El mundo del cómic siempre ofrece un paso más allá para prácticamente cualquier cosa. Da igual que sea una creación independiente, algún tipo de juguete o un movimiento inesperado, o algún tipo de extraña secta.

Por supuesto, hablamos de Barbie. Una muñeca con una historia bien conocida porque, al fin y al cabo, proviene del mundo del cómic.
Ruth Handler era una visionaria, la clase de persona que veía las posibilidades. Por ejemplo, veía la posibilidad de hacer una muñeca menos infantil, más adulta, para que su hija jugara a lo que sería de mayor, en lugar de los recortables de papel o los muñecos bebés. Su marido era Elliot Handler, que junto con Harold «Matt» Matson habían montado en 1945 una empresa juguetera bautizada con sus nombres. Matt( &) El(liot). Aunque Matson tendría problemas de salud y vendería pronto su parte a los Handler. Podrían haberlo rebautizado Ruttel, pero se ve que no tocaba.
En cualquier caso, pronto estaban haciendo todo lo posible para ser una compañía grande, como llegar a acuerdos con Fisher Price para sacar algo llamado Corn Popper, que no sé si quiero saber lo que es o para qué se usa con los niños; o anunciarse en el Club de Mickey Mouse.
Total, que era una empresa seria y llena de señores que le decían a Handler –Ruth– que eso de la muñeca no iba a funcionar. Por suerte Ruth era una mujer viajada. Y gracias a eso en 1956 encontró la inspiración… en algo que ya existía. Que siempre es la forma más sencilla de encontrar la inspiración.
Imaginad, Alemania, 1952, una joven de cabellos rubios. Algo así fue la idea del diario BILD al arrancar con una viñeta protagonizada por Lilli y creada por Reinhard Beuthien.




La viñeta tuvo éxito y decidieron dar el paso lógico para sacar dinero a un cómic: Hacer merchandising.

La muñeca Lilli salió en 1955 -si pensabais que la forma de sacar dinero a un cómic era hacer películas, eso llegó en 1957 con Lilli – ein Mädchen aus der Großstadt– con la posibilidad de cambiarle la ropa y todas esas cosas. Así que cuando Handler estuvo por Europa para unas vacaciones decidió que eso era lo que necesitaba (Por eso nunca hay que preguntarle a Barbie a qué se dedicaban sus padres). Se llevó unas muñecas de vuelta a USA y allí logró convencer al consejo de la empresa de que le dieran una prueba. Con, por supuesto, un rediseño para que no fuera tan sexualmente provocativa.
(La historia de Jack Ryan, la persona que se ocupó de ello, el trato al que llegó con los Handler, el estilo de vida que llevó, las demandas que puso a la empresa y cómo fueron parcialmente responsables -junto con los intentos de saltarse el trato- de que acabaran investigados por Hacienda y su propia compañía, de la que acabarían siendo despedidos en los años setenta, dan para otro posteo en un blog que no podría ser nunca este.)
El lanzamiento tuvo lugar en 1959 y fue un éxito, para 1961 le crearon a Ken para que tuviera compañía y para 1962 llegaron a un acuerdo con Dell para sacar su primer cómic: Barbie & Ken.

La idea central no era mala, el Club de Fans de Barbie se reunía y contaba las historias en las que se habían visto envueltas con ellos.

Pero los cómics no acabaron de funcionar, quién sabe por qué motivo.



Cinco números duró, publicados entre 1961 y 1962. Y después estuvo un tiempo sin tener cómic propio, aunque sí una revista. La Barbie Magazine del ’63 al ’67.
Para los ’70 la británica IPC comenzó primero a sacar una serie de historietas bajo el título Barbie, the Model Girl! que se publicarían -más o menos sueltos- en España con el título de Candy, modelo en apuros dentro de diversas revistas de Bruguera como Esther, Super Lily o las Joyas y Superjoyas Literarias Juveniles Femeninas.

