Uno tiene la sensación de que la mala suerte le ha robado a David Michelinie la fama que habría merecido. Siendo co-creador de Veneno sin embargo es MacFarlane quien es más famoso por ello. Co-escritor de las sagas El Demonio en una Botella y Armor Wars de Iron Man a quien más se le relaciona con ellas es a Bob Layton.
Y sin embargo estamos ante un sólido artesano capaz tanto de afrontar largas etapas en una colección (la segunda más larga en los guiones de Amazing Spider-Man tras Stan Lee… vaale, tras la etapa en la que firma Stan Lee…) como de cubrir huecos aquí y allá en series tan irregulares en todos los sentidos como Marvel Two-in-One.
Y ante una portada tan genérica como la del episodio 97 más de un lector torcería el gesto.
Más aún tras abrir la primera página y toparse con la mil veces vista trama de «miembro de los 4F obligado por las circunstancias a participar en un rodaje«. Pero, ahhh, el delicado paladar de un adláter es capaz de diferenciar entre lo que parece un homenaje, asemeja ser una serendipia y sin embargo son ¡TAQUIONES!
Qué otra cosa podría explicar que en aquel remoto marzo de 1983 Michelinie se adelantara tanto pero tanto a la moda de directores de cine veteranos poniendo a parir el cine de superheroes…
…que esos directores entonces todavía no eran veteranos.
Qué diferente interpretación darle al hecho de que al final de la historia Tony Stark demuestre que no sólo es un genio de la ciencia sino un as de los negocios, un emprendendor nato, inventando con décadas de antelación…
… lo de rodar una película y nunca estrenarla para sacar beneficios en base a los incentivos fiscales.
AVÏV DIVÂD!
AVÏV EÍNIL’EHCIM!
Ahora ya sabemos de dónde saca Warner-DC las ideas; de copiar a Marvel…
Toda la vida pensando que el personaje de Stark se basaba en Howard Hughes y al final resulta que es David Zaslav.