A veces un hombre tiene que elegir entre leer tebeos o leer sobre tebeos. Es una decisión complicada. Por una parte, sientes que leer sobre tebeos te dará una mayor perspectiva, un conocimiento más amplio y profundo de ese medio que amas. Por otra parte, si lees tebeos no te aburres mortalmente leyendo a gente hablar sobre tebeos. Decisiones, decisiones.
Yo he tomado la mía. Seguir leyéndome El Libro Blanco del Cómic en España. Lo cual puede ser funesto para mí. Y eso me da para hablar poco sobre cómics, y mucho para hablar sobre gente que habla sobre cómics. Supongo que al final, siempre podemos rizar más el rizo. Sigo preparando un texto largo y documentado sobre el tema, pero mientras tanto, no estoy leyendo demasiados tebeos.
Pero no solo de libros blancos vive el hombre, de modo que también he estado leyendo sobre cómic a otra gente. A gente de fuera. Gente de Estados Unidos. Me asomé a las fauces del fandom de Spiderman y la oscuridad no solo me devolvió la mirada, si no que me hizo un saludo y me intentó vender unas portadas alternativas. Pero sobre todo lo grave es que al intentar leer tebeos uno tiene la extraña sensación…
De que todo esto…
Ya lo ha vivido…
Y volverá a paQUIERO DECIR volveremos a vivirlo.