En los ochenta de nuevo la británica IPC decidió aprovechar mejor este material y publicar una revista Barbie que incluía estas historietas dentro del resto de contenidos, algo que luego sería usado en otros países, incluido España. Aquí, además, añadiéndole unas Fotonovelas de origen italiano:

Lo cierto es que esta versión española –Barbie, tu revista– duraría al menos 76 números, desde 1985 hasta 1990. En una cancelación que da la sensación de que en realidad fue una muerte por éxito.
Estas revistas europeas debieron de llamar lo suficiente la atención como para que en enero de 1991 Marvel comenzara a publicar dos colecciones de cómics centrados en ella:


Ejemplos perfectos de lo complicado que podía ser hacer este tipo de obras y, sin embargo, que salieran bien. Lo cierto es que hay una cierta evolución. No solo en lo que tienen de divulgativas:

Al principio son fundamentalmente historias cortas sueltas, luego pasan a ser historias con un hilo bien troceadas vienen como distintas partes narradas dentro de una historia más general, y para su final se nota un cierto reciclaje de ideas y una pérdida de ganas más que lógica.
Pero, entre medias, un equipo capitaneado por Hildy Mesnik como editora y con Lisa Trusani como guionista más habitual -aunque no única, ni mucho menos, también habría textos de Barbara Slate o Trina Robbins entre otras- y dibujos de Amanda Conner o Renee Witterstaetter entre otros muchos profesionales. Incluso Fabian Nicieza estuvo por allí echando una mano, por si os pensabais que no había seis grados de separación con ROB!
Frente a los de los años sesenta en estos cómics de los noventa Barbie nos repite mil veces que las mujeres pueden hacer lo que se propongan, tan bien o mejor que los hombres. Se busca crear un cómic divulgativo sobre multitud de aspectos, desde concienciar a las jóvenes de que tienen que llevar una alimentación sana -en contraste con saltarse comidas- sin olvidar, por supuesto, que esto es un cómic y, por tanto, hay ciertas cosas que son imprescindibles…

…como los trajes de gorila.
Se nota que las creadoras saben de cómic y quieren hacer la mejor de las historietas posibles, aunque eso signifique luchar contra… por una vez no la editorial sino la juguetera.
Renee Witterstaetter hablaba en su blog sobre lo que supuso escribir esos cómics y Roy Richardson se pasó a contar una historia que le sucedió a su mujer, la dibujante June, que ejemplifica esto:

Que, por supuesto, vamos a altavistear:
En un momento, Mattel solicitó que June presentara un montón de diseños de portada. Así lo hizo, esforzándose mucho para crear un lote de bocetos interesantes y bien diseñados. Todos los bocetos fueron rechazados, sin dar razones. June estaba comprensiblemente molesta y se negó a enviar revisiones sin saber el por qué detrás de los rechazos. ¿La explicación que recibió de Mattel? «¡La artista dibujó a Barbie con cuatro pestañas, cuando todos saben que solo tiene tres!»
Por supuesto, el hecho de que Marvel lo anunciara en sus cómics -mayoritariamente de superhéroes- y que los principales anunciantes fueran precisamente aquellos con los que tenían acuerdos dentro de la propia Marvel para alimentos o juegos daban un punto más a ese extraño acuerdo, como cuando decidieron promocionar el cómic sacándole un par de mini-especiales gratuitos de Halloween a partir de historias de Trina Robbins aparecidas en el Barbie #11,


o como cuando intentaron sacarla en What the…?! #21

que en Marvel decían que por ellos seguiría sin problemas. Aunque eso no les impediría dedicar una historia larga en el Barbie Fashion #41 a la cancelación del cómic, mostrando a todas las personas involucradas…

En lo que resulta ser un April’s Fool, una inocentada.

Su dualidad como personaje de cómic y personaje real, similar a la tantas veces vista entre sus superhéroes, la llevaría incluso a aparecer en la ComicCon. Y explicar cómo se hace un cómic en el Barbie Fashion #51.


Barbie Fashion cerraría en el #53, Barbie llegaría hasta el #63 en el que reciclaron más o menos los interiores del cómic que iba incluido de regalo con las muñecas Barbie Flying Heroe.

Y mientras, en España, las particularidades de la adaptación fueron las esperables. Pero no sé si eso sería Espoiler de futuras entregas del fin de semana, así que dejémoslo solo en el enlace.
Por supuesto, este el cómic de los años ’90 que llegaron hasta 1995 y 1996. Así que mucho de lo que en ellas se contaron ahora mismo podríamos entenderlo como superado.

