay secreto. Escribe sin complicaciones, búscate buenos dibujantes.
Y eso sería.
Bueno, hay otro escritor que también lleva racha de cuatro décadas consecutivas, Ochentas, Noventas, Dosmiles y Dieces, siendo nominado, pero no ha ganado nunca y además en los veintes lleva el marcador a cero. Así que no es relevante.

Vida ordenada, escritura tranquila. Sed como Waid. RecordAdlo!
Quite, quite. Aquél en Quien Confiamos, simplemente, deja que su Gran(t) Plan siga adelante. Dos semanitas más y…
En estas cosas ya se sabe que la cantidad es importante. Por ejemplo, Bendis ha ganado dos premios. Así que es el doble de bueno del que haya ganado uno.
No te digo ya del que haya ganado cero.