A ver cómo te lo explico, Denny, colega.

El problema no es que durante todas las veces que exprimiste Santa Prisca en las páginas de La Pregunta confundieras el género de los nombres.

La verdad, eso es de primero de guionista yanki intentando incluir contenido multilingual.
Tampoco que personajes soltando jerigonza presumieran de estar hablando bien el idioma.

Ni siquiera que las partes En Español En El Original™ tuvieran el nivel de una IA creadora de conversaciones.

Pero de las programadas en BASIC para ordenadores de 8 bits ¿eh?
Fíajte lo que te digo, el problema ni siquiera es que mostraras a personajes que no habían entendido ni por asomo lo que se les había dicho…

…y los nativos les felicitaran por su entendimiento del español.

(porque a estas alturas qué es un «gente en Brasil hablando castellano» entre amigos, ¿sabes?)
El problema, Denny, es que el universo está marcado por la dualidad. La vida y la muerte. La luz y las tinieblas. El yin y el yang. Que la vida es una calle de doble dirección. Que todo lo que sube tiene que bajar.
Que lo que desconozcas de un idioma extranjero no sólo es peligroso cuando escribes diálogos en ese idioma. Lo es cuando los escribes en el tuyo desconociendo lo que significan las palabras en el otro. Una larga tradición literaria que nos ha regalado clásicos como la Isla de Laputa, El Servicio de Entrega de Kiki, el Tonto compañero del Llanero Solitario o, en tu caso…

…las tres pichas que se fueron directas al water o la tópicamente almodovariana…

…PICHA DE LA MONJA QUE ENTRENABA A PITBULLS…
El equivalente marveliano fue San Concepción y su asesinado dictador, Carlos Huevos.
(Shield file: Operation Scrambled Eggs, Elektrasesina)
Claro, los Bros Hernández eran demasiado buenos para las Dos Grandes y así nunca tuvimos buen espanglish en los pijamas.
Y, con todo, creo que fue mejor esfuerzo que el de las «portadas mexicanas» de hace muy poco.