Aunque no todo.
El cierre en 1995 de Fashion tuvo un intento de sacar una nueva serie, Barbie y su hermanita Kelley.

Que no pasaría de ese primer número. Es curioso porque salían las otras dos hermanas de Barbie, Skipper -a la que llevábamos viendo desde el principio de los dos títulos de Marvel porque hacía el papel de personaje más joven, que comete errores y a la que Barbie aconseja- y Stacie. (De quien tampoco se nos dice demasiado, y teniendo en cuenta la desaparición de su hermano gemelo Todd y su cambio de nombre de Tutti a Stacie tampoco sé si es buena idea que indaguemos). En cualquier caso, Barbie pasaría a tener una de esas revistas en las que el contenido era más una serie de secciones que de cómics o fotonovelas.
Mientras tanto, en lo audiovisual, Barbie llevaba apareciendo en películas desde los ochenta con Barbie and the Rockers: Out of This World, aunque sería en 2001, con la aparición de un sello de directo a vídeo propio cuando Mattel decidió darlo todo. Primero con 16 películas hasta 2009 y de 2010 a 2015 con otras 14 más ahora dentro de Barbie Media, entre el ’15 y el ’17 como Mattel Creations y a partir de ahí por streaming con 7 más, hasta llegar a las 42 películas en total.
El paso al Streaming, además, sirvió para que tuviera su serie de televisión: Barbie Dreamhouse Adventures, 5 temporadas y 52 episodios en total. Además de las series para YouTube Barbie Vlogger, Barbie Dreamtopia y el sitio al que estábamos yendo poco a poco: Super Star Motion Comics.
Que nos muestra ‘cómics animados’, Barbie Motion Comics concretamente, pero que no parecen los que habían vuelto a ponerse en marcha en aquel momento cuando PapercutZ consiguió de nuevo los derechos en 2016 y los usó para sacar unos pocos títulos como:

Que tiene su lógica teniendo en cuenta que el primer videojuego de Barbie salió en 1984 para Commodore 64.

El primero de los casi sesenta videojuegos que han aparecido ya del personaje, incluyendo sagas como Detective Barbie, Secret Agent Barbie o Barbie Horse Adventures.
Volviendo a los cómics, de 2016 a 2018 en Papercutz fueron sacando colecciones sueltas, en 2019 comenzaron una nueva serie, Barbie, que llegó hasta parece que 2020. Al menos Fashion Friends parece la última aparición. Sobre todo porque Papercutz no parece tener ningún tipo de novedad… o de antigüedad del persona.

En realidad es difícil de saberlo porque en unos lados dicen que salió en 2020, en otros dicen que en 2021, alguno pone que está pendiente de publicarse en 2023 -que parece poco probable si la editorial no mantiene nada del personaje- así que supongo que es un misterio saber qué ha pasado con este número.
Claro que también podríamos tirar por el lado contrario y ver lo que los cómics han llevado a Barbie, esas colecciones que han aparecido en estas últimas décadas como:


Qué podemos decir, 400 libros, 60 videojuegos, multitud de figuras de acción aarticuladas -¿qué? ¿ahora vamos a ponernos a llamarlas muñecas?- y una buena cantidad de cómics.
Quizá no como para que alguien en Marvel haya pensado negociar con ellos un Omnibus o dos. Supongo que si vas a sacar un cómic con una juguetera es más lógico irte a por Hasbro, que ya hemos visto con Quantunmania que lo que la gente quiere es a los Micronautas.
Pero nosotros dejamos por aquí la idea, para que si alguien lo haga podamos decir que fue idea nuestra primero. Y que esperamos que retomen a Barbie como personaje, aunque a estas alturas probablemente sería más lógico llevársela a Webtoon.
Y es que, espero que haya quedado claro a estas alturas que uno no puede simplemente desestimar unos cómics porque sean de Barbie…
al fin y al cabo, Barbie predijo a a Miles Morales.

AVIV EIBRÄB!
Juraría que alguna de mis hermanas (o tal vez de mis primas) llegó a tener alguna colección de cómics de Barbie; tendré que preguntar…
Donde esté Jucika…